Saltando por medio de gigantescos árboles, estaba dos gorilas de gran tamaño.
Un gorila de seis metros de alto de pelaje negro estaba liderando el camino con movimientos extremadamente rápidos que no concordaban con su musculoso y gran cuerpo.
Luego estaba un gorila de tres metros que, si bien era pequeño, su velocidad y movimientos por las grandes ramas, era espléndido.
En el fondo, estaba Nicole quien se estaba riendo impresionada por los movimientos de ambos gorilas.
César era grande, pero sus movimientos eran rápidos y Rupert era pequeño y no estaba tan interesado en moverse rápido, pero la forma que movía su cuerpo destacaba.
Nicole había pensado que por su propio tamaño podría ser más rápida, pero en medio de estos gigantescos árboles, ella se dio cuenta de que la ventaja de los gorilas en su habitad natural era inigualable.
Saltando por las ramas y usando algunas grandes dianas para balancearse, Nicole a través de sus instintos buscaba adaptarse a esta naturaleza.
Y tras dar varios saltos y recorrer una larga distancia, César se detuvo en una gruesa rama y Rupert se afirmó en el tronco de otro gran árbol.
Por su parte, Nicole simplemente aterrizó en una rama y observó que estaban de vuelta en la entrada de la tribu gorilas.
Varios primates estaban por el área y si bien los gorilas atronadores eran los más vistosos, estaban presentes orangutanes durmiendo en un árbol, chimpancés en multitud y bonobos patrullando el área.
"Muy diferente a la primera vez que vine." Murmuró Nicole de forma honesta.
Antes había gorilas, pero esta vez el lugar estaba más cambiado y lo más notable eran algunos edificios en los árboles.
Construcciones más humanas, nidos más desarrollados y un sin número de primates, todos conviviendo juntos.
Había pasado un año de la ceremonia a la que había asistido y ellos no dejaron de desarrollarse.
"La amenaza del portal abismal ha hecho que muchas tribus se unan y nosotros no somos diferentes." Dijo César con seriedad y mirando a la multitud, señaló. "Eso ha hecho que la ceremonia sea más grande y diversa que antes."
Tal como Aurora había esperado, la Academia Cernunnos por medio del Anciano Kernen se contactó con el grupo de mercenarios para solicitar escolta, tal como todos los años hacían.
Sin embargo, esta ceremonia a diferencia de la del año pasado era más grande, ya que no solo los gorilas atronadores estaban participando.
Al igual que los gorilas aceptaban la aplicación de nuevos avances de los bonobos o sus rutinas tan 'humanas', los bonobos aceptaron el intercambio cultural que se realizaba por medio de la ceremonia.
Lo mismo sucedió con los chimpancés y orangutanes que tenían sus propios modos de vida y ceremonias.
"Los ancianos buscan la unificación de nuestra gente. Compartir nuestras ceremonias, nuestros ideales y conectarnos con nuestros compañeros." Explicó Rupert y al ver que ella estaba curiosa, detalló. "Los gorilas somos pocos comparados a los otros primates y por eso siempre nos unimos, pero ellos son diferentes. Tenían pequeñas tribus por toda África."
A Nicole le fascinaba la historia que había detrás de las bestias mágicas y más aquellas que habitaban en este bosque.
Tribus, organización y jerarquía… El bosque mágico era toda una sociedad y ellos a diferencia de las naciones humanas que competían o buscaban beneficios de los portales, se unieron con bastante rapidez.
Estaban acostumbrados a unirse para hacer frente a las amenazas externas.
Bajando al suelo, Nicole siguió a ambos gorilas que eran bien recibidos y ella solo pudo exclamar al ver los alrededores.
Los gorilas… No, todos los primates estaban desarrollando lo que sería una ciudad en el bosque.
Los árboles tenían casas en su interior y si bien la decoración dependía del gusto del que residía, destacaba las paredes y suelo de madera.
No se trataba de una 'casa' de madera al estilo humano, sino que por medios mágicos el árbol empezaba a crecer según el diseño que le quería dar el mago de naturaleza.
El área que eligieron tenían árboles enormes y altos, tal ambiente permitió diseñar una intrincada ciudad natural.
