POV DIMITRI
Otro día más aquí encerrado. Debo admitir que me lo merezco, no lo niego. Fui un hijo de la gran puta por hacer todo eso que hice a todas esas chicas, sobre todo a Alexandra y nuestro hijo. En ese momento no lo quería, y me era igual lo que pasase con ella y el niño, pero después de que escapó y descubrí que había tenido una hija que solo podía ser mía, empecé a buscarla para intentar remediar todo lo malo que hice.
Fue desde ese momento en el que los problemas con Stefan. El odiaba a los niños pequeños, pero más odiaba a Alexandra que por algún motivo, nunca me dijo. Es ahí cuando nos empezamos a separar y todo. Dudo mucho que me esté buscando, y si lo está haciendo, es para acabar conmigo, por eso quiero ayudar a Alexandra. Sé que acabaré muerto y no se lo voy a reprochar o algo, como dije antes, me lo merezco, pero quiero de alguna manera, enmendar todo lo que hice, aunque estoy seguro que nada lo hará, pero por intentarlo no pierdo nada.
No sé cuántos días llevo aquí encerrado, pero tampoco es que me importe demasiado porque no tengo otra cosa que hacer que no sea pensar en el hijo de perra que fui en estos últimos años.
En ese momento la puerta se abre con tanta fuerza que golpea en la pared, y puedo ver a una Alexandra de lo más enfadada, por lo que supongo que hoy no será mi día de suerte y que la pasaré mal.
"Me tienes que explicar un par de cosas, Dimitri." Dijo entre los dientes "¿El qué?" pregunté sin saber qué es lo que quería saber exactamente, tenía mi teléfono y eso era todo lo que necesitaba "¿A quién tenéis dentro de la DEA?" preguntó.
Por un momento quedé sorprendido de que preguntase eso, no entendía que importancia tenía eso, pero debo suponer que alguna debía de tener "Creo recordar que tenemos a dos personas ahí dentro. Una de ellas es el jefe que está aquí y otro creo que es un chico llamado Derek o algo así. Creo recordar que es uno de los hijos de Stefan."
"¿Qué?" dijo más alto de lo que me esperaba "Si. No le hizo gracia la cosa de tener un hijo, pero este llegó un día diciendo que quería ayudarnos y no sé qué más pasó, porque se lo llevó al despacho, y no tengo ni la más mínima idea de que hablaron. Déjame decirte que ese chico es inteligente y nos estaba ayudando con ese chico."
"¿Qué chico?" preguntó más bajo, pero parecía tener miedo a algo, lo cual no era normal en ella. Ni cuando estaba allí dentro mostraba su miedo. "No recuerdo su nombre, pero lo que sí sé es que es ese chico que metió a su padre preso por narcotráfico." Sus ojos aumentaron de tamaño "¿Hugo?"
"Si, así se llama." Asentí pensando por qué le importaba ese chico ahora "Mierda, ¿y que se supone que tiene pensado hacer?" preguntó empezando a andar de un lado para otro "Tengo entendido de que intentarían sacarlo del camino, supongo que entiendes lo que quiero decir."
"¿Que lo quieren matar?" asentí, porque eso es lo último que había entendido "¿Cuándo?" preguntó parándose delante de mí "Hablaban de que iban a hacer que confiase en él y que en cuanto consiguiese eso, lo iban a hacer."
En eso, Alexandra cogió el teléfono y empezó a llamar a alguien con insistencia, y podía ver que, con el paso de los segundos, se ponía más de los nervios, y si algo hacía, era conocer bastante bien a Alexandra, al menos la manera de reaccionar de su cuerpo, y cuando pareció que se cansó de llamar, se giró hacia el guardaespaldas que estaba con ella y acabó por largarse sin decir nada, lo que me dejó más que confuso.
"Tienes suerte de que ese chico le importa más que nada y que me dijo que no te tocase un solo pelo, porque si no en este momento estarías más muerto que otra cosa." Asentí, porque sabía que cualquiera que conociese a Alexandra y la quisiese lo haría "Me odias, ¿no es así?"
Pude ver la furia en su mirada y cerró los puños, supongo que no darme un puñetazo "No hace falta que conteste esa pregunta, es de lo más estúpido que pudiste preguntar."
