"¿A dónde vamos ahora, mi señor?"(Elizabeth)
Estando ambos sentados en una mesa circular de cristal en un jardín y metiendo la mano dentro de un pote de miel para comerla, Santiago se puso a pensar un rato.
"¿No crees que deberías ir ya hacia el palacio?"(Alfonso)
Luego de haber estado jugando por un mes en la casa de los De Luxe, que estaba cerca de la capital para luego alejarse a ir a la casa de los Atlante, además de haberse colado en la casa de los Wulf para saludar y molestar a Martin, Santiago que se la pasaba bien dando vuelta el reino entero, solo asintió de mala gana.
"El festival de lo puro va a ser dentro de no mucho, ¿Te unes para ir?"(Santiago)
Alfonso que estaba parado a un lado de la mesa levanto su ceja con curiosidad y asintió contento.
"No pensé que pensases quedarte a verlo"(Alfonso)
"Todos van a estar allí, además si no me equivoco Valle Dragón va a llegar a tiempo para verlo, sería interesante molestar a ese rey también, dos por uno"(Santiago)
La cara de Alfonso pasó de contento a quedar perplejo, ¿Molestar a dos reyes? ¿Por diversión? ¡Qué mocoso!
"Su majestad el emperador tiene cierto agrado por el rey Aarón, si se puede, sería bueno dejarlo en paz"(Elizabeth)
"Que pena... Bueno, ¿Vamos?"(Santiago)
"A su gusto"(Elizabeth)
Sonriendo y tomando el pote de miel, la sabia se quedo sentada y vio como Santiago que estaba actuando como un caballero retiraba su silla y le daba la mano para levantarse.
"Gracias"(Elizabeth)
Alfonso solo podía ver la situación y respirar profundo, cuando salieron hacia el carruaje, largo todo el aire en sus pulmones y con un rostro lleno de emociones, el anciano no sabía ni que decir.
"Pre-preparen un carruaje, iré al palacio, llamen a mis hijos y nietos"(Alfonso)
Hablando hacia las sirvientas, Alfonso comenzó a preparar todo para ir al festival y presentarse al rey de Valle Dragón.
"Mi señor, muchas familias ya están presentes en el palacio real, entre ellos los Rivon, Bellian, Wulf, Haries y otros grandes"(Eric)
"Buen trabajo... Ya debería valer la pena ir"(Santiago)
"Estaré esperando el carruaje, vuestro caballero también está allí"(Eric)
Asintiendo, y caminando de forma pacífica, Santiago que estaba recorriendo los pasillos y viendo las obras y adornos por todas partes estaba encantado y entretenido.
Al llegar al carruaje vio un montón de personas, todos eran de la familia Atlante por lo que saludo dando la mano y a los ancianos con reverencias de respeto, dejando a todos felices, muchos hablaron de un montón de cosas sin importancia, pero Santiago se trago sus ganas de salir del lugar.
Luego mostrarse amigable con todos los miembros posibles, Alfonso y otros de la primera rama llegaron y entraron en sus carruajes, por lo que Santiago dio la excusa de ya no poder retrasarse y se fue.
"Que pegajosos y molestos"(Elizabeth)
"Hahahaha, lo cierto es que si, lo son, pero bueno con esto debería de esparcir buenos rumores entre el consejo de los Atlante y se podría esparcir a otras familias"(Santiago)
"Si no me equivoco, hizo lo mismo con los De Luxe y Wulf, supongo que puede compensar la mala vista de los Cella y otros nobles del Imperio con la de los nobles del Reino, no es un mal intento, pero no creo que de buenos resultados"(Eric)
"¿En serio? Que mal... Bueno, al menos hice un intento, supongo que podría mejorar si doy una buena impresión al rey Aaron"(Santiago)
"En ese caso si podría servir, aunque presionarle y darle una buena impresiona la vez será difícil"(Eric)
"Ya me apañare, soy alguien espontaneo seguro que mientras estoy en la mesa lo soluciono"(Santiago)
"¿Siempre calmado y con confianza no?"(Elizabeth)
Sonriendo e inclinándose hacia el lado de Santiago, la sabía sonrió y levanto su dedo índice, Santiago asintió y confirmo.
"Claro que si, nunca hay que dudar al hablar"(Santiago)
Eric y Agustín solo se vieron y suspiraron, Agustín que estaba hablando desde la parte de adelante del carruaje y Eric que salió y se nuevo escondió su presencia sobre el carruaje.
Santiago y Elizabeth siguieron hablando y luego pasaron a la magia, al llegar a la capital se detuvieron y siguieron hablando casual sobre la capital.