En la base, la tierra estaba solidificada por medio de magia, conformando lo que eran calles y en la base del tronco de los árboles había diferentes casas y almacenes.
Luego en la parte media de los árboles, diferentes casas en el interior estaban diseñadas y algunas veces había edificios con estilo arquitectónico humano mezclado con la naturaleza, pero lo que impresionaba eran los caminos que unían un árbol con otro.
Caminos de enredaderas grandes y resistentes capaces de soportar el peso de grandes orangutanes y de gigantescos gorilas como César.
Si Nicole tuviera que elegir el estilo que estaban copiando, entonces…
"Gente de la India… Tiene sentido." Murmuró Nicole al identificar algunos humanos con rasgos característicos de la india.
Algunos rasgos le recordaban a Taqiyya y si bien había otros individuos que eran difícil definir su nacionalidad, la mayoría de los que estaban haciendo las casas eran magos de la india.
Por medio de la magia de naturaleza, ellos guiaban el desarrollo de los árboles, permitiendo que el árbol siga 'vivo' y que a la vez pudiera aceptar a un nuevo habitante.
La India que fue cubierta por una gran cantidad de árboles, adoptó un enfoque de convivencia con la naturaleza y copiaron a su vez a algunas civilizaciones elfica y druídicas de Terra nova.
Ahora los primates estaban adoptando ese mismo enfoque de convivir con la naturaleza para estar en esta zona.
"A los bonobos le gusta todo lo humano y según escuche, quieren desarrollarse de esa forma. Por ahora compran armas, pero ellos también quieren aprender la herrería mágica, los avances mágicos y si es posible tecnológicos." Detalló Rupert y mientras se estiraba, señaló. "Por otra parte a algunos gorilas y chimpancés le gusta la naturaleza y creen fervientemente en protegerla. Eso llevo a que tomaran este camino."
Proteger la naturaleza, pero a la vez tener un estilo más humano… Una mezcla curiosa e interesante para el desarrollo de su propia gente.
Mientras caminaba por el área, Nicole pudo ver a los estudiantes de la Academia Cernunnos que había guiado y a sus compañeros, mirando toda el área con cierta emoción.
Leslie, Érica, Clémentine y Andrés que había llegado recientemente, estaban curioseando por los alrededores con la misma expresión que los estudiantes.
Esta vez el número de estudiantes fue mayor y por esa razón también vino el grupo de Akira.
Los jóvenes estudiantes de la Academia Cernunnos estaban interactuando con los jóvenes primates con los cuales podrían terminar haciendo un contrato y convirtiéndose en compañeros.
"¿Están hablando?" Dudó Nicole al ver que había algunos gorilas y bonobos hablando con los estudiantes.
"Oh, sí. Esta vez como iba a ser una camada más grande de estudiantes e iban a ver muchos primates, decidimos traer artefactos de comunicación." Explicó Rupert y señalando al Anciano Kernen que estaba charlando con un gorila blanco, precisó. "Mantendremos la esencia de la ceremonia, pero les estamos dando más tiempo para que ambos grupos interactúen."
La ceremonia contaba con diferentes pasos y uno de ellos era conectarse mentalmente para aprender uno del otro de la forma más rápida y eficaz.
En vez de acelerar todo el proceso, ahora buscaba que los estudiantes tuvieran una mayor oportunidad para convivir e interactuar con sus futuros nuevos compañeros.
Era normal que la ceremonia empezara cambiar y la razón era los nuevos primates que se unían a esta ceremonia por primera vez.
Los bonobos serían muy particulares con sus compañeros y si algo tenía esa especie era su gusto compartido por imitar a la humanidad.
Por su parte, los chimpancés eran muy variados entre sí y sus gustos generales también, lo que dificultaba definirlo en un parámetro general y por eso necesitaban más tiempo.
Dejando a los orangutanes que parecían más tranquilos con su propia dificultad por su pereza habitual.
"No es fácil elegir un compañero… Y es difícil que todos puedan hacerlo." Murmuró Nicole de forma solemne.
César y Rupert, asintieron.
Los primates seguían a sus compañeros a la civilización humana sin ningún entendimiento y comprensión del mundo humano.
Confiando en su compañero humano para adaptarse a ese nuevo 'mundo'.