"Escucha, sé que lo que hice no fue lo mejor que pude hacer, y entiendo que estés enfadado, pero me arrepiento de haber hecho todo lo que hice." Dije y el bufó, dejándome más que claro que no se lo creía ni por un segundo, no que lo culpase por eso. "Eso cuéntaselo a otro, porque nadie te va a creer. Yo de ser Alexandra te hubiese matado hace mucho tiempo. Aun no entiendo el porqué de que te mantenga vivo."
"Eso mismo me pregunto yo, pero no estoy mintiendo cuando digo que quiero ayudarlas a acabar con mi hermano, no está bien de la cabeza." Dije "¿Y tú sí?" preguntó con ironía presente en su voz "Créeme, si crees que yo estoy mal de la cabeza, mi hermano está el doble o triple peor." Negó, pero podía ver que tenía unas ganas inmensas de acabar conmigo "No lo dudo, ahora cierra esa boca antes de que te dé un guantazo."
POV ALEXANDRA
Esperaba que todo lo que encontré en el teléfono no fuese real, y eso que solo había mirado los contactos. No tengo ni la menor idea de que más iba a encontrar en ese puñetero teléfono. Mientras me dirigía hacia la oficina de la DEA en la que trabajaba Hugo, iba llamándolo, pero no contestaba y cada segundo que pasaba, me ponía más de los nervios.
No estaba demasiado lejos de la oficina, pero si en un lugar en el que no había nada y con marcas de derrape en la carretera. No mucho más adelante, había un coche parado, y algo me decía que debía pararme, por lo que paré y fui hacia el lado en el que iba la dirección de la frenada. Me puse la capucha y bajé un poco la cabeza, pero pudiendo ver todo a mi alrededor.
Cuando estaba cerca, empecé a escuchar voces y empiezo a acelerar el paso y sacar la pistola en el momento en el que escucho un disparo. No tardo nada en llegar a donde están dos hombres, pero la voz de uno de la cual puedo reconocer fácilmente. No podía ver quien era el que estaba con él, sólo sé que lo estaba apuntando y por la cara de Hugo, podía ver que algo andaba mal en este mismo momento. Escuché como sacaba el seguro a su arma y no tenía ni la menor idea de lo que hacer, lo único que tenía claro era que no quería que le pasase nada a Hugo, por lo que le saco el seguro a mi arma y apunto hacia el hombre.
"Ei, estúpido." La persona se gira en mi dirección y vuelve a mirar en la dirección de Hugo, pero antes de que pueda hacer algo, el chico dispara a Hugo y sale corriendo en la dirección contraria, pero no tardo nada en disparar en su dirección que acaba por darle a un lado de la cara e iba a seguirle, pero de no ser porque escucho el grito de dolor de Hugo, hubiera salido detrás de ese tipo para acabar con él. Me di la vuelta para ir junto a Hugo, pero cuando estoy a unos cuantos pasos de él, alcanza su arma y me apunta con ella.
"Ni se te ocurra acercarte estúpido, porque esta vez no caeré en tu juego." Dijo "Eh, tranquilo… soy yo… Alexandra." Con cuidado bajé el arma hasta dejarla en el suelo, levanté las manos y lentamente me saqué la capucha para que pudiera verme. Su rostro cambió completamente en el momento en el que me vio, pero no tarda nada en levantar su arma de nuevo en mi dirección.
"Fuiste tú quien me mando asesinar, ¿no es así?" preguntó lleno de furia "Yo no tengo nada que ver con esto, Hugo." Dije tranquilamente, porque en caso de querer hacerlo, lo hubiese hecho en el momento que había salido por la puerta de nuestra casa "No mientas. Me enseñaste todo lo que hacías para después tener una razón para matarte."
"¡¡¡¡Yo no te mataría Hugo!!!! ¿Por qué tendría que matarte?" pregunté intentando que me diese una sola razón por la que lo mataría, y una razón lógica "Ah no sé, eso es lo que me pregunto yo." Dijo medio en susurro.
"Escucha. Sé que estás asustado y que te duele el brazo más que a nada. Te juro que no quiero hacerte daño y mucho menos matarte." Dije dando un pequeño paso en su dirección, y para mi suerte, pareció que no se dio cuenta "¿Entonces me explicas como es que me has encontrado?" preguntó "Te estuve llamando por un rato e iba a buscarte a tu oficina para decirte algo importante."
"¿El qué?" preguntó con curiosidad presente en su voz "Es sobre Derek y tu jefe." Dije suavemente para no alterarlo más "Derek es un hijo de la gran puta…" fruncí el ceño, porque en este momento no entendía a que venía hasta que se me ocurrió que tal vez la persona que estaba con él hace nada era ese chico. "¿El hombre que estaba contigo era él?"