"Este sitio apesta, ¿Acaso no tienen sanidad?"(Elizabeth)
"¿La hay en la capital del Imperio?"(Santiago)
"Solo en la capital y el Templo de la Muerte, pero muchos nobles hablaban de que otorgárselo a todos los plebeyos de las ciudades junto con un nuevo impuesto"(Elizabeth)
"...Suena muy lógico"(Santiago)
Al pasar a la zona de nobles, muchos de los sirvientes y familias observaban desde balcones y puertas, Santiago que estaba dentro con las ventanas abiertas les veía y sonreía saludando de vez en cuando.
Y cuando por fin llegaron a la puerta del palacio, había cientos de guardias vestidos con armaduras plateadas y otros, con armaduras doradas, casi todas eran rúnicas, al bajar primero, Santiago mantuvo la puerta abierta dejando bajar a Elizabeth.
Luego como siempre, sintió un escalofrió en su espalda que mostraba que Eric ya estaba detrás suyo, y Agustín se bajo con fuerza y camino al lado opuesto de Elizabeth pero más atrás.
Siendo guiados por un sirviente, Santiago fue directo hacia la sala del trono incluso con su aspecto tan poco formal, vestido con una camisa blanca con el emblema de la diosa de la muerte en su espalda bordado en dorado y un pantalón negro corto hasta las rodillas, y para complementar una par de sandalias negras.
Mientras que Agustín vestía como siempre su armadura y Elizabeth tenía su habitual vestido negro y largo ajustado en las caderas y hombros que llegaba hasta sus talones con el emblema de la Iglesia en su pecho.
Al llegar Augusto estaba sentado y a su izquierda estaban sentadas Isabel, María y Olivia en orden, luego a su derecha estaban todas las princesas en orden de mayor a menos.
Al verle nadie dijo nada, el silencio fue bastante prologado, lo mismo que con todos los que le veían de nuevo luego de un largo tiempo.
"¿Realmente eres Santiago Real?"
El supremo sacerdote que estaba parado detrás de María lo pregunto como si algo malo estuviese sucediendo.
"¿Le molesta este aspecto? Lo puedo cambiar..."(Santiago)
"Hazlo"
El supremo sacerdote miro de mala forma Elizabeth y esta ni siquiera le devolvió la mirada sino que bostezo y miro hacia un lado, como si no fuese a mostrar nada de respeto.
Concentrando en sus manos el quinto cielo, el pelo negro lentamente cambio a rojo intenso y los ojos violetas se tornaron celestes como el cielo dejando a todos incluso más sorprendidos.
Acercándose un poco y dando una reverencia de respeto, Santiago saludo hacia el rey Augusto y entonces todo parecía más tranquilo y calmado.
"¿Por qué te cambio el aspecto?"(Lina)
"La diosa quiso, a mi me da un poco igual"(Santiago)
Tomando su cabello y viéndolo mientras explicaba, Santiago luego lo tiro hacia atrás de vuelta, Elizabeth que le veía se sentía rara al ver como solo por los colores Santiago parecía menos increíble.
"Se le ve mejor de negro y violeta"(Elizabeth)
"De rojo y celeste se ve mas encantador, negro y violeta le da aires agresivos"
...¿Se estaban peleando desde ya? Este supremo sacerdote y sacerdotisa eran como agua y aceite, además, Eric en mi espalda también esta como con aires agresivos.
"Da igual, mi aspecto no es tan importante"(Santiago)
"Hm, sí, eso lo dejaste claro"(María)
Viéndole de pies a cabeza, la segunda reina parecía molesta, algo como, ¿En serio te presentas con ese aspecto ante un rey? ¿Realmente tienes algo de dignidad e integridad?
"¿Y porque viniste? ¿Hay algo importante para decir?"(Olivia)
Evitando que María y el supremo sacerdote siguiesen interviniendo y dejando lo importante de lado para criticar, Olivia hablo de forma encantadora y emocionada.
"...¿Hhmmm? Vine para hablar con mi grupo por las intenciones de Valle Dragón, asistir al festival y estar un tiempo con mi familia, nada más"(Santiago)
Si declarase mis intenciones entonces todos se pondrían escandalosos, en especial el supremo sacerdote y la segunda reina que no tiene un gran apego por los Bellian.
"¿Te quedaras a ver el festival? Eso es agradable de oír"(Olivia)
¿No estaba actuando casi como un representante de la Iglesia de la Muerte para presenciar un día religioso de la Iglesia de lo Sagrado? Eso a nivel político era mostrarse abierto y más cercano, para las ideas de paz, significaría más apoyo de la nobleza que estaba viendo resultados.
