ดาวน์โหลดแอป
68.96% Sangre & Demonios / Chapter 20: Capítulo 19

บท 20: Capítulo 19

No he visto a Dorian en dos días. Lo he estado evitando y creo que él también a mi porque desde luego no me ha dicho nada sobre las prácticas. Tampoco creo que haya dicho nada sobre mi altercado con cierta criatura con la que he estado tenido pesadillas los últimos días. Nadie me ha preguntado al respecto. Todo parece normal. Lo jodido es que, no lo es.

Tampoco he visto a Drac. Le pregunté a Gala por él; me dijo que esta en la biblioteca. Iba a volar directamente allá, pero Gala me dijo que cuando Drac esta leyendo es mejor no molestarlo. Profundizó con un "créeme".

Mi única fuente de información era Caleb. Quien por cierto, no había hablado conmigo desde que me dijo que corra.

Así que aquí estaba revisando mi bloc de notas con los dibujos que había hecho. Estaba aquella criatura en mis sueños en varios perfiles, con sus alas expandidas, de espaldas. Ahora había agregado a la criatura aquella del infierno.

Mi teléfono empieza a sonar.

Es Hunter. Le contesto enseguida.

-Hey perdida. -me saluda con alegría.

-Ya sé, ya sé. Lo siento. -decir que he estado perdida es poco.

-Vamos a vernos, quiero conocer tu nuevo lugar. -Pienso en una excusa rápida.

-Ahora no es el momento, mi compañera de piso está pitando la habitación y huele fatal.

-Oh mierda. Entonces, ¿que te parece si vamos por unas copas? -el alcohol ya no tiene efecto en mi así que genial.

-Me parece una excelente idea.

-Conozco un sitio nuevo. Te va a encantar. Paso por ti a las 9. Mándame la ubicación. -mierda.

-Acabo de recordar que tengo que ir a comprar unas cosas antes. Así que, ¿vienes a por mi al centro comercial?

Se queda callado por un segundo.

-Si claro, mándame un mensaje cuando hayas terminado.

Nos despedimos y cuelgo.

Enseguida llamo a Gala y le pregunto si me puede acercar al centro comercial. Dice que estará ocupada con unos asuntos de clan y que necesitará el coche. Lo que me recuerda que tengo que ir por mi maldito coche a casa.

Me tocará ir en el bus y es casi una hora de aquí al centro. Tendré que alistarme antes.

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Horas después estoy lista para salir. Me he puesto un vestido blanco ajustado hasta la cintura que luego cae en una falda suelta. Lo he combinado con unos tacones rojos. Maquillaje ligero, pero notable. Me he dejado el cabello suelto y salvaje.

Cogí el bolso y el teléfono por último y me dispongo a salir. Estoy bajando las escaleras cuando me encuentro con Dorian. Él me repasa con la mirada y yo simplemente lo ignoro. Paso delante de él sin siquiera darle un saludo.

No debería actuar de esta forma, al fin al cabo, la única que se hizo ilusiones aquí fui yo. Pero soy una mujer resentida.

Tomo mi abrigo del perchero al lado de la puerta, puedo sentir su intensa mirada en mi. Salgo dando un portazo dramático.

Yo mismo me rio de ello.

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

Hunter me abraza fuertemente, casi rompiendo mi espalda. Por un momento me pierdo por su aroma de humano, de carne y sangre….

Detengo ese pensamiento justo ahí.

-¿Dónde están los demás? -Pregunto poniendo un poco de distancia.

-Romeo ya tiene plan con su novia. Sienna lo mismo y Ruth se nos une allá. -así que solo quedamos los solteros.

Hunter abre mi puerta y me hace una reverencia para que entre.

-¿Así que cuál es este sitio nuevo que parece tan genial? -pregunto mientras Hunter entra y nos ponemos los cinturones.

-Oh te va a encantar, esta en los límites de la ciudad. Se llama "Demon's Soul". Se ha vuelvo bastante popular.

El nombre ya me causó curiosidad. Hunter me da una sonrisa malévola.

-Esta noche nos vamos a emborrachar. -no es una pregunta. Me rio; seré yo la que acabe llevándolo a la casa.

Alzó mis manos, rindiéndome. Pero lo miro con los ojos entrecerradas.

-Apuesto a qué tú terminas borracho primero. – Hunter se ríe.

-Noah ¿Acaso no te acuerdas de la poca resistencia que le tienes al alcohol?

