PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Creía que un Gaki era suficiente para una noche, pero jamás me imagine tener tan pronto un cuchillo sobre mi cuello empuñado por un sicario adolecente, aunque técnicamente el término correcto para este mundo sigue siendo asesino.
—Es extraño… -Dijo el joven asesino.
— ¿Qué cosa? –Pregunte entre nervios.
—Jamás dejo que alguien me aceche, al menos que de su parte tuviera las habilidades de sigilo necesarias para hacerlo, cosa que tú en caso no posees.
—¿Dices que te incomoda que un niño te haya seguido sin que te dieras cuenta hasta ahora?.
—No se trata de incomodidad, sino del hecho extraño de que no puedo sentir para nada tu "presencia", es como si tu cuerpo o "algo" bloqueara mi percepción de tu mana, incluso teniéndote en frente de mí, enfocando mi percepción sobre lo mágico soy incapaz de sentirlo aun.
El mana el nombre definido de la energía mágica por concepto es una forma de energía y es casi como el oxígeno, está en todo, incluso en seres vivientes como yo que no pueden manipularlo, los magos o incluso afinados (no magos con la cualidad de percibir magia) tienen la capacidad sensorial de detectar o sentir la presencia de otros mediante su mana, sin embargo, de acuerdo a las palabras de este chico, mi presencia es "indetectable" para él.
— ¿Cómo le haces?, existen muchos individuos que han empleados técnicas para ocultar su "presencia, pero ninguna tan 100% efectiva como la tuya –Argumento el asesino.
—Ni yo lo sabía… hasta ahora –Conteste por mi parte —Ahora me toca a mí preguntar, ¿vas a matarme?.
—Hmmm… sería un desperdicio si te matara, además tengo interés en estos "artefactos" tuyos.
Retiro su cuchillo de mi cuello y dio unos pasos hacia mi derecha con el AK-47 en sus manos, me la quito sin darme cuenta y me apunto con ella (aunque no dispararía dado a que el arma aun esta sin reparar), inmediatamente de mi bolsillo tome una canica metálica que corresponde con la Uzi y la descomprimí a su forma normal.
—Devuélveme eso –Le advertí apuntándole con la uzi.
—Sabía que este no era tu único "juguete", debo suponer que también eres capaz de crearlos en tamaños más pequeños y hacerlos silenciosos –Me dice devolviéndome el rifle —Antes de seguir nuestra charla me gustaría antes ocuparme de un "asunto" urgente.
En su cintura albergaba un cinturón con unos pequeños bolsas atadas, de una de ellas retira una pequeña botella cerrado con un corcho con un líquido blanquecino en su interior, retira el corcho aplicándose tal sustancia en la marca con forma de manzana enredada con ramas espinosas, al contacto sale vapor como si fuera agua vertiéndose en una zona muy caliente, luego vuelve a pegarse el parche blanco y se viste la camisa negra sin mangas.
—Esa marca en tu espalda es bastante similar a la que llevan los Gaki –Le comente.
—Eso es porque fue hecho por uno, la mayoría que tiende a ser víctima de un Gaki por lo general su alma es devorada o corrompido por el miasma, en mi caso sobreviví a un ataque de un "Caballero Caído", pero la herida que la criatura me dejo… me convirtió en un "maliciado" –Explica el joven asesino —Un maliciado es aquel que ha sido marcado por un Gaki, esta marca es el equivalente a una maldición, mientras la lleve conmigo los Gaki se sentirán atraídos hacia mí, como un suculento pedazo de carne cocida.
—Entonces la razón por la que uno apareció aquí de repente, fue cosa de tu marca.
—Cierto, soy consciente del peligro que emito, pero lo mantengo bajo control gracia a este preparado mágico, con solo aplicarlo en la marca puede desaparecer su efecto atrayente en los Gaki por días o incluso semanas, por desgracia no soy consciente de cada cuánto dura hasta que me doy cuenta, es la primera vez que me pasa esto en medio del trabajo, bastante desagradable.
Me enojaría con él de no ser que ese Gaki me sirvió tanto para mis cometidos armamentísticos como personal.
—Dejando eso a un lado, dime, ¿te gustaría unirte a la orden La daga Escarlata? –Me propuso el joven asesino —Descastas bastante habilidad a tu edad para ser un no mago, con entrenamiento adecuado te volverías un asesino impecable, y más aun con esos detalle de ocultar tu presencia y esos artefactos tuyos.
—Paso –Rechace de inmediato.
—Desconozco las intenciones del porque ejerces un oficio tan peligroso a tal edad, pero con toda certeza sé que es una cuestión de dinero, ¿o me equivoco?.
—No lo haces, pero ser un asesino a sueldo no está en mis planes para conseguir lo que quiero.
—Supongo que ya te has acostumbrado a la vida de aventurero, no hay remedio pues, entonces te propongo otra cosa, permíteme ser tu socio de negocios.
—¿Socio?.
—Dey es mi nombre y déjame aclararte que esa cosa que llevas, a la cual creo que te escuche llamarlo "AK-47" cuando hablabas a escondidas con tu mascota slime, ¡esta cosa es sin duda una jodida maravilla de ingeniería!, ¡tanto poder y además no es mágico, un artefacto no mágico de gran letalidad capaz de competir con los que sí lo son!.
