Después de todo, Ingrid estaba muy mal y no podría salir del baño por un rato. Eric miró a Nicole con una mirada profunda. Había una compleja emoción y escrutinio en sus afilados rasgos.
- ¿Por qué no dijiste nada cuando mi familia te trataba así?
- ¿Que? -Nicole arqueó las cejas. Su mirada era indiferente, pero ella no esperaba que él dijera esto.
- ¿Por qué nunca me lo dijiste? -Eric la escudriñó con sus impresionantes ojos, como si no quisiera dejar pasar ningún indicio de emoción en su rostro.
Nicole se río.
-Todo está en el pasado y, además, ahora estamos divorciados. No quiero volver a mencionarlo.
-Precisamente porque estamos divorciados, ¿qué tiene de malo hablar de ello? Al menos deberías hacerme saber por qué querías divorciarte sin razón aparente, ¿no crees? -el hombre reprimió sus violentos latidos en el pecho y la miró con una mirada oscura.
- ¿Sin razón aparente? -Nicole apretó los labios y repitió estas 3 palabras. Ella borró la sonrisa de su rostro. Su expresión era clara y fría mientras miraba. -Eric Ferguson, ¿alguna vez nos hemos visto en privado en los últimos 3 años? ¿Alguna vez me diste la oportunidad de contarte?
Cada vez que se reunían, él tenía una actitud seria y formal. Todo lo que hablaba era acerca de Wendy. Nicole se sentía atormentada por ese nombre. De repente, Nicole recordó cuando acababan de casarse y que Erick deliberadamente frío con ella y comenzó a aprender a ser una esposa virtuosa. Todos los días, ella preparaba comidas para él y esperaba a que llegara a casa. Tenía miedo de perturbar su trabajo, por lo que ni siquiera se atrevía a llamarlo.
Sin embargo, no llegaba a casa durante varios días seguidos, por lo que Nicole no podía resistirse a enviarle mensajes de texto preguntándole si quería probar su comida. Nunca recibía respuesta.
Los innumerables intentos y gestos de buena voluntad de su parte fueron siempre abofeteados repetidamente en la cara y la hicieron sentirse agotada y sin valor. Más tarde, cuando Nicole se había acostumbrado a la frialdad de Eric, ella supo que estaba destinada a estar sola en su nueva casa y que él nunca volvería.
Cada uno vivía una vida separada en ese matrimonio. Ahora, Nicole finalmente se había liberado del pasado, pero ¿él quería una respuesta? Si la hubiera tratado como una esposa digna, su familia y amigos no se atreverían a burlarse tan descaradamente de ella.
Estas palabras atravesaron su corazón como una aguja, lo que le produjo un denso dolor en el pecho. Eric frunció el ceño.
-En realidad, tuviste muchas oportunidades para decírmelo…
A Nicole ya no le importaba el pasado. No necesitaba que otros lo defendieran. Ella solía soportar su vil trato porque amaba a Eric, pero en este momento, ya no soportaría nada de eso, porque ya no lo amaba.
-Señor Ferguson, usted solo se preocupa por Wendy, así que, ¿Cómo puede tolerar a otras mujeres? Estoy muy impresionada de que se preocupara más por ella que por su matrimonio, así que, ¿de que sirve hablar de esto ahora?
-De hecho, Wendy es… -Eric frunció las cejas. Él quería explicarle a Nicole su relación con Wendy, pero Nicole lo interrumpió fríamente.
-Es suficiente. Me repugna ese nombre. Señor Ferguson, es mejor si fingimos no conocernos en el futuro… -Después de eso, Nicole se alejó, pavoneándose sobre sus altos tacones, sin molestarse en mirar atrás.
Su buen humor se había arruinado. Nicole salió de nuevo con un rostro hosco, justo a tiempo para ver a Grant esperándola, después de que había terminado de relacionarse. Grant probablemente escuchó a los demás hablar sobre la pelea de Nicole e Ingrid antes, porque su rostro se veía triste, pero parecía aliviado de ver a Nicole nuevamente.
Nicole se acercó con una sonrisa y luego se aferró al brazo de Grant petulantemente.
- ¿Ya terminaste? ¿Podemos irnos pronto? Estoy tan cansada hoy…
Grant le pellizco cariñosamente la nariz.
-Podemos irnos si estás cansada. No hay necesidad de preocuparse por los demás.
Nicole sonrió con los ojos entrecerrados. Su hermano seguía siendo el mejor.
- ¿Tienes que despedirte de alguien?
-No, ya me despedí hace mucho tiempo.
Grant le acarició la cabeza.
-Vamos, el chófer está esperando afuera.
Nicole asintió y tomó el brazo de Grant mientras salían. El apuesto hombre y la hermosa mujer formaban una pareja muy cautivadora. Tan pronto como salieron, Ian los alcanzó por detrás.
-Señor Staton, ¿le importaría si los acompañó?
Nicole miró a Grant, pero su rostro era frío. Él siempre había sido reservado y serio con los extraños.
-Sí me importa. Estás fuera de camino.
Ian se quedó sin palabras. Nicole sonrió y lo saludó con la mano.
-Hasta luego, Carter.
Ian no se atrevía a molestar a Grant, por lo que no tuvo las agallas para aferrarse a Nicole y conseguir un aventón con ellos. Solo pudo quedarse allí, luciendo agraviado, mientras veía a los hermanos subir a su coche. Cuando la puerta del coche se cerró, Ian se acercó rápidamente, asustado y abrió la puerta del lado de Nicole.
- ¿Qué estás haciendo? -Nicole se sorprendió.
Muchas personas estaban hablando acerca de la entrada, por lo que también notaron lo que hizo. El estatus de Grant le impedía pasar desapercibido, aunque quisiera. Ian se arrodilló sobre una rodilla y sujetó cuidadosamente el dobladillo del vestido de Nicole, que estaba atascado fuera de la puerta del coche. Luego lo introdujo en el coche y sonrió mirando a Nicole.
-Bien, ahora sí puedes irte. ¡Adiós!
Resultó que el vestido de Nicole estaba atrapado afuera de la puerta del coche, por lo que Ian se acercó deliberadamente para ayudarla con eso. A los ojos de la multitud, ese gesto fue extremadamente humilde.
Los hombres parados en el balcón del salón de banquetes, en el segundo piso, vieron esta escena. Keith se rio y miró a Eric quien estaba a su lado.
-Ese perro faldero de Ian seguramente tiene un don para perseguir mujeres, ¿no crees? ¿Incluso se atreve a coquetearle delante de Grant Staton? -Keith asumió que podía haber una relación ambigua entre Grant y Nicole.
Los ojos de Erick estaban apagados.
-Vamos a tomar un trago con los demás…