-Bueno, eso ha cambiado. He mejorado. -levanto la barbilla con orgullo. -¿Qué quieres perder? -pregunta con una sonrisa pícara.

-Me tienes que dar esa sudadera de The Weeknd que tanto me gusta. -él lo piensa por un segundo y finalmente asiente.

-Muy bien. Tú tienes que invitarme a tu nueva casa y presentarme a la chica con la vives. -Lo acepto de inmediato. No voy a perder. Esto es como hacer trampa, pero realmente me gusta su sudadera.

Minutos después estamos delante de un lugar que no se parece en nada a un bar popular. Situado en medio de la carretera, completamente oscuro. Incluso las ventanas están polarizadas, impidiéndome ver algo de lo que sucede dentro. Pero hay muchos coches. El aparcamiento casi lleno. Hunter encuentra un sitio después de dar varias vueltas. La noche está un poco fría y me aferro a mi abrigo.

Puede que no sea del todo humana, pero aún siento el frío.

A medida que nos acercamos al bar, puedo escuchar la música filtrándose por las paredes. Hunter abre la puerta para mi y es como cruzar otra dimensión. Reconozco la canción de inmediato. "love is a bitch" de Two Feet.

El sitio es iluminado por luces de colores que van de un lado a otro. Tienen mesas de manera talladas en forma de calaveras. Las paredes están pintadas de negro con cuadros decorativos de cantantes de rock y monjas vestidas con atuendos provocativos, fumando. Lindo. La barra está cubierta por un mueble de cristal llena de bebidas con nombres extraños. Justo en medio de la barra hay un cartel luminoso con un demonio sacando la lengua.

Incluso hay una pequeña pista donde gente está bailando lentamente de una forma casi lasciva. Me desconcentra por un momento tanta gente con sus pieles húmedas, el corazón acelerado y la piel enrojecida. Las camareras están casi vestidas. Porque a eso no se le puede llamar falda. Les estoy viendo el trasero cubierto con unas medias de rejillas. Y ese top no hace nada para cubrir sus pechos tampoco. Pero oye tienen a todos los hombres volviendo por más bebidas. Desde luego son hermosas y sexys.

Una de ellas se nos acerca, parece una modelo. El cabello negro y los ojos de un esmeralda brillante. Algo en ella me resulta familiar. Me sonríe y me guilla el ojo con complicidad. Luego recoge mi abrigo y el de Hunter y se los lleva.

La miró extrañada, pero me digo a mi misma que no es nada.

Hunter se pide un whisky con cola y yo pido uno solo. Lista para ganarle. El barman me mira con una sonrisa conocedora.

¿Eh?

Nos pone las copas. Tomo un sorbo de mi trago y no recordaba que el whisky era así de ardiente. Siento que es como lava recorriendo mi maldita garganta. Incluso me lloran un poco los ojos.

-Joder. -suelto. Hunter me mira confiado. Justo en ese momento entra Ruth. Luciendo como una más de las camareras. Lleva el pelo castaño liso. Se quita el abrigo y lleva unos shorts muy apretados de cuero y una blusa con un escote muy largo en la espalda. Desde luego está preciosa. Sus ojos azules amables nos encuentra y nos sonríe ampliamente.

Nos damos un fuerte abrazo.

-Hace tanto que no te veía. Te he echado de menos. -Me aprieta fuerte. Hace lo mismo con Hunter y entonces ya estamos todos. Ruth pide su bebida, el camarero la mira de arriba debajo de una forma bastante obvia.

Se nos pasan las horas volando. Debo de admitir que tengo la cabeza un poco pesada. Las piernas me cosquillean. Creo que estoy un poco mareada. Creí que el alcohol no tenía efecto en mi.

Ruth y Hunter están demasiado borrachos como para darse cuenta de que están babeando.

Me acerco al camarero.

-¿Qué diablos es lo que me has estado dando? Eso no era whiskey.

Él se ríe como si acabará de contar el mejor chiste del mundo.

-Por supuesto que no. Tu no eres humana. Necesitas algo más fuerte.

Abro los ojos. ¿Sabe lo que soy? Lo miro. Lo miro realmente. Sus ojos negros brillan.

-Tu eres… - Él se vuelve a reír.