"Aham... Mencionaste las intenciones de Valle Dragón, ¿Estarías dispuesto a decirlas?"(Augusto)
Cuando el rey aclaro su garganta todos guardaron silencio y luego de unos instantes hablo, Santiago escucho atento y con una corta reverencia se dirigió hacia él con sus palabras.
"En Valle Dragón hace no mucho fue encontrada una gran ruina con forma de torre, al parecer por cada piso escalado se le otorga a quienes suben conocimiento antiguo, pero por desgracia solo menores de 26 años pueden entrar, por lo que el rey Aaron Dragg intenta reunir cuantos mas elites posibles de todas las naciones"(Santiago)
Luego de unos segundos, el que hablo fue el supremo sacerdote que estaba exaltado y con buena vibras luego de oír las noticias de Santiago.
"¡Asombroso! No solo nuestras elites adquirirán conocimientos, sino que se podría forjar un vinculo con las otras naciones y vínculos entre los propios jóvenes elites"
Mientras María y el supremo sacerdote hablaban sin parar de lo bueno que seria, Santiago mantuvo el silencio junto con una mirada fría y vacía de emoción.
"¿A qué se debe esa cara, primo?"(Emma)
Con solo verle, Emma tenía los nervios de punta, estaba claro que no solo eran buenas noticias las que estaban mezcladas allí.
"Al igual que en las arenas de batalla, el morir solo significa salir y gracias a ello puedo decir que no se correrían grandes riesgos siempre que los elites seleccionados tengan mentes fuertes"(Santiago)
El silencio se mantuvo y la cara antes llena de emoción de la segunda reina se torno irritada y llena de asco.
"¿Qué estas queriendo decir?"(María)
"El príncipe Julio murió sin poder dar pelea, fue completamente destruido"(Santiago)
"Además de que 200 jóvenes elites fueron asesinados en un abrir y cerrar de ojos, los 200 mejores del continente y Valle Dragón murieron sin poder intentar resistirse"(Elizabeth)
"...¡¿Y ese rey quiere que nuestros elites vayan a ese sitio?! ¡Jamás! ¡¿Y si perdiesen la esperanza o la cordura?!"
El supremo sacerdote se altero al instante pero Santiago y Elizabeth solo miraron hacia otro lado, Santiago silbo y la sabía solo bostezo sin interés.
Luego de que sus gritos frenasen, Santiago volvió a mirar al frente y vio que el anciano supremo sacerdote estaba furioso y molesto esperando una respuesta a todos sus gritos.
"Por mi parte ya estoy negociando para ir, después del todo tienen buenos objetos rúnico mágicos para quienes completen la torre y tengo fe en que nunca perdería mi cordura y esperanza"(Santiago)
Con sus manos en los bolsillos y una mirada aburrida, Santiago ya había perdido las ganas de seguir discutiéndoles por lo que le dio igual responder correctamente ante los gritos del supremo sacerdote.
"¿No crees que eso es poco comparado a la vida de una persona? ¿Podría reparar traumas con objetos rúnico mágicos? Yo no lo creo"(María)
"Nadie de mi grupo perdería la esperanza o cordura con ver un lagarto gigante con alas negro y que escupe fuego, un ser corrupto rango SS- nos intento comer y nadie está loco...Del todo"(Santiago)
"¡Eso es verdad! No creo que tu grupo tuviese problemas en ir, ¿Pero y si otros quieren unirse?"(Isabel)
Cuando la primera reina hablo, la cara fría y distante de Santiago cambio levemente, quitando sus manos de sus bolsillos, con una se rasco la nuca y la otra se extendió hacia la primera reina.
"Podría enseñarles como adquirir una habilidad para reducir el dolor, pero para que la consigan deben de sentir un dolor agudo al menos una o dos veces, de esa forma podría evitar que el dolor les volviese locos"(Santiago)
Al contrario que con el supremo sacerdote y la segunda reina, Santiago hablo con un tono más serio y respetuoso, además de que trato de ayudar a que la conversación llegase a algo útil para ambos bandos.
"Y si no me equivoco Nicolás tiene también una habilidad para fortalecer su mente que tu le diste, ¿Estarías dispuesto a dar ambas?"(Isabel)
"Solo son habilidades, pueden tomarlas sin problemas"(Santiago)
¡¿Solo eran habilidades?! ¡El cerdo avaricioso que nunca daba nada y escondía todo ahora estaba regalando! ¡¿Qué más se necesitaba ver?!
