บท 171: Prioridades.
En la sala principal donde estaba los estudiantes, Aurora mantuvo su distancia mientras veía al Emperador Víctor despedir a sus invitados.
"Es una pena que se retiren tan temprano." Dijo el Emperador Víctor a Cithrel y al Duque Kristoph.
Aurora cuyo humor había decaído, fue atrapada de vuelta tras comprobar que su amiga se encontraba bien.
"Puede que sea de un miembro apoyo, pero tenemos algunos eventos mañana." Respondió Cithrel mirando al grupo de estudiantes que la estaban esperando.
¡En unas horas empezarían los desafíos!
Si bien todos los desafíos estaban repartidos durante algunos días, intercalando con los desafíos de los no combatientes, todos tendrían varios días pesados.
Cada academia no realizaba tantos desafíos, pero cada uno de ellos eran de por sí agotadores.
"Entiendo." Respondió el Emperador Víctor y mirando al dúo de Señora y sirviente, comentó. "Espero que le haya gustado la fiesta, tal vez no tenga comida de su agrado, pero espero que lo hayan disfrutado."
El comentario fue dicho con una expresión entretenida e hizo que Aurora que estaba siendo acompañante temblara sutilmente, controlando antes de que su expresión cambiara.
Las dietas de algunas razas eran muy especiales y eso era cierto con los vampiros.
El Duque Kristoph dio una mirada seria al Emperador Víctor, notando como ese hombre sonreía.
"Cuando una raza vive hasta este punto encuentran métodos para disfrutar cualquier comida humana." Respondió Cithrel con una sonrisa sin que su expresión cambiara y con un saludo casual, se retiró.
Aurora la acompaño en silencio, tratando de evitar la mirada del Duque Kristoph en ella.
La estaba mirando por una simple razón…
—Esa fue una advertencia para ti.
El comentario del Emperador Víctor no fue dado para ser descortés, sino que fue realizada de forma indirecta para que ella tuviera cuidado de un vampiro como el Duque Kristoph.
Los vampiros bebían sangre y si bien era cierto que los vampiros actuales de Terra nova tenían formas de permanecer 'vivos' y disfrutar los gustos humanas, sus platos principales seguían siendo sangre.
Saliendo del palacio tras despedirse, Aurora permaneció totalmente seria.
"Su Alteza, me retiraré." Dijo el Duque Kristoph cuando abandonaron el palacio llegando a la entrada de la mansión e inclinándose con respeto, recordó. "Por favor, no se olvide de comunicarse conmigo si necesita algo."
"Está bien. Puedes irte." Cedió Cithrel dando una sonrisa y cuando el Duque Kristoph desapareció con magia especial, miró a los estudiantes y bromeó. "No tienen que estar tensos. No es como si él estuviera hambriento."
Hubo un silencio ante la broma y Edward fue la persona que sonrió en calma.
"La presión y tensión viene no de que sea un vampiro, sino que sea alguien tan importante." Respondió Edward sin verse perturbado.
"Si se le agrega su expresión, entonces debilita a cualquiera." Murmuró Nicole en voz baja.
Los demás asintieron.
El Duque Kristoph no daba sonrisas, siempre llevando una expresión tan seria como fría y tal actitud dio la impresión de que se tomaba todo con total seriedad.
Cithrel se rio débilmente y lanzando un hechizo de magia espacial, luego de unos segundos volvieron a la sala del hotel.
"Bien, mañana el único combate que tendremos será el mío, pero los estudiantes no combatientes tienen su propio desafío y los demás tendremos que conocer a la Academia Cernunnos." Avisó Edward de inmediato.
Una porción de los estudiantes estaba reunida en este lugar y él estaba dando un aviso.
"Me encargaré de prestarle atención a los estudiantes no combatientes." Dijo Aurora de forma simple.
Mañana iba a ser un día ocupado en muchos sentidos y que ella se centrara en los estudiantes no combatientes liberaba a Edward para que se dedicara a otras tareas.
