--- Sasha---
Tome una toallita húmeda de la cómoda y limpie un poco los álbumes, me subí en la cama cubriendome hasta la cintura y ví que Louis estaba viéndome sentado en la esquina de la cama.
- Ven.- Di golpecitos en las sábanas para que se acostará a mi lado, él se puso de pie y se acercó, levanté las sábanas y el se acurrucó a mi lado colocando su cabeza en mi hombro. - Debes sentirte orgulloso casi nunca muestro fotos mías. - Abrí el álbum más pequeño en donde estaba una foto de mi madre con los padres de mis amigos.
- ¿Ella es tu madre?.- Dijo sorprendido viendo el parecido en ambas.
- Sí.- Sonreí viendo fijamente la sonrisa de mi madre.
- Es muy hermosa. Ahora sé de dónde saliste.-
Reí un poco al oírle y continúe pasando las páginas, en todas mi madre salía sonriendo, abrazando a sus amigos o viendo hacía los lados. Ocasionalmente hacíamos comentarios sobre ella, yo mencionaba alguna que otra anécdota que mi madre me contaba cuando me mostraba sus fotos.
- ¿Tienes fotos tuyas de pequeña?.- Pregunto abrazando mi cintura y viéndome fijamente, me puse un poco nerviosa al sentir su mirada.
- Si.. si tengo.- Puse el álbum que acabábamos de ver en la cómoda y tomé el otro que estaba en mi regazo.
- Seguramente eras una bebé adorable.- Comentó emocionado viendo atentamente el álbum.
Abrí el álbum y pude ver una foto de mi madre embarazada y un pequeño Alex a su lado tocando su vientre.
En la siguiente fotografía estaba ella en el hospital con una gran sonrisa y lágrimas en el rostro abrazando a un bebé. Continuamos viendo fotos mías de bebé hasta que llegamos a una en donde estaba vestida con un vestido rojo.
- ¿Cómo puede ser que hasta tu yo de bebé me robé la atención?.- Se sentó y busco su teléfono para después sacarle una fotografía a el álbum.
- ¿Qué haces?.- Dije sorprendida.
- Sería una pena si no tengo a la Sasha pequeña en mi celular, me ayudará a darme energía mientras trabajo.- Dejó su teléfono a una lado volviendo a abrazarme.
- Entonces lo justo sería que yo tuviera una foto de ti de pequeño.-
- ¿En serio?.-
- Si.- Dije cambiando las páginas.
- Te daré una fotografía la próxima vez que nos veamos.- Se acurrucó en mi pecho acariciando una imagen en donde vestía un overol y sostenía una cansar de flores.
- Nunca pensé si quiera en tener una pareja, mucho menos en tener hijos... pero ahora siento un poco de envidia al ver estás imágenes.-
- ¿Porque tendrías envidia?.-
- Porque yo también quiero tener una mini Sasha.- Mis ojos se abrieron con sorpresa mientras mis mejillas se enrojecian.
- ¿Un... un bebé?.-
- Ajá, pero creo que para eso falta mucho.-
- ¿Tener una familia?.- Susurré imaginando a unos pequeños niños idénticos a Louis, resultaban bastante lindos.
- ¿No quieres?.-
- Me gustaría mucho pero para eso debo resolver las cosas.-
- Entonces déjame ayudarte.- Se incorporó mientras sostenía mis manos. - Deja que te ayude a investigar, confía en mí, cuando estés pasando por momentos difíciles apoyate en mi... Prometo que estaré a tu lado... siempre.-
Mis ojos se llenaron de lágrimas y comenzaron a caer por mis mejillas, él me abrazó con fuerza, sentía que con él podría hacerlo posible, me daba fuerzas y esperanza.
- Sé que tienes a tus amigos y a sus familias, pero también quiero estar ahí para ti. Sé que lo lograremos, yo te protegeré.- Continúo acariciando mi cabello.
Lloré por un largo tiempo, al fin pude liberarme, todo el peso que sentía en mi pecho se había marchado, todo el dolor que cargaba desde hace años se curó.
- Fue muy difícil.- Dije aferrándome a sus brazos. - Me quitaron a la única persona que era mi familia, tuve que hacerme fuerte para no preocupar a los demás. Yo quiero ser feliz... quiero vivir como cualquier otra persona, quiero tener una familia sin preocuparme por el peligro que me acecha, quiero salir con mis amigos y contigo como cualquier persona.-
- Y lo podrás hacer, yo te prometo que lo harás.- Besó mi frente, su voz sonaba triste. - Hagámoslo juntos, ¿si?.-
- Si.- Dije cuando me calmé.
- Todo estará bien.- Miró mi rostro hecho un desastre, quise ocultarlo pero él sostuvo mi cara con sus manos, limpió mis lágrimas mientras me veía con cariño.
- Me da vergüenza que me veas así.- Dije en voz baja mirando hacia abajo.
- Para mi te sigues viendo hermosa.- Besó mis labios, sonreí y el volvió a darme un beso en la mejilla. - Vamos a dormir, ya es tarde.- Acarició mi mejilla.
- Pero tengo cosas que contarte acerca de eso.-
- Mañana hablamos con calma, creo que es mejor que por hoy descanses y dejes de pensar en eso.- Asentí porque él tenía razón, además me sentía cansada por haber llorado por tanto tiempo.
Salió de la cama para apagar la luz y cuando regresó a la cama me abrazó, recargue la cabeza en su pecho y sentí como el sueño me vencía.