"No te hagas la estúpida que sé muy bien que fuiste tú la que lo chantajeo. Es un estúpido." Dijo seriamente y yo me paré de mover en su dirección "Hugo… Escúchame un momento…" intenté decir, pero levantó el arma de nuevo "No tengo nada que escuchar de ti, Alexandra. Fui un estúpido al enamorarme de ti. Es una puta mierda estar enamorado de ti, créeme, pero no puedo hacer nada contra eso y podría perder todo por lo que he luchado estos últimos años solo por ti. ¿Por qué me haces esto, ¿eh?"
No voy a negar que dolía lo que estaba diciendo en este momento, porque de verdad que lo hacía, y puede ser que sea una mierda que me ame, pero no quiero que le pase nada. Lo único que me preocupa en este momento es que esté bien, y eso implica que deje de sangrar como lo está haciendo en este momento.
"Hugo, déjame al menos mirar la herida de tu brazo… No tiene buena pinta y no quiero que te pase nada." Dije "Eso habértelo pensado antes de mandar matarme." Prácticamente dijo gritando "¿De verdad piensas eso de mí? ¿Qué mandé matarte?"
"¿Qué otra opción me queda?" preguntó "¿Y no crees que, en caso de querer matarte, te hubiese matado el día que te llevé a mi casa?" pregunté medio enfadada, porque no me podía creer que creía eso.
La cara que tenía en este momento no tengo ni la menor idea de que decía. Creo que, por una vez en mucho tiempo, no tenía ni la menor idea de qué hacer. Aparté con el pie el arma a un lado y levanté mis manos para que las pudiera ver y se quedase más tranquilo.
"Escucha, déjame al menos ayudarte, no quiero nada más que eso. Después puedes hacer lo que te venga en gana conmigo." Dije acercándome a él de nuevo "Mierda… tienes razón… no tiene sentido…" susurró. Parecía confundido por algo "¿El qué?2 pregunté.
"El que fueras tu quien me mandara matar… no tiene sentido… pero entonces ¿quién…" preguntó mirándome "Te contaré todo lo que quieras saber luego, ahora lo único que me preocupa es esa herida que tienes en el hombro. ¿Puedo acercarme?" Asintió y corrí hasta que llegué a él. Dejó el arma en el suelo y acabó por sentarse. Empecé a mirar la herida y pude ver que estaba sangrando mucho y Hugo se estaba poniendo cada vez más pálido.
"Hugo, tienes que mantenerte despierto. Háblame." Le dije "Esta mierda duele." Cerró los ojos por un momento y apretó su mandíbula "Lo sé… tú solo céntrate en hablarme, eso te hará distraerte del dolor."
"De cerca eres más hermosa. Mucho más de lo que era Amelia." Dijo abriendo los ojos y mirándome como si fuera la primera vez que me viese "Eso no es tan cierto, pero gracias de igual modo. ¿Y quién es Amelia?"
"Quiero que sepas que te quiero Alexandra. Estoy dispuesto a dejar mi trabajo solo por ti." Dijo ignorando mi pregunta "Yo también te quiero, pero no quiero que dejes tu trabajo, lo amas más que a nada."
"En eso estás equivocada, a quién amo más que a nada a pesar del poco tiempo que la conozco, es a ti." Dijo y se desmayó. Acabé por sacarme la sudadera para hacerle un torniquete, pero seguía sangrando y no tenía ni la más mínima idea de qué hacer, por lo que acabé por llamar a Diego que no tarda nada en contestar.
"¿Esta todo bien hermosura?" preguntó con preocupación evidente en su voz "Todo está como la mierda. Necesito que vengas junto a mí… Hugo no está bien"
"¿Qué le ha pasado?" Escuché como algo de fondo se movía y una puerta se cerraba "El estúpido de Derek le disparó y no para de sangrar. Se ha desmayado hace un par de minutos." Dije "¿Le hiciste un torniquete?"
"Si, pero sigue sangrando, y ya no tengo ni la menor idea de qué hacer." La sudadera se estaba manchando rápidamente haciendo que empezase a entrar en pánico, pero sé que en este momento tenía que estar lo más tranquila posible "Vale, escúchame… Antes de nada, cálmate y dime donde tiene la herida."
"En el hombro." Dije rápidamente "¿En qué parte dirías del hombro? ¿En la superior, media o inferior?" Aparté un poco la sudadera y vi que era en la zona media hacia abajo "En la media tirando hacia abajo."