Viendo estas dos cosas, la segunda reina hizo una mueca y miro hacia el supremo sacerdote el cual se mantuvo en silencio y con su cara tapada por el velo blanco.
"¿Hay algo allí que sea interesante?"(Olivia)
"...Hay 3 tipos de recompensas, dinero, grandes cantidades de dinero, objetos rúnico mágicos y por último, lo que me interesa a mí, los enclaves de herencia"(Santiago)
"¿Qué es un enclave de herencia?"(Isabel)
"Un circulo rúnico que transmite conocimientos antiguos a las personas, por ejemplo, podrías aprender 5 habilidades de rango SS sin haberlas entrenado con solo pararte sobre el enclave y adquirirlo, también pueden contener magias o conocimientos teóricos de la magia profundos"(Santiago)
"¿Y qué conocimiento estas buscando?"(María)
Con una mirada sospechosa, la segunda reina pregunto con cuidado, pero Santiago guiño y con su dedo índice delante de sus labios contesto con un tono medio bajo.
"Es un secreto"(Santiago)
Con una vena saltándole de la sien, la segunda reina estaba a punto de criticar una actitud tan distante e irrespetuosa pero la primera reina hablo antes y sobre María.
"¡Eso es genial! ¡¿No podrían quienes fuesen contigo también adquirir esos conocimientos profundos?!"(Isabel)
"Correcto, esa es mi intención"(Santiago)
"¿No es eso genial? No solo los elites adquirirán habilidades útiles de tu parte, sino que también podría adquirir poderosas habilidades de esos enclaves"(Isabel)
Sonriendo sin parar y con sus manos delante de su pecho, la reina miraba hacia las princesas como si estuviese buscando algo, pero Trista solo miro hacia otro lado con vergüenza.
"Por lo menos alguien en esta sala si entiende..."(Elizabeth)
"Además todo..."(Santiago)
"Por cierto... ¿Qué hace una sacerdotisa como la señorita Elizabeth aquí? ¿No debería estar en el Templo de la Muerte trabajando y rezando?"(María)
"Servir y proteger al hijo de la diosa es más importante, además de que enseño magia al joven señor"(Elizabeth)
Sonriendo y hablando con un tono frio, Elizabeth solo hizo a la segunda reina retroceder con firmeza.
"¿Hi-hijo de la diosa? ¡Qué tipo de-... ¿Te crees que un dios tendría hijos con mortales? Vuestras palabras son solo falacias y blasfemias, ¡Su majestad!"
Haciendo que María, el supremo sacerdote enojasen y que la primera reina y el rey mirasen irritados, Santiago solo suspiro e hizo un gesto de parar a Elizabeth.
"Es un titulo, no soy descendencia directa, se lo toman muy a pecho..."(Santiago)
Con una mirada fría y enojada, Santiago perdió su sonrisa y estaba desprendiendo cierta aura de desagrado y agresividad que hizo a todos reaccionar.
"Y no se olviden que soy el rey de la muerte, faltarme el respeto... Es atacar a la Iglesia de la Muerte, no voy a hacer la vista gorda dos veces"(Santiago)
Y con esas simples palabras, todos quedaron callados de un golpe mientras que Elizabeth observo a Santiago con una mirada exaltada y llena de ánimo, ¿Ya no estaba siendo blando? ¡Era lo mejor! Si debía exigiría el respeto que su posición requiere, incluso si debía golpear levemente a su familia y conocidos.
"No... Santiago, no tomes con tanta fuerza las palabras del sacerdote, es una conversación informal sin mucha importancia ¿Si?"(Olivia)
Tratando de aliviar la tensión que estaba haciendo sudar a todos menos a Elizabeth y Agustín los cuales estaban más orgullosos y alegres, Olivia hizo de mediadora en la situación.
"Lo comprendo, pero mi cargo no me permite dejar pasar por alto palabras como blasfemia y falacia, no me importa que piensen diferente y crean en el dios de lo sagrado, no lo considero mal, pero... Tráguense sus ofensas o esperen una guerra, la paz no se consigue gritando y criticando"(Santiago)
Dando un golpe tan fuerte que hizo a la segunda reina y al supremo sacerdote casi mearse encima, Santiago dejo su posición tan claro y con tanta fuerza que hizo retroceder a todos, el rey que solo estaba observando arrugo su entrecejo y solo pudo asentir.