-Todos lo somos. Las camareras. Varios clientes. Excepto tus amigos y los que bailan en la pista. -la señala. -Pensé que te habías dado cuenta. Este bar pertenece al clan de los Soldados Oscuros. Es el más cercano, así que imagino que eres de allí. -Solo se me ocurre preguntar :

-¿Qué tenía esa bebida? -él me mira y se encoje de hombros.

- Se llama Everclear 190. Tiene un 95% de alcohol y es ilegal. Se puede utilizar como antiséptico, pero a nosotros nos gusta utilizarlo para emborrachar a Soldados. -que bonito.

Entonces la puerta se abre. El camarero sonríe.

-Hombre, Dorian. ¿Cómo así tú por aquí?

Mi espalda se endereza a la mención de ese nombre. Me doy la vuelta y efectivamente es él. Está solo. Vestido con una camisa blanca, unos pantalones negros y una chaqueta del mismo color. No necesita más, es suficiente. Tiene el pelo suelto, una pequeña capa de pelo le cubre la mandíbula. Cuando me ve, sus ojos se agrandan ligeramente. Luego pasa a la indiferencia. Se acerca y es como si lo hiciera a cámara lenta.

Odio a mi estúpido corazón por acelerarse de esta manera. Me ignora y pasa directamente a saludar al chico detrás de la barra chocando puños.

-Gale, cuanto tiempo. ¿Cómo has estado? -esta demasiado cerca de mi y eso no me hace bien.

-Genial, este lugar es increíble. -toma un vaso de cristal y lo rellena con un líquido cobrizo parecido a mi bebida. Se la pone delante de Dorian. Él se lo bebé de un trago y enseguida Gale le sirve otro. Luego se retira para atender a unas personas que se han acercado.

-¿Cuánto has bebido? -pregunta dándose la vuelta para encararme.

-Lo suficiente. -digo, llevándome el vaso a los labios y tomando un pequeño trago. Él sigue el movimiento a detalle.

Traga.

-Estas borracha. -afirma.

-No, no lo estoy. Créeme. -rio sarcástica .

-Deberías dejar de beber. -sugiere. Frunzo el ceño.

-¿A ti que más te da? -interrogó desafiante alzando la barbilla. Él mira mis labios. Aprieta la mandíbula.

-No me importa. -pero acerca más su rostro. Su respiración mezclándose con la mía. Me lamo los labios y él entreabre los suyos. Estamos apunto de besarnos. Recuerdo a Lea saliendo de su habitación y retrocedo. Él parpadea, momentáneamente desconcertado

-¿Dónde está Lea? -quiero matarme por eso. Enserio necesito dejar de beber. Dorian sonríe ligeramente.

-No tengo idea. -murmura. No me puedo quedar callada.

-Bueno deberías saber ya que es tu novia. -Una risa ronca sale de él. Es la primera vez que escucho su risa y mentiría si dijera que no me afecta.

-Lea no es mi novia. Es solo una amiga. – si no es su novia entonces ese día solo estaban…

Me sonrojo. Pero no me sorprende. Dorian no parece ser el tipo de hombre que se compromete con alguien.

Bien por él.

-¿Noah? -Hunter se acerca a mi y pasa su brazo sobre mi hombro. Dorian mira su brazo.

-¿Quién es éste? -apunta a Dorian quién alza la ceja. Hunter lo mira con enojo y le saca la lengua. -Aléjate de mi chica.

Esta demasiado borracho.

-Bien, hora de irnos a casa. -miro a Ruth y esta dormida contra la mesa. Busco las llaves del coche en sus bolsillo.

-Noah, cuidado en donde tocas. -me da una sonrisa pícara. Ruedo los ojos y sigo buscando, pero me es difícil con él recargado sobre mi.

-Yo lo hago. -Dorian palmea mi mano y busca en los bolsillos de Hunter. Las encuentra, pero no me las da.

-No vas a conducir en ese estado. Yo los llevo.

¿Qué?

Le pide los abrigos a la camarera. Cuando los trae, después de varios intentos soy capaz de ponérselos a cada uno, él toma a Hunter y yo me encargo de Ruth. Los metemos en su coche y dejamos el de Hunter en el aparcamiento para que lo pueda recoger después.

El viaje es silencioso. Cuando llegamos le digo a Dorian que me espere. Ruth ya a recuperado un poco de consciencia. Los acompaño hasta el ascensor del edificio.

-Él es sexy. -comenta Ruth con los ojos brillantes. Hunter balbucea.