"Gracias, eso nos permitirá conocer a los estudiantes de la Academia Cernunnos." Respondió Edward y mirando a los demás, agregó. "Enviaré órdenes al grupo, así que estén atentos."
Como no estaban todos los estudiantes presentes, él estaba dando un aviso rápido para luego enviar las órdenes a todos.
Con una despedida los estudiantes se retiraron a sus respectivas habitaciones.
Aurora dejó que Alice fuera a pedir algunos platos de comida al comedor y ella siguió a Cithrel.
Según la propia Alice, que la vinieran a molestar arruinó su apetito y tenía que recomponerse… Claramente, era una excusa para seguir comiendo.
"Es impresionante como puede comer tanto." Murmuró Cithrel mostrando cierta sorpresa y diversión.
Aurora solo dio una media sonrisa como respuesta.
Alice era muy especial.
Cuando llegaron al piso donde estaban las habitaciones, Aurora salió del ascensor junto a Cithrel y Venali, quien siempre iba en silencio.
Dirigiéndose hacia sus propias habitaciones, el trío se encontró con Taqiyya que al parecer recién acababa de llegar.
La expresión de Cithrel se iluminó de inmediato y se acercó.
"¿Recuerdas las recompensas que te prometí en tu torneo? Tengo que dártela." Dijo Cithrel y si bien sonreía serenamente, sus ojos brillaban en la figura de Taqiyya.
"No es necesario, ustedes ya han sido de mucha ayuda." Murmuró Taqiyya en un tono suave y bajo, ligeramente tímida por la intensa mirada.
Estaba siendo sincera y su voz ligeramente tímida era agradable de escuchar, lamentablemente el galante caballero no se rendiría con tanta facilidad.
"Como la futura Emperatriz tengo que mantener mis promesas." Anunció Cithrel majestuosamente y cuando sus labios se inclinaron, añadió. "Además, no es algo difícil de hacer."
La mirada de Cithrel hizo que Taqiyya dudara, pero cuando el caballero galante dio su mano, la joven la tomó mientras se sonrojaba.
Aurora como una espectadora sintió que miraba a un lindo conejito entrando a las fauces de un depredador, pero como fue de forma voluntaria, se abstuvo a decir algo.
Ella controló su expresión, pareciendo imperturbable mientras caminaban al dormitorio de Cithrel.
La habitación de Cithrel estaba antes que el de ella y Aurora como si no sucediera nada, continúo caminando a su propia habitación, pareciendo totalmente en calma.
"Aurora."
La voz de Cithrel sonó a su espalda y Aurora dudó si huir o darse vuelta y al final eligió darse vuelta.
En realidad, ¡trataba de escapar!
Había estado escapando durante toda la fiesta y ahora deseaba también hacer lo mismo.
A diferencia de Taqiyya no iba a meterse a las fauces de ese feroz depredador.
El galante caballero se dio cuenta de su intención y dio una sonrisa, mientras deslizaba sus dedos por los hombros de Taqiyya.
No fue incómodo y fue evidente que Taqiyya, aunque nerviosa, lo permitió.
"¿No quieres unirte?" Preguntó Cithrel y dando una sonrisa ambigua, murmuró. "Nos podemos divertir todas juntas."
Era un tono coqueto, seductor y lo suficiente ambiguo como para que aquellos que lo escucharan se ruborizaran al pensar en cosas extrañas.
Las mejillas de Taqiyya se volvieron extremadamente rojas y se mantuvo en silencio, sin huir o pedir ayuda.
Aurora también estaba ligeramente tímida, pero era imposible que cayera ahora.
El galante caballero disfrutaba de aquellos que se avergonzaban fácilmente y ese era su método de ataque.
Y aunque inexperta… ¡Aurora también era una depredadora!
"No… Tengo cosas que hacer." Murmuró Aurora tratando de dar un paso atrás de la forma más sutil posible.