"¿Entonces cual sería el método correcto para alcanzar la paz?"(Augusto)
"...Si no soportas a quienes son diferentes de ti, ¿Cómo quieres que ellos te soporten a ti? Tragarse el odio a la fuerza y en vez de señalar las diferencias, señalar en donde ambos son iguales, eso es algo básico, ¿O acaso a sus amigos les gritan y critican?"(Santiago)
"Eso es cierto, pero..."(Isabel)
"¿Pero las Iglesias no tiene nada igual? Ambas odian y desprecian el crimen, ambas desprecian las bestias, ambas ayudan a sus coronas, ambas buscan que las personas se vuelvan fuertes y mejores, ¿Quieres que siga? Hay mucho en lo que son iguales"(Santiago)
"¡Pero el método en que cumplen con eso es totalmente diferente! ¡¿De qué sirve ver eso?!"(María)
"...¿Ves? Gritan y critican, niegan en lo que son iguales, tu nunca alcanzarías hacer la paz"(Santiago)
Cerrando sus ojos y negando con su cabeza de forma decepcionada, Santiago mostro sus palabras en solo un momento y dejo a la segunda reina tan mal parada que esta quedo roja de la vergüenza y odio.
"¿Y crees que solo dejar de criticar es la solución? No creo que sea así"(Camila)
Cuando la segunda princesa hablo, lo hizo con un enojo increíble que se trago y se notaba en su voz como tenía ganas de gritárselo.
"No, claro que no, pero eso haría que dejasen de empeorar la situación, porque para su información, no existe un solo noble o príncipe que tenga una opinión positiva de todos ustedes"(Santiago)
"¿Q-que quieres decir..."(Olivia)
"El que no tengan protección para su información y sean tan fáciles de espiar, que no tengan espías o informantes, que solo griten sin parar y no actúen con clase, todas esas cosas que son consideradas básicas en cualquier nación ustedes no las poseen y los hace ver como inferiores, además de que al no poseer información del exterior les hace ver aislados y distantes, es difícil hablar con ustedes, primero porque nunca saben nada y segundo porque siempre gritan"(Santiago)
Y siguiendo repartiendo bofetadas, Santiago tenía una mirada triste como si no quisiese ser él quien tuviese que decirlo.
"Adoro el Reino, es un sitio hermoso y entretenido, la gente es interesante y agradable, pero si siguen así ni siquiera yo tendría ganas de volver..."(Santiago)
"¿Te gusta más el Imperio?"(Lina)
Con una voz triste, Lina parecía querer llorar al ver como Santiago no paraba de criticar todo y a todos.
"No, la verdad no, a donde sea que vaya tengo a 40 personas al cuello que no me puedo quitar de encima, los nobles son tan astutos que incluso usar violencia no los aleja, incluso si amenazo se lo toman a la ligera, si fuese por mí, jamás volvería al Imperio, aprecio mas mi libertad que los lujos y grandes castillos"(Santiago)
"...Si el señor se siente de esa forma, po-podría haberlo dicho, la Iglesia tratara de quitar a los nobles molestos de usted"(Elizabeth)
"A quien me quiero quitar de encima es la emperatriz y las princesas, las vi 3 veces y no las quiero ver más..."(Santiago)
"E-eso es..."(Elizabeth)
"Por eso digo, preferiría no volver, se perfectamente que no hay solución a eso"(Santiago)
"Entonces, ¿Por qué vas a volver?"(Isabel)
"¿Te crees que si me quedase aquí habría alguna posibilidad de paz? No hay nadie tan idiota para creer eso"(Santiago)
"..."
"¿Qué tal si dejamos esta conversación? No creo que lleguemos a nada así"(Olivia)
"O-Olivia tiene razón, otro día podemos hablar con más calma y luego de haber pensado en todo lo dicho"(Isabel)
Con un gesto de su mano, Augusto hizo que algunos sirvientes que estaban sudando del miedo y nervios, guiaron a Santiago hacia su habitación.
"Me voy a bañar..."(Santiago)
Con cierta pesadez, Santiago se metió al baño y caminando hacia la bañera se quito la ropa tirándola hacia el suelo y se arrojo de cabeza al agua caliente.
Luego de unos minutos sumergido saco la cabeza y vio a Elizabeth parada detrás, parecía preocupada.
"S-si el joven señor esta tan descontento, ¿No cree que debería hablarlo con el emperador?"(Elizabeth)
"Lo hare, pero eso no me quitara el descontento, además de que considero que no servirá de nada"(Santiago)
Los Cella son como una versión más inteligente y con más poder de los Haries, no siento que pueda razonar con ellos sobre la situación, ellos seguramente son del tipo de persona que desea controlar todo.
