-¡Buenos días James!- Sthepeng me da un folleto y obstruye mi camino.
-¿Que es esto?- le doy un rápido vistazo e intento evadirlo.
-Es el nuevo diseño para el tour por la empresa- vuelve a obstruir mi camino ¿Qué le ocurre a este tipo?
-Ahh eso es bueno- intento continuar.
-Oh ouh, mi pie un calambre, ayúdame- que se joda. -¿No piensas ayudarme?- le doy una mirada fija y rápidamente se para firme. -Ah ya se me pasó jajaja- idiota, no puedo creer que seas el vicepresidente
Que vergüenza. -Quítate-
-Está bien, está bien, nos vemos- da media vuelta y se marcha. -Quítiti, no sé que tanto presume... siempre mirándome por encima del hombro a pesar de que he estado prácticamente toda mi vida apoyándolo ¿es este imbécil mi mejor amigo?- ¿acaso está murmurando? no creo, esto debió ser intencional.
-¿Yo te dije que te me pegaras como un chicle en la primaria? no, cierto.... ahora paga el precio, dile a la Srta. Drake que pase- no puedo evitar tener una sonrisa de emoción en mi rostro.
Entro en a mi oficina y nada, voy a la suya tampoco nada... puedo oír unos golpes de tacones, me oculto tras la puerta y cuando entra en mi oficina la veo mientras me oculto tras el marco... para ser sincero es muy hermosa demasiado para no mentirles. salgo de su oficina para entrar a la mía por la puerta principal. -Buenos días Sr. Presidente... soy...- la interrumpo levantando mi mano.
Ya se quien eres preciosa. -Eres Jessica Anne Drake Wilson, naciste el 1 de febrero de 1995, tienes 25 años de edad, graduada de Harvard, tu madre es Meredith Wilson propietaria de la cadena de restaurantes Dithson´s, tu padre es Zachary Drake famoso médico cirujano... aun están casados, eres alérgica a las fresas y el polen...- pide la palabra, que interesante.
-Creo que sabes más de lo que mis propios padres deberían saber- sonríe con ironía y me observa de pies a cabeza.
-Deberías sentirte honrada de que alguien como yo sepa todo sobre ti- vamos a jugar un poco.
-Por supuesto, alguien tan apuesto como tú- toma asiento rectamente, me agrada.
-No todos tienen la suerte de nacer con el rostro de Eros- ¿Qué da tanta gracias?
-HAHAHAHAHAHAHAAHAHAHAHHAHA- para nada gracioso, no negaré que me siento humillado y muy avergonzado ojala no tenga la nariz roja. -Lo siento, lo siento Sr. Dorlan he recordado algo- se recompone, baja su cabeza y suspira, tomo una carpeta de mi estantería y se la doy.
-Aquí esta todo lo que debes saber de mí, mis horarios, alergias, restaurantes favoritos, todo... ahora puedes pasar a tu oficina- claramente estoy disgustado.
-Mmm... perfecto Sr. Presidente...-
-Espera- pongo mi palma sobre mi frente y con mi otra mano la señalo. -Sr. Dorlan para ti- su corazón debe estar latiendo a mil.