La expresión de Jon no cambió mientras respondía: —Es el Dr. Zabe.
De inmediato, Joel se dispuso a dar instrucciones a sus subordinados para que lo invitaran.
Sin embargo, Jon lo detuvo: —Ya es muy viejo, e incluso se ha vuelto algo despistado y está postrado en la cama. Pero he oído que acogió a un alumno que heredó todas sus habilidades. Por desgracia, esta persona es muy misteriosa. Nadie sabe dónde está.
Joel frunció el ceño. Su mirada se posó en Ian, que estaba tumbado en la cama.
Jon contempló durante un rato antes de volver a hablar: —Puedo mantener vivo al señor Smith, pero tendrás que dejar que recupere sus ganas de vivir o encontrar al alumno del doctor Zabe.
Joel asintió, apareciendo una mirada un poco afilada en sus ojos coquetos.
—En ese caso, por favor, ayude a mi tío a recuperar la conciencia lo antes posible, señor Myers.
—De acuerdo.