"No creo que sea así, si usted se muestra tan enojado y desagradado, sin duda el emperador le ayudara a que me aminore al menos"(Elizabeth)
"Aminorar..."(Santiago)
Una linda forma de decir que aunque me queje no me van a dejar en paz, ¿Debería darles un golpe fuerte? No... La opinión pública de la nobleza con respecto a mí ya de por si es mala, debería esperar a completar esta tarea de Valle Dragón sin incluir al príncipe Julio ni nadie que pueda quitarme fama y crédito.
Si lo hago de forma correcta podría en cierta forma recobrar una posición de prestigio, y desde allí golpear a los Cella aunque baje de vuelta mi prestigio, de esa forma sin duda se quedaran callados o verdaderamente me trataran con cuidado y miedo.
No creo que ahora mismo me tengan el más mínimo respeto, eso lo demostró ese desagradable viejo entrando sin cuidado a mi habitación...
"Comprendo que los Cella no le agraden pero to-"(Elizabeth)
"Suficiente, no quiero oír mas de ese asunto, ve a la habitación que te dieron y descansa"(Santiago)
Es agradable, pero demasiado densa a veces, ya sé perfectamente lo que debo hacer, no necesito que me lo recuerden, es desagradable.
"Entendido"(Elizabeth)
Con una voz baja y triste, Elizabeth salió y Santiago suspiro, descansando con sus ojos cerrados y en silencio dentro del agua caliente, se escucho como alguien tocaba la puerta por lo que Santiago se levanto y seco.
Su aspecto era nuevamente negro y violeta, sin secarse del todo el pelo pero colocándose la toalla alrededor de la cintura se acerco a la puerta.
"¿Quién es?"(Santiago)
"¡Santiago! ¡Abre!"(Darío)
"..."
Dándose la vuelta en silencio, Santiago se sentó en su cama sin preocupación y siguió escuchando el escándalo del otro lado de la puerta con una ligera sonrisa mientras secaba su cabello.
"¡Santiago, soy yo, Nicolás! ¡¿Puedes abrir?!"(Nicolás)
Al terminar y vestirse, Santiago abrió e intimido a Darío que estaba frente a la puerta, midiendo ya casi 2 cabezas que él y con un cuerpo con músculos mas impresionantes, Darío se sintió la misma ratita pequeña que cuando le conoció.
"Apenas si creciste ¿No?"(Santiago)
Con su mano apretándole el cráneo a Darío este solo tartamudeo y asintió.
"¿Debería entrenar más?"(Darío)
Apretándole con más fuerza y mostrando una hermosa sonrisa, Santiago solo asintió y lo arrastro hacia dentro con solo una mano a pesar de que Darío intentaba zafarse del agarre.
"¿No creciste demasiado? Digo, uno no crece casi 20 centímetros en solo 8 meses ¿O sí?"(Nicolás)
Nicolás que entro junto con Casimiro, ambos tenía plena confianza y se sentaron como si estuviesen en su casa, mientras que en cambio 2 chicas pasaron de forma reservada y nerviosa.
"Depende del entrenamiento, al contrario que este mocoso, durante 8 meses me dedique a forjar mi cuerpo además de que conté con el beneficio de la diosa de la naturaleza, ¿Qué paso? ¿Soy envidiable?"(Santiago)
Haciendo rodar a Darío de vuelta hacia la mesa y sentados sobre su cama, Santiago que tenía una camiseta negra y un short blanco, estaba descalzo y cruzo su pierna sobre su rodilla opuesta.
"Eres un poco más bajo que Leónidas y aunque tienes un buen físico, no eres un gigante musculoso, es un buen balance supongo"(Casimiro)
"Si perdiese mi flexibilidad perdería mi forma de pelea, es una pequeña mejora de aspecto"(Santiago)
"Ni lo digas, ya había oído que tu cabello y ojos habían cambiado de color, pero ahora incluso das miedo desgraciado"(Darío)
"Hahahahaha, me lo dicen a menudo"(Santiago)
"Por cierto, ellas son nuevas compañeras, Alicia Sacred nuestra sanadora y Emilia Kasma maga soporte"(Nicolás)
"Es un placer"(Emilia)
Haciendo una reverencia de respeto, la maga soporte que ahora mismo al igual que todos excepto la sanadora vestía de informal se presento.
"No, no, el placer es mío, conocer a alguien capaz de soportar a este molesto"(Santiago)
Molestando a Darío y riéndose, Santiago vio como este se levanto y lanzo un golpe, al impactar en su rostro, Santiago no se movió ni pestañeo.
"¿Eso es todo lo que tienes? ¿Realmente entrenas?"(Santiago)
"¡Ah! Monstruo, ¡AH!"(Darío)
Dándole un golpe de karate en el centro de la cabeza lo hizo caer medio inconsciente y luego, como si nada, Santiago creó un círculo de magia de sanación y le curó.