"En un futuro tal vez nuestra gente pueda ir a la civilización humana sin necesidad de un compañero." Declaró César de forma solemne.
En un momento, su gente seria independiente y podría adaptarse al mundo humano por su cuenta, sin necesidad del apoyo de un 'tercero'.
¿Era posible? Nicole lo veía difícil, pero no imposible.
Lo que mayormente limitaba las bestias mágicas para vivir en la civilización humana era la falta de sentido común sobre algunos aspectos como lo era el dinero y el comercio.
Aquí en el bosque mágico, la naturaleza le ofrecía todas las necesidades que la tribu necesitaba, muy diferente en la sociedad humana en donde la riqueza importaba.
También importaba la imagen que los diferentes humanos tenían sobre las bestias mágicas, pero ese era otro tema.
Mientras veía como Rupert se iba a conversar con sus 'pequeños', Nicole se dirigió a donde Alice había salido.
Era una casa en el interior de un árbol y las entradas eran del tamaño de los gorilas más grandes, lo que hizo que Nicole al entrar se sintiera pequeña.
Sin embargo, esa sensación duro muy poco al ver que en el interior estaba Aurora junto a pequeños gorilas atronadores, riéndose con cierta diversión.
Esto era una guardería y Aurora estaba junto a Akira acariciando a los pequeños como si fueran niños.
Ver a Aurora tomar un gorila y abrazarlo mientras la pequeña bestia le devolvía el abrazo, hizo que Nicole quisiera intentarlo.
Se veían tan adorables y si bien una parte de Nicole, pensó que era malo que ellos pensaran que los estaba tratando como mascotas, al ver a Aurora dándole una invitación, se dejó llevar.
¿No era como si adultos estuvieran mirando, cierto?
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En su oficina en Zerzura tras volver de acompañar a los estudiantes de la Academia Cernunnos para su ceremonia, Aurora observó las imágenes que subió Nicole a su red social.
Estaba abrazando a pequeños gorilas atronadores, chimpancés y los regordetes orangutanes como si se tratara peluches.
"Tal vez algún día deba invitarla al centro del bosque…" Murmuró Aurora riéndose.
Las tribus por lo general tenían una 'guardería' en donde dejaban a las criaturas más pequeñas y siempre esas áreas eran las más resguardadas.
Al menos que los visitantes sean de total confianza, no era tan fácil entrar y en el centro del bosque en donde la mayoría de las bestias mágicas se reunían, tenían esta clase de guardería.
Aurora no podía negar que abrazar a una pequeña pantera negra todo esponjosa era sumamente agradable.
Claro, el problema era que normalmente las bestias mágicas de ese tipo no se dejaban acariciar tan fácilmente y era posible que lo tomaran como un insulto al ser tratadas como 'mascotas'.
Escuchando el sonido de la puerta, Aurora dejo sus pensamientos de lado y ordenó que la otra persona pasara.
"¿Escuche que me llamabas? ¿Sucede algo?" Preguntó Andrés al entrar a la oficina.
Su expresión algo curiosa, no ocultaba un poco de su seriedad y la razón fue que Aurora pidió que viniera por trabajo.
"Escuche del Sabio Lucius que estas al día con lo que ha sucedido en el séptimo portal abismal." Dijo Aurora de inmediato, manteniendo una expresión solemne de trabajo.
Ella había hablado con el Sabio Lucius luego de la conferencia de la Empresa Cosmos y conocía que Andrés estuvo participando en el asunto y ese joven sabia sobre lo que había sucedido.
Prácticamente conocía toda la verdad desde la tecnología que ellos obtuvieron, hasta el hecho de que ese mundo al que fueron estaban en el mismo universo que la tierra.
"Si… Desearía no saberlo, pero sí." Respondió Andrés y dando una media sonrisa, comentó. "Soy bueno para mantener secreto, así que no debes preocuparte. Lo mantendré oculto en el fondo de mi mente."
Oculto en el fondo de su mente, en el lugar en donde no necesitaba pensar… Claramente Andrés había aceptado el hecho, pero en vez de cuestionar sobre el tema, prefirió no pensar en ello.
Viendo esa reacción, Aurora se decidió.
