บท 71: Setenta Y Uno
Naruto escuchó la historia de su sobrino Nahuel sin poder creerlo aún. Nunca se imaginó que tendría un pariente por el lado de su madre. En verdad le gustaba la idea.
Al concluir su historia, Nahuel suspiró profundo ya que sentía que al fin se podía quitar un gran peso de encima. Naruto lo abrazó fuertemente.
- Bienvenido sobrino
- Gracias tío, muchas gracias.
- Eres muy parecido a...
- A Boris, me lo dijeron todos y creeme tío no conozco a ese tal Boris.
- Menos mal
-¿Eh?
- Él es el hijo biológico de Menma ¿sabes?
-¿Qué? ¿Menma tuvo hijos
- Uno solo y es Boris
Aquello Nabuel no se lo esperaba, en verdad sentía intensos deseos de conocer a ese tal Boris y eso mismo haría. Le pediría a Boruto que lo lleve con él.
Por lo pronto, comversó con Naruto sobre Boris, así pudo sacarle información. Descubrió que en realidad su tío tenía muchisimo miedo de Menma, por eso despreciaba así al hijo.
Pero Naruto era una buena persona. Eso supo darse cuenta no bien comenzó a hablar con él. Podría acercarlo nuevamente a su hijo Boruto y a su sobrino Boris. Comenzaría con Boruto.
Así Nahuel sacó el tema como de casualidad. No se le escapó cómo Naruto se ponía tenso.
- Mi hijo me....me ayudó cuando más lo necesitaba. Yo desconocía su existencia y cuando él se presentó ante mí....yo me encontraba atrapado en mi propio cuerpo. Fue Boruto quien me liberó de tan horrenda prisión ¿sabes? En verdad me sentía felíz al haberlo conocido. Boruto me acercó a Sasuke quien fue mi novio en la adolescencia. Por supuesto que Boruto no sabía nada de eso.
- Al parecer es un excelente hijo, al que le debes practicamente tu felicidad y actual vida.
- Si, eso mismo pensaba yo. Estaba muy orgulloso de él. En el poco tiempo que pasamos juntos nos volvimos muy unidos ¿sabes?
-¿Y qué pasó tío? ¿Por qué terminaron distanciandose?
Naruto suspiró profundo, y le contó a su sobrino lo que sucedió después con Kawaki. Nahuel se limitó a escucharlo en silencio, sin interrumpirlo hasta el final. Cuando su tío acabó recién se animó a hablar.
- ¿Cómo pudo hacerme eso Boruto? - la voz de Naruto se le quebró y Nahuel lo abrazó con ternura - Hasta me dijo que para él yo era un desconocido luego de todo lo que pasamos juntos ¿un desconocido? Me duele Nahuel, me duele mucho porque para mí él era mi niño.
- ¿Y nunca le diste la oportunidad de aclarar las cosas?
- No ¿cómo podría hacerlo cuando él me....me entregó a un loco como Kawaki?
- Fue Menma quien lo mató
- Si, me lo dijiste sobrino. Pero Kawaki estaba loco. Me tenía encerrado y....
Nahuel lo abrazó con fuerza recomfortándolo. Sabía que estaba en extremo dolido, por eso seguía distanciado de Boruto. Pero ese dolor solo desaparecería si se reconciliaban.
- Tío toma - Nahuel le dió su celular - Llama a tu hijo, es indispensable que hablen y aclaren las cosas.
- No
- Tío escuchalo, es tu hijo. Aquel que te salvó del imfierno en el que te encontrabas.
-Pero yo....yo no....
- Tío ese dolor que sientes jamás desaparecerá hasta que vuelvas a reconciliarte con Boruto. No seas terco. Hazlo y dejanos al maldito de Menma a Gaara y a mí. Caerá más pronto de lo que crees.
Naruto suspiró y tomó el celular de su sobrino e hizo la llamada. Boruto, creyendo que era su primo Nahuel atendió al instante. Al oír su voz, Naruto empezó a llorar.
-¿Boruto? ¿Hijo?
-¿Papá?
-Si, soy yo...¿Podrías venir a casa por favor?
-¿Qué? ¿Acaso sucede algo?
- Te necesito hijo....por favor.
- Voy inmediatamente papá.
- Gracias hijo, te espero.
Al colgar le entregó el celular a Nahuel sin dejar de llorar. Sasuke acababa de llegar y tras oír aquello, corrió a consolar a su amada pareja.
- Nahuel tiene razón mi vida, debes reconciliarte con Boruto.
-Lo se mi amor.
- Doctor Uchiha, nuevamemte nos volvemos a encontrar.
- Nahuel Uzumaki, que coincidencias de la vida.
Al poco tiempo llegaban Boruto y Shinki. Naruto corrió junto a su hijo y tras abrazarlo con fuerza susurró:
-Perdón por ser tan terco hijo. Perdón por haberme distanciado de tí, mi niño.
- Papá. Perdoname tú, por haber sido tan necio.
Los dejaron hablar solos saliendo del living. Fuera Nahuel les dijo a Sasuke y a Shinki, que sería conveniente que estuviesen todos juntos, hasta haberse asegurado de que Menma haya caído.
- Es buena idea - dijo Sasuke - Llamaré a Gaara
- Y yo a Shura - dijo Shinki.
Así padre e hijo no solo se reconciliaron sino que además se trasladaron a la mansión de los Uchihas a vivir. Lo mismo hicieron Boris y Shura.
Naruto se reconcilió con Boris también ya que pudo darse cuenta que el culpable era Menma, Boris no hizo nada malo.
Gaara y Mitsuki accedieron a su vez a trasladarse a la mansión aquella junto con los demás. De esa forma Shura lanzaba un poderoso escudo protector entorno a toda la extensa propiedad.
Así ni Menma ni ningún secuaz suyo podría ver siquiera la mansión sino una vieja ruina abandonada. Ni detectaría a ninguno de los que allí se encuentren.
Esto se debía al increíble poder del chakra que el jóven poseía. Aquella era una brillante oportunidad para conocerse mejor todos, y para que Gaara conozca en serio a Boris y lo acepte.
Boris se había recibido de psiquiatra hacia dos días. Boruto, Shinki y Shura era medicos desde hacía una semana. Nahuel había sido invitado para quedarse allí también. Total la mansión era muy grande. El jóven abogado aceptó.
Así podría trabajar con Gaara y Mitsuki más cómodo. Cuando conoció a Boris, ambos se asombraron ya que en verdad eran idénticos. Parecía gemelos.
- Un gusto conocerte Boris
- Lo mismo digo Nahuel.
Nahuel empezaba a entender más el asombro de Shikadai.
Sonriendo felíz esa noche, luego de la mudanza, se encerró en su nueva habitación y lo llamó. Para mayor placer suyo Shikadai atendió al instante.
- Te dije que me llamaras Shikadai Nara, pero no lo hiciste. Así que tuve que hacerlo yo.
-¿Nahuel? Que alegría, disculpame. Es que estuve en exceso ocupado rindiendo mi última materia. Desde ayer puedo decir que ya soy abogado.
- Excusas, puras excusas - respondió felíz Nahuel arrojándose a la cama.
- Es cierto
- Felicidades abogado Nara.
- Gracias Nahuel.
Ambos conversaron hasta altas horas de la noche, quedando en verse al día siguiente. Ambos sentían la peculiar necesidad de estar juntos. Extraña necesidad que los asombraba y los fascinaba a su vez.
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