"Mierda… Escucha, no puedo llegar a tiempo asique tendrás que hacerlo tú." Dijo seriamente y escuché como una puerta de un coche se cerraba "¿El qué?" pregunté temiendo lo que fuese a decir que tenía que hacer "Me da la sensación por lo que me cuentas, que la bala puede haber tocado la arteria, y si no quieres que se desangre, necesito que le saques la bala y le pinces la arteria."
"¿Y cómo se supone que voy a hacer eso?" pregunté "No te preocupes, yo te iré explicando lo que tienes que hacer y estaré cuanto antes ahí. Primero de todo tienes que relajarte. ¿Te tiemblan las manos?"
"No." Dije poniendo mi otra mano recta. En parte era una ventaja lo que nos había pasado a mí y a Megan allí dentro, eran pocas cosas las que nos asustaban demasiado y menos aún cosas que nos hiciesen temblar. "Eso es genial. Necesito que busques unas pinzas, o algo parecido a eso."
Empecé a buscar cerca algo parecido a eso, pero estábamos en el medio del bosque y estoy segura de que no había nada parecido a eso que no fuese a infectarle la herida más tarde, pero luego recuerdo que el coche de Hugo no está muy lejos de nosotros, por lo que me dirijo hacia allí rápidamente y empiezo a buscar algo parecido a unas pinzas, y estaba por rendirme hasta que encuentro algo parecido.
"Vale, ya lo encontré." Dije, apretando de nuevo la herida "Perfecto. Ahora necesito que lo limpies con algo que no esté manchado, eso no lo desinfectará, pero ayudará a que en caso de que coja infección, no sea tan complicada."
En la primera cosa que pensé fue en mi camiseta, pero estaba manchada con la sangre de Hugo, por lo que me metí de nuevo en el coche y encontré unos pañuelos y agua. Eché un poco en el pañuelo y lo limpié.
"Echo." Dije saliendo del coche "Vale, ahora ve a junto a él y sácale la bala. Ve con cuidado, tienes que evitar tocarle la arteria." Me paré en seco pensando en cómo coño podía hacer yo eso "¿Y cómo mierda se supone que hago eso? Nunca lo he hecho en mi vida y puedes tener por seguro que no pienso empezar a probar con él."
"Hermosura, cálmate, te he visto en situaciones como está más de una vez y sé que serás capaz de hacerlo. No le va a pasar nada. Ahora relájate y céntrate en el chico." Inhalé todo el aire que podía y lo fui exhalando lentamente. Mire e Hugo que seguía sangrando y sabía que no me podía permitir que le pasase nada. Le rompí la camiseta y pasé la mano por su herida para quitar un poco de sangre y poder ver un poco mejor el agujero.
"Lo harás genial, hermosura." Y con eso, metí las pinzas dentro hasta que chocaron contra algo que supongo que era la bala. Abrí con cuidado las pinzas y cogí la bala. Se me escapó un par de veces, pero al final la saqué y empezó a sangrar más de lo que estaba haciendo un rato.
"Diego, está sangrando más." Dije "Vale, eso quiere decir que si ha tocado la arteria y que la bala estaba taponando la herida. Necesito que le hagas un corte."
"¿Para qué?" pregunté "Para que tapones la arteria con tus dedos." Dijo y volví a tomar una bocanada de aire "¿Y no puedo hacerlo con las pinzas?" le pregunté.
"Nos arriesgamos a que le haga otro corte, y si eso pasa, nos arriesgamos a perderlo, por lo que necesito que le hagas un corte, no muy grande, sólo lo suficiente para que te cojan los dedos. Y tiene que ser profundo, pero teniendo cuidado de que no llegues a la arteria. En el momento que notes como golpecitos en tus dedos, sabrás que es la arteria. Después de eso tendrás que buscar un corte en esta y cuando lo encuentres, apretarás en la parte superior de la herida."
Asentí a pesar de que sabía que no me iba a ver "¿Vas a tardar mucho en llegar?" pregunté "Estoy casi ahí, pero no te preocupes, lo harás genial."
Saqué mi navaja del bolsillo trasero e hice un corte lo suficiente grande como para que me cogiesen los dedos y cuando noté los golpecitos de los que me hablaba Diego, empecé a recorrer la arteria hasta que noté como un agujero, por lo que moví mis dedos un par de milímetro más arriba y apreté.