¿Pero cómo ese galante caballero la dejaría escapar ahora?
Había fallado toda la noche en obtener su venganza y Cithrel no iba a retroceder.
"¿Es así?" Preguntó Cithrel con ojos brillantes y cuando estuvo por realizar otro 'ataque', se detuvo y se giró para mirar el pasillo.
Caminando con una bolsa de papitas, Alice miró detenidamente la situación y una mirada fría se dirigió a Cithrel.
Para Aurora era la batalla de dos depredadores que se adentraban en el coto de caza del otro y aunque eran dos 'bestias' muy diferentes, siendo Alice un tipo de parásito que obligaba que la alimentaran, fue un choque impresionante.
Aunque la narración en su mente podía no coincidir con la realidad, Aurora simplemente sonrió y se acercó al lado de su hermana.
Este parásito era inofensivo y Aurora la prefirió por sobre Cithrel.
"Es una lástima." Murmuró Cithrel golpeándose los labios con una ligera pena evidente y sonriendo a Taqiyya, agregó. "Supongo que solo estaremos nosotras solas."
La mirada y la sonrisa ruborizó a Taqiyya y…
"Está bien…" Taqiyya aceptó en voz baja.
Aurora al escuchar esa respuesta, se alejó con Alice mientras a su espalda sentía la intensa mirada de Cithrel.
Luego de un momento, ella pudo escuchar como la guarida del depredador cerraba sus puertas siendo Venali, la última en entrar.
Ambas siguieron caminando y Alice agitó la cabeza al verla a ella.
Aurora podía escuchar la pregunta que Alice tenía en su mente.
¿Qué haré contigo?
Y al verla que Aurora aguantaba la risa, Alice agitó la cabeza y suspiró, manteniendo el silencio.
Entrando a la habitación que compartían, Aurora que no pudo aguantar su diversión se rio entretenida por toda la situación.
A pesar de que no pudo dar su número a su 'acosador' tenía que admitir que su humor mejoró.
"Entrando a la guarida de un depredador, Taqiyya tiene agallas." Señaló Alice con un tono aburrido y cuando Aurora la miro agregó. "Espero que mañana siga viva."
Al escuchar esas últimas palabras que fueron dichas con un tono tan serio, la expresión de Aurora tembló.
No sabía cómo responder.
******
Leslie junto a los demás estudiantes de la Academia de Héroes siguieron a Aurora, que dirigía el camino.
La dirección fue una de las arenas, cuyo campo de entrenamiento era enorme y cuando todos entraron, Leslie escuchó algunos jadeos entre sus compañeros.
Había visto los combates de la Academia Cernunnos, pero si Leslie era sincera ver las bestias mágicas luchar desde una pantalla no era lo mismo que verlo de cerca.
Nicole, Clémentine, Érica y todos los demás estaban igual de sorprendidos y por la seriedad que tenían, se notaba que estaban tensos.
Incluso los estudiantes de Rango A como Rachael o Niels estaban serios.
Un Addax Mágico o un Gorila Atronador era agradable a la vista, no obstante, todo cambiaba cuando uno veía un Oso Musculoso o una araña gigante, del tamaño del oso.
Lo más aterrador era que esas criaturas no eran normales y cada una de ellas era una bestia mágica de Rango B.
El sentimiento era peor cuando uno miraba al Dragón Komodo y la Cobra de las Arenas, cuyo tamaño y presencia no era una broma.
Al igual que ellos miraban a sus futuros aliados, la otra parte también devolvía la mirada.
Eran aliados, pero como ambas academias eran fuertes era un hecho que en el futuro podrían terminar enfrentándose.
"Nuestro líder Edward no ha podido venir y se disculpa por ello." Dijo Aurora tras saludar cómodamente.
Ella estaba tranquila y por las miradas que le dieron, fue obvio que ya la conocían.
