El hombre que tenía delante era amable y de modales suaves. Tenía los ojos ligeramente levantados y parecía bastante educado. Sin embargo, su forma de hablar sonaba un poco extraña.
Nora encontró su pregunta bastante ridícula. Era la segunda vez que se veían y, sin embargo, ¿ya empezaba a tomar nota de su vida privada?
Aunque le parecía bastante simpático, no podía molestarse en hablar con él de esas cosas. Levantó ligeramente las cejas y dijo con desdén: —Parece que se ocupa de algo más que de sus propios asuntos, señor Smith...
Se había llevado una buena impresión de él cuando lo conoció. Sin embargo, cuando se dio cuenta de que su mujer era la que intimidaba a Tanya, ya no se molestó en hablarle con educación.
Luego de decir eso, se fue enseguida.
Joel frunció el ceño mientras la miraba marcharse. No pudo evitar ir tras ella y decirle: —¡Señorita Smith, permítame recordarle que el señor Hunt ya tiene un hijo!
Nora: —?