"Creo que lo tengo." Dije contenta "Eso es genial. ¿Sangra demasiado ahora?" negué, pero luego me di cuenta de que no me podía ver "No, solo un poco." Dije sonriendo "Lo has conseguido hermosura. Mantén los dedos ahí, estoy a menos de dos minutos."
"¿Seguirás con la llamada?" pregunté "Claro que sí." Estuvimos en silencio desde ese momento, pero no tardó nada en llegar, se arrodilló a su lado y empezó a sacar cosas de la mochila que traía. "Lo hiciste genial hermosura, ahora necesito que me saques los dedos de ahí para que pueda ponerle esta pinza allí."
"¿No le hará daño?" pregunté frunciendo el ceño "No, los tengo usado cuando estaba de servicio y no hacen daño. Confía en mí, no voy a dejar que le pase nada." Asentí, porque eso ya lo sabía y lentamente saqué mis dedos de la herida y Diego metió los suyos más rápido de lo que los metí yo en el momento y no tardó nada en sacarlos fuera. Echó un líquido sobre la herida y después le puso un par de gasas encima echándole otra vez el mismo líquido.
"Ya está, ¿lo quieres llevar a un hospital o a otro sitio?" preguntó girándose en mi dirección "En un hospital no estará seguro con los rusos detrás de él, y teniendo en cuenta que tienen gente de la DEA trabajando con ellos, no creo que sea lo más sensato." Dije pensando donde podíamos llevarlo para que estuviese más seguro "Entonces, ¿A dónde lo llevamos?"
"A casa. Tenemos que redoblar la seguridad." Dije pensando en lo que teníamos que hacer "Ordenaré que se haga en el momento en el que lleguemos a la casa. Ahora necesito que conduzcas para yo poder encargarme de él en caso de que le pase cualquier cosa."
"Vale, ¿necesitas que te ayude en algo?" pregunté levantándome del suelo "¿Puedes llevar la mochila al coche y meterla en la parte trasera mientras yo llevo a tu chico al coche?" fruncí el ceño, porque Hugo y yo no éramos nada como para que dijese eso "No es mi chico…" empecé, pero no me dejó acabar "Oh, claro que lo es, pero ya hablaremos en otro momento que sea más adecuado que este."
Abrí la puerta de atrás para que Diego pudiese meter a Hugo y a el mismo en la parte de atrás del coche, cerré la puerta, y rápidamente me fui hacia el lado del conductor para ir a casa.
Durante el camino a casa, Hugo volvía a estar consciente, pero no era por mucho tiempo. Me tuve que meter por caminos por los que nadie iba porque habían informado de un accidente, del de Hugo, y todo el mundo se estaba dirigiendo hacia allí.
En cuanto llegamos a casa, no tardo nada en salir del coche y abrirle la puerta a Diego para que lo saque del coche, y nada más entrar en casa mi madre y Megan se quedan mirando para nosotros, pero la persona que menos quería que viese aparece por la puerta de la cocina con una sonrisa en su rostro que pronto desaparece. Analissa se levanta rápidamente al verme mirando hacia la cocina y se lleva a Alison hacia allí.
"¿Lo llevo al cuarto de invitados?" preguntó "Llévalo a mi habitación que te queda más cerca, yo voy ahora mismo. Ya sabes que tienes que hacer." Dije y con eso, Diego se fue escaleras arriba, y yo iba a seguirlo hasta que Megan me para y hace que me gire para verla.
"¿Se puede saber qué es lo que coño pasa y por qué el agente de la DEA tiene sangre por todos lados? ¿Y tú también?" preguntó Megan enfadada, y la verdad en este momento no era algo que quería discutir "Es algo que te explicaré en otro momento, ahora tengo otras cosas que hacer." Dije encaminándome hacia las escaleras, pero como no, me tenía que seguir "¿Te ha pasado algo? ¿Quién es el que os ha hecho esto?"
"Esta sangre no es mía, y no me han hecho nada, no te preocupes. Lo que necesito en este momento es asegurarme de que está bien y de tranquilizar a Alison." Dije sin pararme, pero dejando claro que no iba a hablar de esto en este momento "Vale… tranquilízate… Diego no va a dejar que le pase nada… Yo me ocuparé de Alison."
"No tardaré nada en bajar, me cambiaré, me aseguraré de que Hugo está bien y luego bajaré junto a ella." Dije entrando en la habitación "Como quieras, pero cálmate ¿vale?" Me calmé un poco y me dirigí escaleras arriba para saber cómo estaba Hugo y para cambiarme. Cuando entré por la puerta, Diego estaba por salir, pero se queda dentro y cierra la puerta en el momento que entro yo.
