POV MEGAN
Un año más tarde
Después de cuatro años íbamos a poder volver a casa. Realmente estaba contenta de poder hacerlo. Durante el tiempo que estuvimos en Los Ángeles, nos mantuvimos ocultos para que Nikolái pudiese arreglar con la DEA nuestra historia para el resto del mundo, ya que volveríamos a la vida para el resto.
Básicamente, nuestra historia consistiría en que estábamos bajo protección de la DEA porque nuestras vidas estaban en riesgo por culpa de la mafia rusa la cual andaba detrás nuestra. La parte que no me gustaba tanto era que la parte que más odiaba de ella saldría a la luz, pero David y Hugo nos estaban ayudando con eso.
La DEA había hecho una conferencia esta mañana en Los Ángeles e Italia para contar que la mafia rusa fue desarmada y supongo que es ahí donde contarían que nosotros estábamos vivos. Realmente no tenemos mucha idea de lo que dijeron, ya que estábamos en un avión de vuelta a Italia.
En este momento estaba plantada delante de la tumba de Alexandra. Ya habíamos ordenado sacar las nuestras y sé que por alguna parte del cementerio estaba David esperándome. Puedo decir que era raro estar parado delante de la tumba de alguien que realmente quieres.
"Megan, nos están esperando en la finca. Mamá llamó para decir que no tardarían nada en llegar allí." Dijo David detrás de mí "No tardaré." Aseguré con la mirada clavada en la lápida de mi hermana y con un par de lágrimas corriendo por mi rostro "Pues no es lo que parece. Mejor vayámonos."
Dejé de mirar la tumba de mi hermana y asentí al chico que tenía al lado para que acabase de hacer el trabajo. David me dio un beso en la frente y empezamos a caminar hacia el coche para irnos a la finca. Durante todo el camino fuimos en silencio, o casi, porque se escuchaba la respiración tranquila de la pequeña Alexandra. Miré para atrás para asegurarme de que nuestra hija estaba bien y luego me volví a girar para mirar por la ventanilla.
Una vez llegamos a la finca, nos fuimos hacia el jardín, nos dirigimos a la parte de atrás de la casa, porque hacía un gran día como para no disfrutarlo. Era el tipo de día que Alexandra adoraba cuando salimos de allí. "¿Dónde os habíais metido vosotros dos?" preguntó mamá dándome un beso en la mejilla "Fui a asegurarme de que sacaban nuestras tumbas del cementerio." Dije encogiéndome de hombros "Megan, sabes que lo harían."
"Me quería asegurar." Respondí, porque realmente lo que había ido a hacer era ver la tumba de Ale "No era…" empezó, pero David la paró antes de que pudiese decir algo más "Mamá, déjala. Sabes que no hay manera de cambiarle la idea a esta mujer."
"Lo sé. Mejor dime que tal va tu día." Preguntó, centrando de nuevo su mirada en mí "Bien." Dije secamente "¿Y la pequeña Ale?" preguntó estirando los brazos en la dirección de mi hija de dos meses "Ella está bien, pero tenemos que ir dentro al médico en un par de días a que la vacunen."
"Oh pobre, con lo poco que le gustan las pinchas." Dijo moviéndola de un lado a otro "Dímelo a mí, casi siempre me deja sorda de los gritos que pega, no sé cómo haces para que no grite de esa manera."
"Poder de abuela, si quieres puedo ir con vosotros." Dijo pasando a mirar para nosotros "Te lo agradecería un montón, total David tiene que ir a otro lugar." Dije molesta de que no me dijese a donde tenía que ir "Luego me decís la hora y me aparezco por vuestra casa antes."
"Está bien. ¿Dónde está Alison que no la veo rondar por aquí?" pregunté, porque hacía un par de días que no veía a mi sobrina de siete años, prácticamente ocho "Está junto a tu padre comiendo sin que este se dé cuenta."
"No sé ni para que pregunté. ¿Y cómo está ella?" pregunté seriamente, porque sabía que tampoco era el mejor de los días para ella "Emocionada, como lo ha estado desde que lo supo." Dijo mamá con una gran sonrisa en su rostro. Ella también estaba emocionada "Hey, venid a comer que al parecer están metidos en un atasco y tardarán en salir de allí." Dijo papá desde al lado de la parrilla.
"¿Y está bien que comamos sin ellos?" pregunté confundida "Yo solo sigo órdenes de la jefa, asique vayamos a comer antes de que tu sobrina acabe con toda la comida." No pude evitar reírme y nos fuimos a donde estaba la mesa en la cual ya estaban, Alison, Diego, Rose y Sergio esperando por nosotros. Antes de que pudiese sentarme, unos brazos me rodean y me pegan lo máximo posible.