"¿Qué te parece? ¿Quieres entrenar conmigo luchar?"(Santiago)
"¡No! ¡No, piedad!"(Darío)
Arrastrándose con todas sus fuerzas lejos de Santiago, Darío se levanto y sacudió la camisa blanca y tomo asiento.
"¿Sabes? Darío a veces se salta sus entrenamientos..."(Casimiro)
Dejando el comentario y tomando distancia, pero mientras se levantaba, cadenas de energía corporal lo rodearon, tanto a él, como a Darío y Nicolás.
"Si las rompen entonces entrenaron de forma correcta, sino... Les doy una soberana paliza, ¿Qué comience la prueba?"(Santiago)
Levantándose y aplaudiendo, las cadenas comenzaron a apretarles cada vez mas fuerte y los cayeron al suelo, la chica sacerdotisa se levanto enojado, mientras que la soporte se agacho preocupada hacia Nicolás.
"¡¿Qué crees que haces?! ¡Podrías dañarlos!"(Alicia)
"...¿Tanto los subestimas? Han vivido y pasado sobre situación verdaderamente serias, un par de cadenas que no los matarían no son nada, no los veas tan por debajo, ¿Quieren algo de beber?"(Santiago)
La chica que vio como Santiago se iba hacia una cocina y colocaba agua para calentar, estaba furiosa pero no se atrevió a hacerle nada ya que ni siquiera Darío tuvo fuerza para hacerle un rasguño.
"GGGRAAH"(Nicolás)
Rompiendo la cadena a los 15 segundos, Nicolás estaba jadeando y sudando pero se levanto secándose el sudor y cuando se reincorporo respondió con calma dejando a Alicia totalmente perpleja.
"Yo también quiero té"(Nicolás)
"Bien, bien, tu control no está mal, en vez de intentar usar tu fuerza física, mezclaste tu mana puro con la energía corporal para romper las cadenas... Buena forma de adaptar el conocimiento, ya lo estoy haciendo, ¿Negro o de manzana?"(Santiago)
Escuchándole sentado Nicolás se recostó y miro por encima a Darío y Casimiro que seguían esforzándose.
"Negro... Siendo un mago nunca se me ocurriría recurrir a mi fuerza física, además desde hace tiempo que había pensado combinar le mana puro con la energía corporal, es la base para las técnicas de la espada de Bruno"(Nicolás)
La soporte que estaba sentada a un lado de Nicolás estaba intercalando miradas entre Santiago y Nicolás, sin duda se llevaban muy bien a pesar de que ese hombre no le trataba bien a primera vista.
"Lo tomaste de ahí, es astuto, aquí está el té"(Santiago)
Sentándose y colocando vasos incluso para las chicas y para Casimiro y Darío, Santiago se relajo en el respaldo de la silla con las piernas abiertas.
"Gracias... Ah, por cierto, oí que la reunión con mi tío no fue buena, ¿Acaso te peleaste con el supremo sacerdote de vuelta?"(Nicolás)
Abordando el tema con calma mientras bebía te, Nicolás hizo sentir incomoda a Alicia que estaba sentada a su lado y nerviosa a Emilia que de golpe parecía sentir miedo de Santiago.
"Hhmmm, se podría decir que sí, pero no creo que pase de vuelta, el bloqueo comercial de la Iglesia de la Muerte lo levante por lo que tanto vuestra Iglesia y la corona deberían ver sus ingresos subir, además comunique de las intenciones de Valle Dragón, mis objetivos principales están hechos, ahora solo me quedaría a ver el festival ya que sería un desperdicio irme a encerrar en el Templo"(Santiago)
"Eso e-"(Nicolás)
"¡¡HAAA!!"(Casimiro)
Rompiendo las cadenas con un explosivo sonido, Casimiro se levanto lentamente bajo las miradas de todos y se sentó sobándose los brazos por el dolor.
"¿Sabes porque tardaste tanto?"(Santiago)
"N-no..."(Casimiro)
"Tienes mucha energía corporal, pero en vez de concentrarla y apretarla, la liberaste sin control para aumentar tu fuerza, perdiendo la capacidad defensiva, dañando tus brazos y restringiéndote solo"(Santiago)
Sanándole con un círculo mágico básico, Santiago sirvió el té caliente en el vaso de Casimiro y se lo paso.
