Después de contarle las cosas desde el principio hasta lo que pasó en la habitación y luego contar cosas sobre el sueño que tenía a Rebecca, ella solo lo miro fijamente por un rato antes de hablar.
"¿Qué harás con Elise y Selenne?"
Ante la mirada aguda de su Madre, Daniel no se atrevió a mentir, lo pensó por un momento antes de mirar a Rebecca a los ojos y responder con seriedad.
"No sé... la verdad he estado muy enamorado de Elise pero pensé que todo era un sueño y trate de alejar esos pensamientos pero poco a poco lo trate de olvidar, hasta ser capaz de amar a Selenne, se que suena mal, pero quisiera estar con ambas... pero se que ambas solo me aceptan solo como uno a uno, y que no serían capaces de aceptar a la otra en la relación..."
Rebecca miró a su hijo con seriedad, no le respondió y más importante, no supo cómo responderle para aconsejar a su hijo.
Ella estaba influenciada desde su juventud a la poligamia, las personas poderosas podían tener un gran harem, tanto hombres como mujeres, su Padre mismo tenía un gran harem que en comparación con su esposo Enrique era como muy 'fiel', pero Selenne no, su Padre solo tenía una esposa que fue la persona con la que se casó por amor, ella aprendió de sus Padres que el verdadero amor entre dos puede ser lo más hermoso y feliz, Elise por otro lado aunque no sabía por lo que había pasado ni de sus orígenes, sabía de el 'sueño' contado por Daniel que las parejas eran monógamas, haciendo que todo esto se volviera complicado.
"..."
"..."
El incómodo silencio duró mucho tiempo, Daniel se levantó y caminó hacia la puerta, cuando está por salir escuchó a su Madre decir en voz baja.
"Puede que sea difícil hijo, sería más fácil si te decidieras por una pero creo que no lo harás, por eso creo que deberás superar esta dificultad con tu propio ingenio si quieres que ambas acepten casarse contigo"
Daniel que tenía la mano en la puerta entendió las palabras de su Madre y asintió con la cabeza y salió de la habitación con un "gracias" hacia su palacio.
Cuando entró en su palacio vio a alguien esperándolo en la sala de estar, con solo ver su cabello blanco platino supo quien era aunque este le cubriera la cara, cuando lo escucho entrar levantó la mirada mirándolo con unos ojos azules que mostraban una extraña determinación que pocas veces había visto antes, en la mesa frente había tres velas aromáticas que ya habían propagado su olor por toda la sala de estar.
Aunque el hermoso cabello platinado de Selenne cubrió su cara y la luz de la habitación era tenue sus hermosos ojos parecían brillar bajo su cabello, ella se levantó y caminó hacia él ni rápida ni lentamente, viéndola caminar hacia sí mismo en ese momento aceleró el corazón de Daniel.
Se detuvo frente a él y aunque media 5 cm menos de Daniel lo miró como si ella fuera más alta que él.
Con una voz baja y sensual pero firme le dijo.
"Daniel debes saber algo, no me importan esos sueños, no me importa esa mujer... ¡tú eres mío!"
Sin darle la oportunidad de responder puso sus brazos en el cuello de Daniel y comenzó a besarlo con fuerza, bajo el beso de Selenne su corazón latía aún más fuerte mientras le devolvía el beso, poco a poco su mente comenzó a nublarse.
Daniel puso sus manos en la cintura de Selene y las comenzó a bajar para agarrar su culo, y ella bajó sus manos hacia sus pectorales.
Cuando se quedaron sin aire rompieron el beso, viendo la abrumadora lujuria en los ojos del otro desearon continuar pero Daniel no fue por sus labios sino por su cuello, empezó a besar y lamer su cuello hasta que solo quedaron instintos en las acciones de ambos.