"Hey, ¿Qué tal esta la persona más guapa de esta casa?" dijo Diego con una gran sonrisa en su rostro "Estaba a tu lado tío." Respondió Alison confundida y ya no sé si Diego lo hacía apropósito o no, porque siempre nos lo decía a las dos, y ella siempre acababa confundida. No oculté mi sonrisa mientras que Diego se giraba hacia esta.
"Perdona, quiero decir la segunda más guapa." Dijo este con una gran sonrisa "Ah." Diego volvió a girarse en mi dirección mientras yo veía como David iba a junto a Rose y la abrazaba, y es en ese momento que Diego hace que mire para él. Este chico me conocía prácticamente como lo hacía Alexandra.
"Hey, ¿estás bien?" preguntó preocupado y asentí "A mí no me mientas, sé que hoy es un día duro para ti." Dijo a modo de reproche "Lo es para todos…" dije encogiéndome de hombros "Pero a ti te afecta a la que más."
"Espero que se me pase, estoy harta. Sobre todo, empeora más tarde." Dije suspirando "Lo sé, pero sabes lo que ella te diría de estar aquí ¿verdad?" preguntó y asentí, porque tenía más que claro lo que me diría mi hermana "Que nada de lo que pasó fue culpa mía, y de que está bien."
"Pues eso es lo que tienes que pensar. Ambos sabemos que no podía estar mejor, acabó su sufrimiento. Asique mejor relájate." Respondió suavemente "Fácil decirlo, pero complicado hacerlo." Bufé "Pero sé que lo harás, junto con tu hermana sois las personas más fuertes que conozco. Ahora alegra esa cara, porque como apareciese, me mataría por ponerte triste."
"No lo hiciste." Respondí con una pequeña sonrisa, porque sería lo más probable "Como si lo fuese a entender." Nos reímos y fuimos a la mesa donde ya estaban sentados todos. Ale estaba entre David y yo y nos turnábamos para darle de comer. Cuando terminamos de comer entre risas e historias, David se fue a llevar a nuestra hija a dormir la siesta mientras yo aprovecharía para ir a dar un paseo por la finca hasta que decidí sentarme en el mismo sitio en el que nos sentábamos tanto Alexandra como yo para ver el cielo.
No sé realmente cuanto tiempo pasé allí sentada sin hacer nada cuando siento como alguien se siente a mi lado. Ni me molesto en mirar quién es, porque solo una persona sabría que estaría aquí. "Echaba de menos las vistas que teníamos desde aquí." Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro na vez escuché su voz "Yo también." Respondí.
"Me dijo Diego que no estabas bien del todo, y que fuiste al cementerio a pesar de que sabías que no hacía falta estar allí." Dijo algo parecido a reproche, pero podía escuchar la sonrisa que debía tener plantada en su rostro "Tenía que hacerlo, pero ¿sabes? Es raro estar parada delante de nuestras tumbas sabiendo que realmente no estamos ahí."
"Dímelo a mí, pero sabes que eso no es lo que me interesa saber, Megan." Dijo y asentí, porque lo tenía más que claro "Lo sé." Contesté "Entonces cuéntame que es lo que ronda por esa cabeza loquita tuya."
"Realmente no ronda demasiado, solo que este no es un buen día, para ninguna de las dos." Dije encogiéndome de hombros "Para mí lo es. Estoy bien y lo que nos atormentaba a las dos no está. ¿Qué más puedo pedir?"
Me giré para verla, porque no tenía claro si estaba hablando en serio o si era ironía "Casi te mueres." Dije seriamente "¿Acaso es la primera vez que me pasa algo así?" preguntó como si fuese algo de lo más normal "No, pero, …" empecé, pero me detuvo antes de que pudiese decir algo más "¿Y acaso no estoy aquí de una sola pieza?" Asentí, porque eso era cierto al menos
"Pues eso es lo que importa. Estoy aquí y ambas sabemos que es complicado acabar con una terca como lo soy yo." Dijo riéndose y asentí, porque era cierto "No te preocupes por eso. Además, ahora no nos metemos demasiado en tema de drogas, no nos pasará nada fuera de lugar. Lo más dañadas que podemos salir es si nos disparan o con moretones, pero no estaremos en situaciones de vida o muerte constantemente" aseguró y asentí, porque en cierta manera es lo que haríamos.
"Tienes razón." Contesté y ella rodó los ojos "Claro que la tengo, no hace falta que me lo digas." Dijo encogiéndose de hombros "Mejor dime donde dejaste a Tessa." Pregunté riéndome y negando, al parecer Ale nunca cambiaría en ese sentido "Se quedó con el resto."