"De todas formas, el control es algo complicado, pero tú más que nadie le debe prestar atención, debes de ser capaz de esconderlo a la perfección o tu capacidad como asesino se vuelve inútil"(Santiago)
"¡Sí! Hare mi mejor esfuerzo en ello"(Casimiro)
"Hace ya bastante que estoy escuchándolo, pero... ¿Casimiro, Nicolás y Darío usan energía corporal? ¿Acaso tu se la enseñaste a ellos?"(Alicia)
Nicolás miro a Alicia como si supiese lo que estaba por decir y por ello le dio un mal rostro desde incluso antes de que empezase.
"Así es, yo les enseñe a luchar"(Santiago)
"¿Llamas usar la energía corporal luchar?"(Alicia)
"Hahahaha, ¿Estás diciendo que tus 3 compañeros no saben luchar?"(Santiago)
"N-no, ¡Claro que no! Sus movimientos y habilidades son impresionantes, pero están arruinándose al usar energía corporal, mi maestra y el supremo sacerdote lo dicen seguido"(Alicia)
Con su mano en el pecho y la otra sobre la mesa, la niña hizo que Nicolás se tapase la cara mirando la mesa y a Casimiro avergonzarse y mirar a otro lado.
"Yo les enseñe eso también"(Santiago)
Tomando un sorbo de té, Santiago dio una péquela contestación que hizo a Alicia sentirse molesta.
"¿Y qué? Les enseñas cosas bien y cosas mal, ¿No crees que deberías dejar de enseñarles lo malo y dedicarte a lo bueno?"(Alicia)
"Fiiiuuuu, que carácter... Bien, ¿Nicolás, Darío y Casimiro son mucho mejores que todos los otros de sus edades?"(Santiago)
"Si, pe-"(Alicia)
"Silencio, solo responde... ¿Qué cosas hacen ellos que no hagan otros elites del reino?"(Santiago)
Tomando el té con tranquilidad y paciencia, Santiago miro de forma severa hacia la chica y la hizo desviar su mirada al suelo sin poder verle a los ojos.
"Entrenar, ellos entrenan mucho"(Alicia)
"¿Estás diciendo que el idiota de mi primo entrena mucho? Acabo de llegar y escuche que se salta entrenamientos, además, que desde que lo conozco lo hace"(Santiago)
Que por cierto, ¿Sigue sin poder liberarse de las cadenas? Menudo inútil se nota que no entrena de forma adecuada
"E-eso es, porque él tiene un enorme talento, ¡Todos los dicen! Ellos 3 nacieron con un don especial"(Alicia)
"Cuando conocí a Nicolás, el paquete explotaba en su habitación solo intentando crear una esfera de fuego, cuando conocí a la ramita de ahí, era tan inútil que ni la mayoría de su propia familia creía que fuese capaz de ser un asesino y el más inútil de todos, el guerrerito de ahí... Lo derrote de un solo golpe y ni siquiera sabía lo que era luchar, no digas que tienen talento excepcional o nacieron con un don, desprestigias sus esfuerzos"(Santiago)
Reprochando las palabras y actitud de Alicia, Santiago la estaba avergonzando por completo, estaba roja y estaba sentada de vuelta y sin poder ver a la cara a Santiago.
"Lo que tú piensas de ellos, no se los debes imponer, ellos son lo que son y serán lo que quieran ser, imponerles una imagen que no desean provoca que se vuelvan inútiles e infelices"(Santiago)
"Y-yo... Yo no estaba imponiéndoles nada"(Alicia)
Con una voz quebrada y triste, Alicia estaba acurrucada en su silla, con solo palabras sin agresividad alguna, Santiago acababa de hacerla sentir malvada y una horrible persona, viendo como Santiago hablaba sin perder la calma en ningún momento, Nicolás y Emilia estaban con una mirada brillante.
"...Por cierto, Casimiro, la próxima vez que el idiota de mi primo quiera saltarse un entrenamiento clávale una daga en la pierna, no puedo creer que sea tan inútil"(Santiago)
Suspirando y mirando con decepción hacia Darío que estaba esforzando sin parar pero sin dar resultados, Casimiro solo sonrió y asintió, las cadenas se rompieron solas, y cuando lo hicieron Darío quedo inconsciente en el suelo.
"¿Ósea que ni siquiera aguanto consciente? Que sean 2, apuñálale las dos piernas"(Santiago)
"Sobr-"(Nicolás)
"Otro día seguimos hablando, llévense a la ratita, al parecer tengo otros asuntos importantes que atender esperándome en la puerta...El más importante para ser exactos"(Santiago)
Casi que pateando a todos los niños hacia fuera de su habitación, Santiago lucia feliz y radiante, como si estuviese dando un largo paseo por un parque hermoso.
Es hoy, es hoy... Al fin llego la hora