"Cómo está?" pregunté entrando en la habitación "Está bien. Le puse un sedante para que pueda descansar durante un rato, pero lo hiciste genial, hermosura. Tendremos que controlar si aparece fiebre, es un indicativo de que hay infección y otras muchas más cosas, pero no te preocupes, me encargaré personalmente de que se ponga bien. Mejor dime cómo está Alison."
"No lo sé, me vine a cambiar y asegurarme de que Hugo estaba bien." Asintió y se acercó a mí "Estará bien, no te preocupes. Puedes estar tranquila." Negué, porque esto era algo que no podía hacer en este momento con tantas cosas en mi cabeza "No puedo."
"Sí que puedes, todo está bien y nadie en esta casa va a permitir que os pase nada a ninguno de la familia." Dijo "Eso espero. Más tarde necesito que vengas conmigo y con Fabio." Dije dándome la vuelta y dirigiéndome a la puerta "¿A dónde?" preguntó.
"Tengo que hacer algo, y necesito que lleves la mochila que trajiste para Hugo." Dije sin querer decir nada más "¿Qué es lo que vamos a hacer?" insistió "Vamos a hacer un trato con Dimitri." Dije "¿Por qué me da la sensación de que no me gustará la idea?"
"Porque así va a ser, pero no me queda otra." Iba a entrar en el baño, pero Diego me alcanza y me agarra del brazo "Ale, no digo que no sepas que es lo que estás haciendo, pero antes de hacer algo que no quieres o debas, asegúrate de que todo estará bien."
"Y estará. Ahora me voy a duchar." Dije "Vale, pero necesito que te relajes." Asentí, porque a pesar de que no era posible que lo hiciese, tenía que hacerlo por Alison "Y lo haré, no te preocupes y encárgate de que no le pase nada a Hugo."
"No pasará." Dijo, soltándome el brazo. Antes de entrar al baño, me dirigí hacia el armario para coger ropa interior, unos pantalones, camiseta y chaqueta para ir a la ducha. Una vez en el baño, eché el pestillo e en cuanto me apoyé en la puerta y me eché a llorar. Estuve así por un par de minutos hasta que me levanté para ducharme.
Una hora más tarde, salí del baño, me aseguré de que Hugo estaba bien y me dirigí escaleras abajo. Todos estaban en el salón y Alison no tarda nada en venir junto a mí, la cual acabo cogiendo en brazos.
"¿Quieres ir a dar un paseo con mami?" le pregunté y ella asintió y salí del salón hacia el jardín con ella en brazos. Una vez cruzamos la puerta que daba al jardín trasero, la puse en el suelo y nos apartamos de la casa hasta que nos sentamos en la hierba. "¿Quién es el señor que trajo Diego?" preguntó. "Un amigo."
"¿Y por qué sangraba?" preguntó de nuevo. Esta niña era demasiado curiosa. "Porque alguien le hizo daño." Dije mirándola y asegurándome de que estaba bien "¿Ahora está bien?" se quedó mirando para mí un par de segundos con la curiosidad evidente en su rostro "Lo estará. Diego hará que se cure."
"¿Por qué alguien le hace daño a otra persona? ¿Eso no está mal?" asentí, porque al menos eso lo tenía claro "¿Entonces por qué se lo hicieron?" me encogí de hombros, pensando que es lo que le iba a decir que pasara "¿Recuerdas a los malos en los libros que te leo por las noches?"
"Si, no me gustan." Dijo con un puchero "¿Y por qué no te gustan?" le pregunté y pensó durante un par de segundos "Porque son malos, quieren hacer daño a los demás y tú me enseñaste que no se puede hacer daño a los demás."
"Pues esas personas son iguales que las personas a las cuales los malos hacen daño en tus cuentos." Estuvimos un rato calladas, yo pensando en qué momento mi hija había crecido tanto y tan rápido y por lado, pensando en el trato que haría con Dimitri, eso sí, me aseguraría de que no se me escapase ni me la jugase, porque entonces sí que lo mataré sin pestañear.
"Mejor dime cómo estás. ¿Te sigue doliendo la tripita?" le pregunté centrándome de nuevo en ella "No, ya no me duele." Dijo contenta, lo cual hacía que me tranquilizase un poco más "¿No te dolería porque te comiste muchos caramelos?"