¿¡Se dio cuenta de eso también!?, este infeliz me estaba dando una mala sensación.
—Aunque no lo parezca, soy mercader, de hecho fue mi primer oficio antes de volverme un asesino, te propongo vender este producto tuyo, ¡tal maravilla de invento te haría más rico que dejaría en ridículo a la fortuna de cualquier noble o rey de toda Avalia!, conozco lo contactos apropiados, ¡los atajos para expandir y lograr una venta que revolucionaria el mundo…!
— ¡ES SUFICIENTE!, todos y cada uno son la misma cosa, "¿revolucionar?", ¿qué saben ustedes de revolucionar?, jejeje, si me dieran un Bals por cada vez que me proponen la misma mierda, a este paso ya sería millonario.
—¿Es un "no"?.
—Si eres tan bueno "percibiendo", ¿tú que crees?, me voy a dormir, no me interesa seguir esta charla.
— ¡Eres un tonto niño!, ¡en tus manos tienes algo realmente único y lo desperdicias solo para romperte la espalda en trabajos absurdos de aventurero que tarde o temprano te mataran!, no tienes visión.
—Y tú no tienes sentido común, dulces sueños "señor asesino".
En parte es cierto, amasaría grandes fortunas si exportara las armas de fuego a este mundo, pero allí también se desenvuelve un resultado de doble filo, me imagino un escenario en que un grupo de la peor escoria de Avalia se haga con ellas y desate una campaña de conquista y destrucción en todo el globo, ahora me imagino otro escenario en que diversos gobiernos de distintos reinos se hagan con ellas, mas guerras por venir y el mundo con el equilibrio fuera de balance se va al carajo, aquí no existe un organismo internacional para controlar una situación semejante o inclinar la balanza en orden (séase ONU), en este mundo la moral social aun es primitiva y la conquista esta sobre la razón y el entendimiento, este mundo aún no está preparado para recibir las armas de fuego en sus brazos.
Luego de discutir con el adolecente el cual se presentó como Dey me fui a la tienda, claro que antes de dormir me encargue de arreglar el AK-47, desde los siguientes días nunca volví a hablar con él y el patrullaje en la mina en las siguiente ocasiones fueron normales, no hubo Gakis o cualquier otra sorpresa desagradable.
Una semana ha pasado desde que llegamos a la mina de Granarg, Abral y sus hombres habían logrado hacerse con toda la pequeña veta de Arkania la cual cabía toda en una carretilla, debo imaginar que con esa cosa haría una fortuna.
— ¡Hemos terminado con la extracción con éxito!, ¡guardaremos todo el equipo y partiremos de regreso para detenernos en la aldea de Argoh, una vez allí obtendrán su paga y este encargo dará por finalizado! –Comunico Abral a todos los presentes.
Los hombres de Abral comenzaron a guardar cada objeto de su equipo de minería con sumo cuidado (en especial con la Arkania), los demás aventureros charlaban entre ellos para matar el tiempo y yo sostenía mi propia conversación con Cronk.
—Todo acabo –Dijo el enano.
—Si.
—Honestamente, fue agradable conocerte chico, no todos los días me topo con un no mago tan interesante como tú.
—El sentimiento es mutuo, no todos los días puedo charlar a gusto con un enano.
—Jajaja, veras a muchos como yo si algún día viajas a Nagret.
—Tengo interés en sus métodos artesanales, ¿volverás a tu hogar cuando termines este trabajo?.
—Yo… no puedo volver a Nagret, la abandone hace mucho tiempo, el reino de Luthe es mi hogar ahora.
—Vaya… siento sacar el tema tan de repente.
— ¡Jajaja!, no soy tan sensible chico, si algún día te diriges al gremio de aventureros de la ciudad de Carmuy a hacer encargos, no dudes en decírmelo, allí vivo y la verdad sería un placer hacer equipo contigo.
—Gracias se… Cronk, lo tendré en cuenta.
—Ver este lugar seco sí que me hace dar ganas de regresar lo más pronto posible y tener una jarra de cerveza en mis manos, beber solo agua no me satisface del todo la sed.
El enano avanza unos cuantos pasos al frente para contemplar por última vez el lugar y saca una cantimplora para beberla a la salud del yermo y rociar las últimas gotas de esta en el árido suelo.
Cuando creí que este trabajo terminaría sin sorpresas angustiantes, me equivoque en absoluto, fue justo en ese momento que cuando Cronk regresaba, algo enorme y veloz cayó del cielo sobre él aplastándolo de inmediato con todo su tremendo peso, una muerte rápida para el amistoso enano que caía bien.
Su asesino era una bestia, un reptil gigante con alas por brazos con unos 6 metros de largo, de una escamosa piel gris de apariencia rocosa y ojos como dientes de un depredador hambriento.
— ¡Es un Wyvern de Granito! –Señalo uno de los mineros.
—Imposible, estamos a casi cien kilómetros de los territorios de los Wyvern de granito y ellos no salen a cazar tan lejos de sus hogares –Argumento Abral.
La criatura se acerca y ruge mostrando sus intenciones hostiles, inevitablemente tendríamos que luchar contra esta cosa si queríamos seguir viviendo.
Continuara…