-No me había dando cuenta. -digo, restándole importancia. Me despido. Estoy llegando a la puerta cuando Ruth grita:

-Usa protección. -luego se carcajea. Yo solo espero que Dorian no haya escuchado ese pequeño comentario.

El viaje de regreso no es muy diferente. Mi cabeza ya está más despejada y no para de regresar al momento que compartí con Dorian.

Ninguno de los dos dice nada, pero no es incómodo, todo lo contrario. Se siente bien.

Llegamos a casa. Dorian apaga el motor. Nadie dice nada, nadie se baja. Solo se escucha mi respiración acelerada.

-Mañana seguiremos con el entrenamiento. -Dorian es quien rompe el silencio. Yo asiento sin mirarlo.

Me muerdo los labios, puedo sentir sus ojos sobre mi.

La tensión se puede cortar con un maldito cuchillo.

No se si es el alcohol, pero no me detengo a pensarlo dos veces.

Corto el espacio que nos separa, acerco mi rostro al suyo.

Lo beso.

El roce de mis labios con los suyos es suave. Sus ojos están abiertos, pero yo cierro los míos. Muevo mi boca sobre la suya lentamente. Tomo su labio inferior entre mis dientes y lo suelto despacio.

Él no reacciona.

Me alejo, sintiéndome como una idiota. Abro la puerta y salgo lo más rápido que puedo. Antes de que pueda darme cuenta, Dorian esta delante de mi. Sus ojos están oscuros y su respiración entrecortada. Coloca una mano sobre alado de mi cabeza y se acerca más hasta que estoy apresada contra él y su coche. Con la mano restante toma mi mentón suavemente y acaricia el borde de mis labios con la dedo pulgar. Me mira directamente a los ojos.

Entonces me consume o me besa. Mi alma se funde ante sus labios. Su beso no empieza suave. Dorian mueve sus labios demandantes y ansiosos sobre los míos que les responden de la misma manera. Nuestras lenguas juegan un combate de fuego que nos derrite a ambos. Envuelvo mis brazos en su cuello y lo acerco más a mi, haciendo que nuestros cuerpos se rocen. Dorian suelta un gruñido que solo provoca más necesidad en mi. Vuelvo a tomar su labio entre mis dientes y lo suelto para luego lamerlo. Sus manos aprietan mi trasero y me acerca más a él. Un gemido se escapa de mi cuando siento su excitación contra la parte baja de mi abdomen. Su mano se desliza perezosamente debajo de mi vestido.

Unas hojas crujen en el bosque. Dorian y yo nos separamos inmediatamente. Siento mis labios hinchados y mi cuerpo hirviendo.

A lo lejos veo un sombra que se acerca. Dorian se saca la chaqueta y se la coloca adelante para ocultar lo que ha causado nuestros besos.

Es Agar.

-Hey chicos ¿Qué hacéis aquí? – nos mira con curiosidad. Yo aún no puedo hablar.

-Me he encontrado con Noah y la he traído a casa. -su voz es más ronca de lo normal. Agar me mira.

-Estas roja y despeinada. -entrecierra los ojos.

-Si, estoy borracha. Ya me voy. Adiós.- camino lo más rápido que puedo hacia la puerta. Pero logro escuchar a Agar preguntar a Dorian:

-¿No tienes frío? Ponte la chaqueta.


Load failed, please RETRY

สถานะพลังงานรายสัปดาห์

Rank -- การจัดอันดับด้วยพลัง
Stone -- หินพลัง

ป้ายปลดล็อกตอน

สารบัญ

ตัวเลือกแสดง

พื้นหลัง

แบบอักษร

ขนาด

ความคิดเห็นต่อตอน

เขียนรีวิว สถานะการอ่าน: C20
ไม่สามารถโพสต์ได้ กรุณาลองใหม่อีกครั้ง
  • คุณภาพงานเขียน
  • ความเสถียรของการอัปเดต
  • การดำเนินเรื่อง
  • กาสร้างตัวละคร
  • พื้นหลังโลก

คะแนนรวม 0.0

รีวิวโพสต์สําเร็จ! อ่านรีวิวเพิ่มเติม
โหวตด้วย Power Stone
Rank NO.-- การจัดอันดับพลัง
Stone -- หินพลัง
รายงานเนื้อหาที่ไม่เหมาะสม
เคล็ดลับข้อผิดพลาด

รายงานการล่วงละเมิด

ความคิดเห็นย่อหน้า

เข้า สู่ ระบบ