La sonrisa que estaba intentando contener me dejaba más claro que el dolor de la barriga había sido por eso "Solo me comí unos pocos." Dijo en un susurro y yo levanté la ceja cuando me miró "¿Estás segura de eso?" le pregunté "Bueno… tal vez me comí más de unos pocos." Dijo jugando con sus dedos y yo me reí "Pues no deberías hacer eso, sabes que te pones mal de la barriga, y eso no te gusta ¿no es así?"
Alison negó y la acabé por sentar en mis piernas "Pues para la próxima no te comas tantos caramelos, ¿está bien?" asintió y se giró en mis brazos "¿Te puedo hacer una pregunta?" asentí, y pude ver que algo la preocupaba de repente "No quiero que te enfades ni nada, pero ¿mi papi también es malo?"
Esa pregunta sí que no me la esperaba, y tampoco tenía ni idea de que contestar a eso, porque puede ser que fuese malo en el momento en que lo conocí y el tiempo en el que estuve allí metida, pero ahora mismo, algo me decía que había cambiado, o al menos eso es lo que quiero pensar.
"No lo sé." Dije ¿Qué se suponía que debía decirle? ¿Qué su padre biológico era la peor persona que podía existir? No iba a decirle eso a mi hija, no al menos ahora mismo "¿No conoces a mi papi?"
"No es eso, sí lo conozco, pero no sé si es malo o no. Es una cosa complicada de explicar. ¿Pero por qué dices que es malo?" le pregunté "La tía Megan lo dice." Mi enfado apareció, pero era pequeño de momento. Megan siempre tenía que meter las narices donde no la llamaban "¿El qué exactamente?" le pregunté.
"Que te hacía pupa y te decía cosas malas." Yo a esta la acabaría matando algún día por ir diciendo cosas que no debe a la gente, pero más, por decírselas a mi hija porque ella no tenía por qué saber qué era lo que me había pasado con su padre, era demasiado inocente y buena para que se tuviese que enterarse de lo que pasó entre su padre y yo.
"No le hagas caso a tu tía, la gente puede cambiar si se los quiere." Dije. Sabía que algunas personas podían cambiar, pero no creo que en el caso de Dimitri y su hermano puedan hacerlo "¿Entonces sabes dónde está papi?" preguntó con una chispa de esperanza en su mirada "Si, lo sé."
"¿Y lo podré conocer algún día?" preguntó "No lo sé." Si algo tenía más que claro es que no iba a poner en riesgo a Alison por nada del mundo, y Dimitri era un gran riesgo "Realmente lo que quiero es que seas feliz." Dijo en un susurro y mirando para nuestras manos "Pero yo ya lo soy." Le dije.
"Pero puedes ser más feliz. Yo nunca te he visto con un novio." Dijo mirándome directamente a los ojos e internamente fruncí el ceño sin entender de dónde venía ahora esto "Eso es porque no lo he tenido."
"Si lo haces por mí, no debes preocuparte. Yo quiero tener un papá bueno y que te cuide." Mis lágrimas iban a caer de no ser que me controlé antes. A veces pensaba que no me merecía a una hija tan buena como ella "En algún momento estoy segura que tendrás uno."
"¿De verdad?" Creo que después de mucho tiempo, no había visto ese brillo en los ojos de Alison, y si antes no tenía claro el intentar algo con Hugo, ahora al menos tenía que intentarlo, porque lo único que me importaba era la felicidad de mi hija, y sé que Hugo es un gran chico que no dejará que le pase nada a mi hija.
"De verdad, pero no te puedo asegurar que sea pronto." Dije, no quería que se hiciese demasiadas ilusiones tampoco "Yo con tal de que seas feliz me da igual cuando sea."
"Lo seré siempre que tenga a mi princesa conmigo." Con eso empecé a hacerle cosquillas y estuvimos jugando por un rato hasta que Analissa nos llamó porque era la hora de cenar. Antes de cenar, fui a hablar con Diego para saber de Hugo, pero dijo que no despertaría como muy pronto hasta mañana, por lo que nos fuimos a cenar y durante la cena, todo eran risas y bromas. Al menos me ayudó a despejarme un poco de todo.
Cuando terminamos de cenar llevé a Alison a su habitación, la bañé y le leí un cuento. Megan no tardó nada en llegar y acostarse en el otro lado de Alison, las cuales no tardaron mucho en quedar dormidas, y para mí era una suerte, al menos eso me aseguraba que no vendría detrás de mí, lo cual era lo mejor que me podía pasar en este mismo momento, porque si algo tengo más que claro, es que sé que no le gustaría para nada lo que estoy por hacer, bueno, más bien a nadie, pero Fabio y Diego no evitarán que lo haga.
