'Hm, por ahora Celestine-sama, Claudia-sama y Héroe-sama llevan mucho tiempo en la Habitación principal, todavía deben estar hablando... ah, Héroe-sama~'
Sylphy-chan, o sólo Sylphy, estaba camino a la Habitación de Celestine mientras llevaba una bandeja con diferentes alimentos y bebidas sobre ella, pensando en la conversación que se debería llevar allí, sólo que recordando a Alexander, sus mejillas se ruborizaban un poco.
Ella es la persona más cercana a Celestine en todo el Castillo, y también la única que a la que se le permitía pasar hacia estos aposentos.
Normalmente no habla mucho, es discreta, y su expresión suele ser siempre la misma, pero no es que ella misma sea alguien tan "fría" como aparentaba ser, sino que simplemente la mayoría de su vida está dedicada a estar entre las paredes del Castillo, especialmente con Celestine, que tenía el hábito de estar siempre aquí, sin salir mucho.
Por eso, sólo los libros, y las pocas personas que ella consideraba "agradables" en el Castillo, un grupo muy reducido de ellas, era el grupo y la vida social de Sylphy.
Ella estaba caminando un poco más apurada de lo normal, porque si su Celestine-sama no se daba cuenta, ella entregaría la bandeja en la habitación,y se quedaría adentro, en alguna esquina.
Tiempo y ocasión que que Sylphy aprovecharía de buena manera al mirar el rostro de Alexander, también, a intentar leer su personalidad.
Porque si bien ya se había anunciado que Alexander salvó a cada una de las anteriores Fortalezas, era, en última instancia, alguien nuevo en la vida de ella, de Celestine-sama, y de la Capital en sí.
Siguió caminando mientras pensaba, y en poco tiempo llegó frente a la puerta de la Habitación de su Señora.
"Disculpe, Celestine-sama, traigo la merienda."
Ella habló con la voz más "genial" que podía hacer.
"..." Al ver que nadie le respondió, algo que nunca había pasado, Sylphy sólo abrió ligeramente la puerta, como se debería hacer en este caso.
Y justo cuando estaba por anunciar nuevamente su llegada...
(¡Qu-qu-qu-qu-qué!) Ella aguantó la respiración audiblemente e incluso se mordió la lengua en un susurro desesperado, con su cara poniéndose más roja por segundo.
La vista que recibió, fue la de su Señora Celestine-sama, besando ávidamente al Héroe-sama e incluso estando abrazados muy fuertes y con posturas extremadamente sugestivas...
...
Alexander se sorprendió mucho por lo que pasó.
Pero el pequeño golpe de los dientes suyos contra los de Celestine, al parecer, en su intento por hacer algo que nunca había hecho, lo despertó para confiadamente sostener a Celestine, y empezar a besarla correctamente como se debe.
*Hhhmffgg~*
Se podía escuchar ese sonido bastante erótico desde su contacto, pero Celestine o Alexander sólo siguieron.
Todo el besó, completamente guiado por Alexander y su lengua, duró 1:31 Minutos, el tiempo que Celestine no pudo pasar sin tener que respirar nuevamente.
"Haa~ Haa~"
Ella respiraba con su cara a centímetros de Alexander, y lo miraba de una forma que es la misma que sus Esposas lo miran. Alexander estaba muy sorprendido por algo así, ya que es casi como si de alguna forma... Celestine también fuera su mujer, o qué al menos, hubiera intimado con ella, cosa que no había hecho, cuando ni siquiera la "conocía" cara a cara...
"Oh Celestine... ahora no puedo detenerme..."
Alexander habló con sus labios casi juntos a los de Celestine, mientras respiraba el aliento agradable y fresco que que soltaba Celestine.
"Alex-sama~" Su voz estaba llena de un sentimiento tan sexual, que ponía cada vez más y más duro a Alexander, "Por favor no te detengas~ Llevo esperando esto por mucho~ ... muuuucho tiempo~ Alex-sama, yo quiero que estés conmigo, lo deseo, y también quiero agradecerte como lo mereces... Alex-sama, por favor, tómame~"
Celestine iba a seguir hablando, pero no pudo porque Alexander la besó de manera salvaje.