"No hay necesidad de disculparse sé que tiene el Desafío de Resistencia." Respondió Daniel y mirando a los estudiantes de la Academia de Héroes, añadió. "Mientras todos estén aquí es suficiente."
Tras esas palabras todo se quedó en silencio y Leslie pudo sentir la atmósfera pesada de los alrededores.
No era una tensión de rivalidad, sino que una tensión natural causada por los estudiantes que analizaban a sus futuros aliados.
Las bestias aumentaban esa intensidad, ya que algunas no ocultaban sus miradas feroces.
"El combate grupal será bastante pesado. Tendrán que competir contra un número mayor de enemigos, cuyos estilos pueden ser diferentes." Dijo Aurora aumentando la tensión y sonriendo, calmó. "Al menos no somos los primeros y tenemos tiempo para prepararnos."
Edward le pidió a Aurora que fuera ella quien dirigiera este grupo y los relacionara a ambos grupos.
Si bien estaban otros miembros del grupo de rango A, que un tercero que era parte del torneo dirigiera era la mejor decisión A que un miembro del grupo para organizar todo.
Por, sobre todo, Aurora el medio por el cual ambos se relacionaron y por la mirada de los estudiantes domadores, algunos la conocían.
Nadie de su grupo causó problemas y Leslie mantuvo su mirada solemne.
"Tienes razón. Supongo que no ser los primeros nos da un mayor alivio." Dijo Daniel asintiendo en acuerdo y mirando a sus compañeros, detalló. "Tenemos la ventaja de tener un mayor número, pero esa ventaja no funcionará en este desafío."
La Academia Cernunnos tenía los números a su favor y ahora que eran aliados, significaba que toda la alianza tenía una ventaja numérica.
Sin embargo…
"Seremos aplastados por números." Anunció Daniel dando una expresión seria.
Si antes había confianza y sonrisas por la ventaja numérica, el anuncio de Daniel tan frío aplastó tal sentimiento de esperanza.
"Los organizadores dejarán posibilidad de victoria, pero esa posibilidad dependerá de nosotros." Explicó Aurora y dando una sonrisa, añadió. "Supongo que es mejor centrarnos en la defensa. Ganar defendiendo."
Daniel no estaba siendo pesimista, sino que estaba aumentando la tensión mientras Aurora traía calma.
Ambos estaban controlando la atmósfera para que no se dejaran llevar por la idea de tener los números y tampoco que perdieran completamente la esperanza.
Los estudiantes de la Academia Cernunnos eran considerados como dos oponentes del mismo rango que su bestia y como tal, enviarían el doble de contrincantes para enfrentarlos.
Si bien el grupo de la Academia de Héroes era fuerte y tenía ventajas como Alice, que era un arma poderosa, no podían contar con ella.
Al menos no ya como un arma oculta cuando los organizadores podrían ya estar conscientes de la fuerza de Alice.
La posibilidad de que enviaran un rango S o un número más alto para enfrentarla era alta.
Así que el mejor curso de acción era defenderse y tal idea era más fuerte, cuando nadie conocía el campo de combate y como se desarrollaría el desafío.
"Entonces, ¿cómo empezamos?" Preguntó Daniel con curiosidad, asintiendo de acuerdo.
Los estudiantes de ambas academias se emocionaron ante la idea de conocerse y todas las miradas dieron a parar a Aurora.
"Simple, con una batalla." Respondió Aurora sonriendo divertida al ver sorpresa.
Para Leslie había múltiples formas de conocerse.
Presentarse, decir que era lo que le gustaba, nombrar las ventajas y desventajas o incluso interactuar libremente.
La verdad era que ella al igual que la mayoría de los demás no esperaba que Aurora eligiera la batalla y al tener toda la atención, ella continuó.