"¿Sabes sobre las semillas?" Preguntó Aurora y al ver que el joven asentía, precisó. "Entonces debes saber sobre la educación que deben recibir… Estoy buscando a alguien para que ocupe ese papel."
Lo primero que hizo Andrés fue mirarla sorprendido con cierta extrañeza.
"Estuve hablando con el Sabio Lucius y estuve de acuerdo, que la mejor educación que podemos dar es una natural. Sin científicos, sin programas y planificaciones para moldearla a nuestro gusto o nuestros intereses." Reveló Aurora y mirando Andrés, señaló. "Cuando le pregunte al Sabio Lucius quien podría tomar la tarea, él me dijo tu nombre."
Andrés parpadeó como si fuera difícil aceptar sus palabras.
La conversación con el Sabio Lucius era agradable, ese individuo veía a las semillas como una nueva forma de vida y su forma de verla, cambiaba todo.
Ellos podían preparar un programa con diferentes maestros y especialistas, para educar a las semillas y de esa forma moldearlas a sus deseos.
Aurora seguía recordando la conversación con esa quoariana y si bien era difícil aceptar el modo de ver de esa quoariana, al final siguieron con el método que ella le había mencionado.
"Primero lo haremos con una semilla. El Sabio Lucius recomendó que la dejáramos 'germinar' al cuidado de alguien, sin objetivo en mente y con el único deber de cuidarla." Detalló Aurora con calma.
La primera 'semilla' iba a ser la investigadora con la cual ella había hablado y ellos no buscaban que fuera moldeada de alguna forma específica y dejarían que 'germinara' al cuidado de alguien.
"Ver el mundo con alguien que la cuide. Que responda sus dudas y preguntas, que aprenda sobre la vida humana, sin intenciones maliciosas, sin objetivos en mente o 'destino'." Añadió Aurora con solemnidad.
Ser criada con algún objetivo en mente, con intenciones secundarias o con un destino que cumplir, no era nada agradable.
Si esta nueva forma de vida, tomaba un nuevo camino y solo recordaba su antigua vida como un recuerdo pasado, entonces si era criada con algún objetivo, pensaría que solo era un objeto en control de otros.
Que toda su vida fue una obra de influencias externas que la moldearon para cumplir un objetivo, un 'destino'.
Aurora sentía cierta repulsión ante ese sentimiento y no deseaba que esta nueva forma de vida, pasara por ello.
"¿Por qué yo?" Preguntó Andrés entrando en un modo profesional y frunciendo el ceño, cuestionó. "Entiendo la razón de que Lucius no tome el trabajo. Es un excéntrico irresponsable, ¿pero por qué no Liam? ¿O alguien más en la iglesia? Incluso tu misma podrías intentarlo."
Como alguien que conocía mejor al Sabio Lucius, Andrés de inmediato lo rechazo para este tipo de trabajo y Aurora, estuvo un poco de acuerdo.
Si bien se comportó de forma excelente cuando estuvo conversando con ella, siempre dio una imagen excéntrica de alguien que no le importaba los demás y se tomaba algunos asuntos en broma.
"Liam me rechazo y dijo que no desea ser padre tan joven." Respondió Aurora y al ver que la expresión de Andrés temblaba, señaló. "Y yo… No soy un buen ejemplo a seguir o imitar."
Andrés le dio una mirada extraña, pero Aurora fue sincera con sus palabras y no explicó más.
Dejando de lado el tiempo y el esfuerzo de este trabajo que podía tomar, el problema era sus valores y su actitud.
¿Qué le enseñaría a esta semilla? ¿A hacer lo que deseara hacer y llevar a cabo sus propios y egoístas valores, según sus propias creencias?
Aurora entendía que desde hace tiempo actuaba, por sus propios valores, cargando con las consecuencias de sus acciones.
Y si bien hubo veces que esos valores y esas creencias la llevaron a salvar inocentes, hubo otras veces que esas mismas creencias la llevaron a mancharse de sangre.
Dejando un camino de cadáveres, que eran llorados por aquellos que amaban a las personas que ella había asesinado.
No era un ejemplo a seguir y no era un modelo del cual se debería aprender.
"El Sabio Lucius me menciono la razón por la cual te eligió a ti." Dijo Aurora y al ver a Andrés curioso, explicó. "Dejando de lado tu capacidad para conectarte con la tu IA, lo que hizo que te señalara, fue tu forma de adaptarte."