"No sería un hombre, si dejara que una mujer tan hermosa como tú, me rogaras algo así. La persona con suerte aquí soy yo."
Alexander le habló cuando sus caras se separaron nuevamente.
Un fino hilo de saliva era brilloso y visible entre ellos, pero tal vez por la situación... ninguno de los se daban cuenta de esto.
"Pero..." Alexander dijo y separó su rostro del de Celestine, mirándola a sus deslumbrantes ojos verdes.
"Antes de continuar, Celestine, debes saber que yo no soy como los demás hombres, una vez que haga esto contigo... desde ese momento tu destino estará unido al mío, así de egoísta soy, ¿estás segura de que todavía quieres estar conmigo... como mi mujer?"
Alexander vió como la cara de Celestine, que ya estaba demasiado sexual por todo el remolino de sentimientos desconocidos pero extremadamente placenteros que estaba sintiendo... se puso colorada mientras ella asentía débilmente, "Alex-sama... yo... yo no sé nada de esto, no sé si sea una buena mujer, ni siquiera se si lo merezco... pero sería mi honor poder decir que soy tu mujer, que soy tuya... yo, Alex-sama yo... yo... el pecho... mi pecho quiere explotar, me siento tan bien contigo de esta forma que yo..."
Sus lágrimas que una vez se habían detenido, volvieron a salir como una represa que no resistió a la fuerza del agua.
...
Alexander estaba sorprendido hasta la médula por esto.
Él podía sentir que esta mujer que él nunca había conocido realmente, lo miraba de una forma que parecía dispuesta a darlo todo por él...
Alexander se resignó, él no sabía, realmente no entendía por qué era esto, no lo entendía y no podía empezar a entenderlo, pero como antes, Alexander había tomado una decisión.
Abriría sus brazos a lo que la vida le diera.
Recibiría todo lo que se le fuera ofrecido.
Alexander miró a la cara de esta mujer delante de él, de una Diosa, una Diosa real, que lo miraba con una Amor indescriptible... y esto lo hizo sentir que por mucho... por mucho que falten detalles... por mucho que sea algo demasiado rápido... por mucho que fuera crudo...
Él tomaría este suceso por las riendas, y convertiría a esta mujer, en una mujer feliz.
Él se concentraría en hacer otro contrato.
Este, era uno de los que ya había hecho, y de los que haría en el futuro, pero por más que hubieran, no lo hacía menos especial...
Cada uno de estos, tenía una atención completa del corazón de Alexander.
Cada uno de ellos significaba una mujer que había enamorado a Alexander.
...
Alexander volvió a besar a Celestine, interrumpiéndola por segunda vez con un beso.
Duró poco segundos ya que era bastante amable, y suave.
"Desde este momento, Celestine Lucross, eres mi mujer, hasta el día en que decidas dejarme por tu cuenta, ni siquiera el destino mismo, te separará de mí." El habló con voz suave pero potente.
"Ahh~" Celestine respiró profundamente y miró hacia Alexander, "~Hai~ Alex-sama~"
Alexander sonrió, tomó a Celestine y la cargó como una Princesa, para llevarla a la cama que estaba ubicada a unos metros de allí, con una Celestine que lo abrazaba muy fuerte, también olisqueándolo un poco...
...
Naturalmente, en este momento Alexander, se podía decir que estaba en un estado... ininterrumpible.
En una situación normal, él hubiera preguntado acerca de lo que había dicho Celestine anteriormente antes de que lo besara por la fuerza, o hubiera puesto una barrera de sonido alrededor de la Habitación, o hubiera notado la débil presencia que estaba detrás de la puerta, mirando todo esto que pasaba por la rendija de la puerta misma que no estaba completamente cerrada y que tenía milagrosamente una vista panorámica de toda la cama Real que estaba en la Habitación...
Pero bueno...
No era una situación normal, por lo que lamentablemente no se dió cuenta.
...