"Es posible que seamos rivales en el futuro, pero ahora somos aliados. Podemos tratar de mantener nuestras cartas ocultas y arriesgarnos a que perdamos el desafío o podemos ir a por todas. Este desafío es grupal y si desconocemos la fuerza de nuestros aliados será muy peligroso." Explicó Aurora seriamente y dando una mirada a los estudiantes de ambas academias, anunció. "Luchen entre ustedes. Conozcan y presionen a sus futuros rivales. Ganen y pierda, no importa. Esta es la mejor manera para que se conozcan."
El tono que usaba Aurora fue serio.
Si bien este desafío era parte del torneo y no una situación real, la verdad era que nadie quería perder.
La estrategia en esta clase de combate necesitaba ser aplicada con cuidado y más cuando ambas academias eran lo suficientemente fuertes como para que sus enemigos fueran aterradores.
Ahora ambas academias estaban en el mismo 'bote' y era inútil tratar de ocultar sus fuerzas cuando se enfrentaban juntos a este desafío.
Era mejor saber la fuerza del otro grupo, para de esta forma usarla a favor y preparar una mejor estrategia, teniendo en cuenta todas las variables.
¿En cuanto a si se enfrentaban en el futuro?
No importan las cartas ocultas que cada uno tenga, su capacidad individual definiría todo.
"Me parece bien." Respondió Daniel y mirando a los estudiantes, preguntó. "¿Quién quiere empezar?"
Era difícil decir si ambos habían preparado todo antes o lo planeaban sobre la marcha, no obstante, nadie se quejó ni siquiera mostraron molestia ante la realidad que se presentó.
El premio del torneo era lo suficiente importante como para tomarlo con toda seriedad.
A la pregunta de Daniel, fue Nicole quien levantó la mano y aunque contuvo la sonrisa, sus ojos brillaban.
"¿Puedo luchar contra uno de los gorilas atronadores?" Preguntó Nicole y sin importarle recibir las miradas, añadió. "He visto que son muy fuertes y quiero enfrentarme a uno de ellos."
Fue honesta y tranquila, trayendo algunas sonrisas y motivando a otros por el vigor que emanaba
"Tan feroz como nuestros compañeros." Murmuró un gorila femenino y al ver que la miraban, ella dio una mirada a sus camaradas de Rango B y preguntó. "¿No están emocionados?"
Los gorilas atronadores no podían hablar directamente como ese gorila de Rango A, pero tenían artefactos que le permitían el habla.
"Nosotros seremos su rival." Respondió un estudiante de Rango B junto a su compañero que se golpeaba el pecho.
Por lo que Leslie recordaba ese joven era un luchador de Rango B y su gorila atronador tenía el mismo rango.
Es decir que Nicole se enfrentaría a dos oponentes que la igualaban en fuerza o tal vez la superaban y tal idea fue emocionante para la luchadora, que sonrió.
Leslie sabía que su compañera ya estaba en el camino del luchador… Uno muy feroz.
"Esta mañana será muy larga, espero no terminar tan cansada para ver el desafío de Edward y el torneo de Vanessa." Murmuró Érica en voz baja mientras veía como Nicole iban al campo de batalla.
A su lado Clémentine no supo que responder y Leslie solo dio una sonrisa.
"Si no terminamos cansados no es entrenamiento." Señaló Leslie entretenida.
¿Cómo podían quedarse atrás de Nicole?
Tal vez no eran tan feroz como ella, pero cada una deseaba mejorar lo máximo posible y esta era una oportunidad para mejorar.
¿En cuánto al combate de Edward y el torneo de Vanessa?
Ambos eran muy hábiles y los estudiantes tenían confianza en ellos.
"Lo único que espero es terminar rápido, tengo cosas que hacer." Murmuró Alice a su lado y cuando la miraron, explicó. "Tengo que reponer mi stock de papitas."
La explicación fue tan seria que dio la impresión de que la tarea era extremadamente importante y urgente.
Los que lo escucharon se quedaron sin respuesta… Alice verdaderamente conocía sus prioridades.
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