บท 20: Delia

Cuando Erik regresó a casa se encontró con un aroma a comida, reconoció el aroma como el de la cocina que su nana preparaba, pero eso era imposible, después de todo la anciana llevaba casi cinco años retirada. Mientras subía las escaleras escuchó la voz que solía cantarle para dormir hace muchos años

-Joven Erick, está de regreso

La anciana de más de 60 años recibió a Erick en la sala, su cabello estaba amarrado en un chongo ordenado, sin ningún cabello fuera de su lugar, con movimientos practicados ayudo a tomar el maletín de Eric y lo ayudó a despojarse del saco. Todo era natural como cuando volvía del colegio en la casa de su abuelo

-Nana ¿Qué haces aquí?

La mujer sonrió

-La señorita Carla me pidió que volviera para cuidarle durante algún tiempo

Erick sintió dolor de cabeza pensando en lo que planearía su hermana. Estrictamente hablando su nana solo lo había criado a él, había sido contratada cuando él aún vivía en casa de su abuelo, después de que regresó a casa de sus padres su nana había decidido jubilarse

- ¿Te molestó? Hablaré con ella, nana puedes volver

Delia observó al apuesto joven frente a ella, ella había sido quien lo cuido desde que era un bebé de tan solo unos meses, era como un hijo para ella, se había retirado porque quería que él fuera el último niño al que criara, su joven amo era tan lamentable desde pequeño, pero aun así era tan dulce que no podía evitar querer cuidarlo

-No soy tan vieja, parece que la niña tendrá un viaje largo, la servidumbre tomó vacaciones y solamente quedamos el conductor, el jardinero y yo. ¿Planeaba cocinar por sí mismo joven Erick?

Erick frunció el ceño, por la seguridad de quienes trabajaban en la casa de los Moore en el contrato se estipulaba que podían tomar vacaciones cuando no hubiera ningún miembro de la familia presente con Erick, después de todo trabajar cerca de él ya era peligroso.

-Hablaré con ella, Noah debe estar en alguna fiesta también- Sacó su celular e intentó llamar a su hermano, pero el número lo mandaba al buzón directamente, lo mismo pasaba con Carla- es extraño

-La cena está lista, hice albóndigas, las serviré en un momento

Erick se sintió un poco mejor, aunque su familia había contratado a un chef para preparar la comida nadie hacía las albóndigas como su nana, tal vez era parcial pero aun así prefería ese sabor. Tomó una ducha rápida y para cuando bajo un plato humeante lo esperaba. Frente a él se sentó su nana y comieron en un silencio tácito.

Incluso recordar su charla con Leah y Joseph no se sentía tan mal. Aún estaba insatisfecho con su hermana por molestar a su anciana nana, pero comer ese plato de albóndigas lo hizo decidir que no la castigaría.

Cuando terminó la cena y Erick subió Delia corrió rápidamente a la cocina, al ver su rapidez nadie pensaría que era una anciana sexagenaria. En sus manos había varias cajas con supresores, una mascarilla de gas y una pistola que generalmente se usaría para noquear a los animales en el zoológico.

Cuando Carla contactó a Delia le dijo que podría tener un episodio ¿Por qué si no se habría subido a un avión desde su ciudad natal para llegar en un par de horas a ver a su joven amo? Aunque no entendía muy bien lo que había pasado entre esos hermanos siempre estaría del lado de su joven amo.

Arrastro sus viejas piernas hasta el tercer piso, el lugar era limpio y elegante pero no tenía calidez humana, después de todo, solo su joven amo y la servidumbre pondrían un pie en este lugar y, ninguno permanecería más de lo necesario ahí. Desde que su niñez, el joven amo tendría que ser separado de otras personas para garantizar la seguridad de ambas partes, en cualquier lugar al que su joven amo fuera recurrentemente tendrían que aislar un piso entero para su uso.

Sin embargo se sorprendió al ver que en el pasillo que llevaba a la habitación de su joven amo habían jarrones llenos de flores frescas, estaban dispuestos de manera inexperta así que probablemente fuesen hechos por el mismo amo Erick, Delia sintió que su corazón dolía, nadie estaba dispuesto a estar más del tiempo necesario con el joven amo así que nadie prestaría atención a los pequeños detalles, se limpió las pequeñas lagrima que se habían formado en el rabillo de sus ojos y se colocó la máscara, cargo la pistola 190B y tomó una silla de madera para pasar la noche en vela frente al pasillo de su joven amo.

En su habitación Erick leía los reportes de sus subordinados sobre las nuevas sucursales en el extranjero, el desarrollo de la empresa había sido apresurado, pero solo tenía tres años más así que solo podía tomar una ruta más agresiva, surgieron some problemas, pero no era nada que él no hubiera esperado antes. Masajeo su cuello rígido, observo el reloj y se movió hacia su cama con los pies pesados, su insomnio ataco de nuevo y durante un buen rato solo pudo observar el techo.

Después de un buen rato se frustro y abrió el último cajón de su cómoda, un pequeño control y encendió un proyector, cientos de estrellas se iluminaron en el techo, se sonrojo pensando "Hoy es el último día" aunque sabía que no era verdad, ese proyector para niños lo había acompañado desde su niñez, desde su punto de vista era como un adulto que necesita de una mantita para dormir, ese era su más vergonzoso secreto. Los últimos días habían podido dormir bien, el aroma de las flores del pequeño vendedor lo había adormecido, pero después de casi tener un arrebato por la tarde el leve aroma floral no podía consolarlo.

Reflexionó sobre sí mismo, se estaba volviendo impulsivo, no le gustaba esa sensación de no tener el control, habitualmente se inyecto un supresor y dejo que el sueño lo venciera, completamente inconsciente de que en su estudio un sobre manila lo esperaba para ser abierto.

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