Andrés dio una expresión algo aturdida ante sus palabras, pero Aurora continuo.
"Te adaptaste a un trabajo, al mando un excéntrico que te hace trabajar por las noches, jugar videojuegos y aprender secretos importantes. Al igual que te has adaptado a los otros trabajos." Dijo Aurora y mirando a Andrés, precisó. "El Sabio Lucius piensa que si esta 'semilla' toma, aunque sea una parte de tu forma de adaptarse, podrá sobrevivir por su cuenta."
El Sabio Lucius cuando habló de Andrés lo hizo con una sonrisa divertida y claramente le agradaba su empleado, pero a la vez fue sincero.
Lo que ese individuo buscaba para la semilla era la capacidad de adaptación que Andrés tenía y que le permitía acomodarse a cualquier ambiente.
"Y yo lo acepté, porque veo que no solo te adaptas, sino que eliges lo que deseas hacer y tomas ese camino." Precisó Aurora y con una sonrisa, comentó. "No busco alguien perfecto o que sea un modelo a seguir. Tampoco alguien muy influenciado por una forma particular de ver la realidad, sino que busco alguien neutral."
Si ella tomaba a la semilla, entonces inevitablemente la influenciaría según sus propios valores y eso podía ser un beneficio, como un peligro.
Su vida podría haber sido diferente, si sus objetivos lo fueran… Aurora lo entendía mejor que nadie.
Liam era un buen objetivo para tomar la enseñanza y si bien tenía ciertas particularidades, tenía su propia forma de ver la realidad.
Para ella, Andrés también era la mejor opción.
Tras la misión asalto hace ya un año, supo que el trabajo de campo no era lo suyo y se dedicó a otra cosa.
Hace un tiempo, se dio cuenta de que seguir en la academia de héroes no era para él y la dejo.
Seguramente era alguien con dudas y preguntas, pero a la vez se esforzaba para buscar su camino, sin algún objetivo particular en mente.
En cuanto a las influencias, era alguien ligeramente neutral, ya que no tendía a causar problemas extremos como Alice y tampoco era completamente heroico, lo que hizo que fuera un perfecto objetivo.
Que se agregara que él prácticamente no tenía una opinión definitiva con respecto a las semillas, también fue agradable.
"Es un trabajo… Demasiado pesado." Murmuró Andrés entendiendo las repercusiones de aceptar.
Liam también lo entendió de inmediato y por eso lo rechazo con la excusa de que era joven para ser 'padre'.
Esta 'semilla' germinaría en una nueva forma de vida y dependiendo de la persona que estuviera a su lado, podría verse como el 'padre', 'tutor' o 'familiar'.
Para Aurora esas opciones era mejor que se sintiera como un conejillo de india en manos de científicos.
"Lo es. No te voy a decir que te dejaremos solo, te apoyaremos con lo que sea que necesites, pero si te soy sincera, este trabajo será más individual." Declaró Aurora y viendo que Andrés asentía, añadió. "Piénsalo mientras estés aquí. Cuando termine el mes, me gustaría saber la respuesta."
El aniversario ya estaba prácticamente cerca y si bien no quedaba demasiado hasta fin de mes, era tiempo suficiente como para que él pudiera pensar en el tema.
Más que un trabajo, lo que le estaban dando era la responsabilidad de tomar otra vida bajo su cuidado y si bien ser mecánico ayudaría, todo lo demás dependía de sí mismo.
Andrés asintió y se fue con una mirada pensante.
Las semillas eran otro de los asuntos que se mantuvo extremadamente clasificado y las personas que podían tomar este trabajo no solo debían ser confiables, sino que ajustarse a algunos estándares básicos.
Personalidad, actitud y ser capaz de sostener una relación simbiótica con una inteligencia artificial y sin verla como un objeto de utilidad.
Tales individuos no eran fáciles de encontrar y Andrés era un candidato perfecto.
Un año paso desde la ceremonia en la historia… Y si soy sincero casi un año o un poco más ha pasado desde que publique la historia. Bastante tiempo, tengo que admitirlo. En fin, espero que disfruten el capitulo.
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