En cuanto salí de la casa, Diego y Fabio ya estaban detrás de mí y a pesar de que iba a conducir uno de los dos, no se lo permití. Cogí las llaves, me senté en el asiento y nos llevé a la bodega en la cual tenía a Dimitri.
"¿Qué hacemos aquí?" preguntó Diego "Como te dije antes, tengo que hacer un trato con Dimitri." Dije sin girarme "¿Qué clase de trato?" preguntó con una pizca de sospecha en su voz "El de liberarlo a cambio de que nos ayude."
Antes de que pudiese entrar, Diego me coge del brazo y me gira para poder ver si estaba hablando en serio, cosa que estaba haciendo "¿Qué vas a hacer qué? ¿Te has vuelto loca?" dijo con sus ojos el doble del tamaño normal "No lo he hecho. Él conoce a Stefan mejor que nadie y sabe cosas que nosotros no. Al fin y al cabo, fue él el que nos dijo que Derek era el hijo de su hermano y que estaba ayudando."
"¿Y tú te fías de él?" dijo con un bufido, y no tiene ni la menor idea de cuanto estaba con él, pero si quería acabar con esto pronto, necesitaba su ayuda "No me fio, pero tampoco me queda otra."
Entré en la bodega y me dirigí a donde estaba Dimitri. Los guardaespaldas que estaban en la puerta se apartaron y entré a dentro en poco tiempo. Con una mirada, les dije que se quedaran junto a la puerta tanto a Diego como a Fabio, el primero sin estar muy confiado con lo que iba a hacer, y Dimitri estaba mirándome sin entender nada.
"¿Estarías dispuesto a ayudarnos a atrapar a tu hermano?" le pregunté sin más rodeos "Es lo que intento hacer. Mi hermano ha perdido la cabeza y no puedo seguirle el juego. No quiero que llegue a mi hija."
"No te equivoques, es mi hija y de nadie más." Le dije "Vale, pero es igual. No quiero que llegue a tu hija." Podía ver que estaba siendo sincero, y eso me molestaba "Entonces podemos llegar a una especia de trato."
"¿Qué clase de trato?" preguntó con sorpresa evidente en su rostro "Yo te saco de aquí y tú me ayudarás a encontrar a tu hermano y acabar con él." Asintió "Lo haré, pero te recuerdo que mi hermano quiere acabar conmigo." Me encogí de hombros, porque eso me importaba una mierda realmente "No te preocupes por eso, tendrás vigilancia contigo constantemente. No te pasará nada."
"Me la pondrás para que no me escape ¿no es así?" me encogí de hombros de nuevo, porque a pesar de que en parte era esa, la otra era porque no lo quería cerca de nadie de mi familia "En parte, pero no lo digo en coña. Tú eres mi mejor baza en este momento para encontrar a tu hermano. Conoces la organización mejor que nadie que pueda encontrar yo y supongo que dentro de la mafia tienes a gente que te apoye a ti."
"Eso es cierto." Dijo "Entonces qué, ¿aceptas el trato o no?" asintió y me di la vuelta para salir de allí "Diego, necesito que cures todas sus heridas." Dije centrando mi mirada en él "¿Dónde se quedará?"
"En tu cuarto, Diego. Tú pasarás a instalarte en el cuarto de invitados." Dije, y de nuevo, la sorpresa apareció en su rostro "¿Lo vas a meter en casa?" asentí "Es el sitio más seguro que puede haber y así puedo tenerlo vigilado."
"¿Y se te dio por pensar que Megan lo puede encontrar?" negué, porque no lo iba a hacer, o al menos tenía que hacer creer al resto que eso pasaría así, yo no estaba tan convencida "No saldré de esa habitación si así lo queréis. Realmente quiero ayudaros."
"Ya lo escuchaste, ahora ponte a curarlo. Y Dimitri, ya te advierto que te estaré vigilando. El mínimo intento que hagas por querer escaparte, y lo que te he hecho hasta ahora no será nada comparado con lo que te haré." Dije "No me escaparé." Parecía convencido, pero seguía sin fiarme de él un solo pelo, es más, no creo que logre hacerlo alguna vez "Más te vale, porque realmente empiezo a pensar que cambiaste al menos un poco."