"¿Y qué tal estás?" pregunté con curiosidad y una gran sonrisa apareció en su rostro "Yo genial, pero me molesta todo el cuerpo." Respondió encogiéndose de hombros "Esas camas son incómodas." Asentí "Dímelo a mí, me pasé tres días en una de ella sin que Hugo me dejase salir de ella si no era para ir al baño."
"Te ama y se preocupa por ti. ¿De verdad te esperabas otra cosa?" pregunté irónicamente y ella negó "Pues no. Yo también lo amo." Admitió, y eso habérselo preguntado hace un par de años, lo hubiese negado "Lo sé. Me alegro de que lo hayas encontrado, de verdad. Se ve que te hace feliz."
"Lo hace, pero a ti también lo hace David." Dijo de la mejor forma que pudo. Sabía que no le caía muy bien que digamos, pero apreciaba que hiciese lo que estaba en su mano para tratarlo bien "Tienes razón, lo hace." Asentí "Mejor, ¿por qué no vamos a junto los demás antes de que empiecen a buscarnos?"
"Tienes razón, además tengo que conocer mi pequeña sobrina." Dije con una gran sonrisa "Pues vamos." Nos levantamos del suelo y empezamos a caminar en la dirección en la que estaban todos hasta que me pare, lo que hace que se gire para ver que me pasa. "¿Está todo bien?" preguntó preocupada "Si, pero ¿te puedo decir algo?"
"Claro, ¿Qué pasa?" preguntó, su preocupación creciendo y le sonreí para demostrar que no era nada malo "No, no pasa nada. Solo quiero decirte que te quiero. Eres la mejor hermana que pude tener, y lo digo en serio Ale."
"Me vas a hacer llorar, y no me gustaría llorar más hoy." Dijo prácticamente en un susurro "Espero que fuese de alegría." Dije bromeando y ella se rio "Evidentemente, pero yo también te quiero Megan." Nos dimos un abrazo y le limpié las pocas lágrimas que se le habían escapado y ella me da una sonrisa que era muy común verla en los últimos años.
"¿Vamos?" preguntó "Vete adelantando." Le contesté y una vez más, preocupación invadió su rostro "¿Segura que estás bien?" preguntó y asentí "Si Ale, estoy bien. Ve junto a tu familia anda que yo voy ahora."
Me dio un último abrazo y se fue hacia donde estaba Hugo el cual estaba mirando como tanto mi madre como la de él estaban jugando con la pequeña Tessa. Puede ser que en cuando éramos pequeñas, tanto yo como Alexandra lo pasásemos mal, pero si me lo preguntan y estoy completamente segura que ella también, si volveríamos a pasar por ello, no dudaríamos en decir que sí. Fue un infierno por el que pasamos, pero al final, habíamos conseguido la familia que nunca tuvimos con la nuestra propia, y había conseguido a la mejor hermana que podía tener, de eso no cabe duda.
En cuanto Alexandra llegó a donde estaban ellos, Hugo le da un beso y la acerca a él. Alison no tarda nada en ir a abrazar a su madre y después de un par de minutos, Ale se estira en dirección a su tía, haciendo que mamá se la pase y Alexandra empiece a jugar con ella.
A pesar de todo lo que habíamos pasado después de que Alexandra casi muriese por no sé qué vez consecutiva y luego de darse cuenta que había perdido al hijo que estaban esperando, Ale se veía genial. Al menos esta vez parecía que la terapia le estaba funcionando de alguna manera, lo cual era genial ya que los primeros meses no fue fácil para ninguna de las dos, pero como siempre, salimos hacia delante. Es lo que estábamos acostumbradas a hacer.
"Meg, ¿está todo bien?" preguntó David detrás de mí y rodeándome con sus brazos "Sí, estoy bien" le contesté "¿Entonces que haces aquí tan sola?" preguntó algo confundido y me giré para poder verlo con una sonrisa invadiendo mi rostro "Nada, solo estaba admirando nuestra familia y lo feliz que se veía mi hermana después de la mierda que habían sido los primeros meses"
David asintió y ambos pasamos a mirar a nuestra familia que era todo risas y carcajadas "Tu hermana es una chica muy fuerte, y sé que no le caigo bien ni nada por el estilo, pero la aprecio más de lo que se puede imaginar, al final evitó que tu lo pasases mal allí dentro" dijo y asentí, porque era cierto.
Después de unos segundos, pude escuchar la risa de mi hija y la gran sonrisa que tenía en el rostro Ale, lo que hace que la mía prácticamente no me coja en el rostro. Esa estampa solo hacía que mi felicidad aumentase más si era posible, pero éramos felices después de mucho tiempo y eso es lo único que me importaba David me dio un beso en la sien, y cogidos de la mano, nos unimos a nuestra familia, yo más que entusiasmada por conocer a mi pequeña sobrina Tessa.
FIN
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