Me sentí feliz solo por poder estar estudiando con él, pero mañana no sabría cómo actuar delante de las chicas que iban detrás de él. Sabía que eso no sería muy agradable pero al igual que ellas yo también pensaba que Víctor estaba muy bueno y que era muy genial. Él era el compañero ideal en muchos aspectos: buen deportista, listo y encima guapo. Lo tenía todo y ese día yo estaba allí con él, estaba centrada en mis pensamientos cuando una mano me golpeo suavemente en la cabeza mientras oía decir bajito y cerca:
-¡Venga que las nubes no te hacen aprobar!- Levante la mirada y era Víctor que había vuelto con un par de bloques pequeños en las manos. Se sentó a mi lado cogió mi libreta y miro las respuestas, intente que me la devolviera pero él con la mano me lo negó. Cuando me la devolvió me explico las actividades, mientras casi sin querer acercó su cara a la mía. Al ver que intentaba poner distancia me susurro acercando mi silla hacia el:
-Si levantamos la voz la bibliotecaria nos regañara, así que quédate cerca. Tienes que tener un buen plan de estudio sino suspenderás y eso no me gusta. ¡Tienes que esforzarte, sino quedare muy mal! Me he propuesto que apruebes con buenas notas.- Estaba de piedra, no podía creer lo que me había dicho, entonces estaríamos todos los días juntos. Pero yo no quería eso, ese jueves había quedado en ir a casa de María. Con un susurro bajito le dije:
-Pero este jueves no puedo tengo planes y además este viernes no tenemos clase, así que no pasa nada si lo hago el viernes.- Víctor no dijo nada más solo me paso las fotocopias de sus apuntes y siguió estudiando, aunque yo de vez en cuando notaba que me miraba fijamente como si quisiera decirme algo pero no pudiera. Cuando terminamos de estudiar era ya tarde, se había hecho de noche mire el reloj de la biblioteca pero estaba parado. Víctor estaba terminando de guardar sus cosas cuando le pregunte sobre la hora y él me respondió:
- Son las nueve y media, ¿por?- Casi me muero se me había hecho tardísimo pero no entendía como solo habíamos estado repasando para el examen después de hacer los deberes, así que no lo comprendía. Víctor se me quedo mirando y me dijo sin muchas ganas:
-¿Quieres que te acompañe a casa? Se ha hecho tarde así que tendría que acompañarte, estaba pensando en algo. Mañana podemos quedar en tu casa, si te preocupa llegar tarde. Así tus padres te verán estudiar, seguro que se sienten bien mirando cómo te esfuerzas.- Le dije un vale pequeño pero no lo tenía muy claro, ¿Por qué tenía que ser en mi casa? No me gustaba, además estaba mi hermana pequeña y seguro que sería un estorbo. Tampoco me gustaba la idea de tener que llevarle a mi casa, mis padres pensarían que era mi novio así que eso sería mala idea.
Esa noche mi madre no me dijo nada acerca de la hora, ya que me habían acompañado a casa y encima como me vio un tanto nerviosa no quiso preguntar delante de él. Después de cenar me fui al cuarto donde solía estudiar para los exámenes. Mi madre entro despacio intentando no molestarme, pero después se sentó en la silla de enfrente y me dijo:
-Ese muchacho, ¿Quién es? No lo he visto antes cerca de ti, te aseguro que me ha parecido un chico muy guapo. ¿Vendrá más días a acompañarte?- Levante la cabeza y mirando a mi madre, intente que mi voz sonara tranquila cuando le dije:
-Mañana vendremos a estudiar a casa, ya que hoy se nos ha hecho tarde. Espero que no te importe, no quiero que sea un problema.- Mi madre se ilusiono y me dijo:
-¡Cielos! Sera el primer dia que le traigas a casa, no sabes la ilusión que me hace. Compraremos algo de picar por si os entra hambre, todo el mundo sabe que estudiar da mucho apetito.- No pude decirle nada porque salió del estudio apresurada. Me quede allí muda, mi madre creía que Víctor era mi novio y que con la excusa de estudiar lo traería para presentarlo. ¿Que haría ahora?, no sabía qué hacer, es cierto que Víctor esta bueno pero....Daniel me gustaba mas.
Esa noche iba a ser muy larga, tenía que estudiar para el examen y encima ahora mi madre estaba pensando en Víctor como mi novio. ¿Por qué tengo tan mala suerte?
Esa mañana llegue unos diez minutos antes de la hora de entrar a clase, todos estaban en el patio repasando para el examen. Víctor estaba con el típico grupo de chicas que le perseguía constantemente, al verlo seguía pensando que sería una mala idea estudiar con él. Sus fans serian un incordio ese día, estaba pensando en eso cuando María se me acerco por detrás y dijo traviesa asustándome:
-Bueno ¿qué tal fue la sesión de estudio con el súper listo, buenísimo y bombón de clase?- Me gire con aire amenazador y le dije: -No fue nada del otro mundo fuimos a la biblioteca a estudiar, nada más.-Cuando iba a explicarle todo apareció el profesor que nos llamó a clase. Tuvimos que separar los pupitres y sentarnos mirando a la pizarra. El examen me fue muy bien dado que salieron las cosas que Víctor me había explicado, las letras surgieron en mi cabeza como si estuviera leyéndolas. Víctor había sido de los primeros en terminar así que llevaba rato mirándome mientras yo terminaba el mío, la verdad es que eso me puso nerviosa. Antes de entregarlo lo repase un par de veces y se lo di al profesor que lo miraba extrañado. Normalmente mis exámenes suelen estar en blanco, pero ese día estaba completo. Al finalizar la clase salimos algunos al patio y otros fueron a la cafetería. En el patio María y Maya que es una buena amiga mía de siempre, morena, con el pelo oscuro, los ojos marrones y delgada. Hasta que conocimos a María, lo hacíamos todo juntas después el grupo añadió un miembro. Ellas me preguntaron sobre el examen y cuando les conteste que bien me dijo María:
-¿Enserio? ¡Qué fuerte! Yo seguro que suspendo, claro como tú has estudiado con Víctor es normal que te haya salido bien y encima con sus apuntes, seguro que sacas buena nota.- Verónica que estaba cerca lo oyó y casi eufórica de rabia dijo:
-¡Vaya! Eres una listilla, te lo tienes muy creído solo porque te tenga pena y te haya ayudado a estudiar. Pero no te emociones solo ha sido una vez así que no te hagas la lista con nosotras. No te acerques a él ¿Te queda claro?- Ante una amenaza así no supe que decir, si eso solo había sido por estudiar en la biblioteca ¿Qué harían si se enteraran de lo de esa tarde? No quería que finalizaran las clases de ese día, después del descanso nos tocó gimnasia, era algo de lo que podía estar orgullosa ya que nos tocó hacer un partido de voleibol. Se me da bien y encima me gusta, me toco en el equipo de Víctor y cada vez que anotábamos un tanto él me daba pequeños golpes cariñosos en la espalda. Cosa que no les gustaba a sus queridas admiradoras, que estaban rezando para que no anotáramos más.
Esa tarde cuando pensaba que no podía ser peor, las enamoradas de Victor como las llamaba Maya nos siguieron hasta casi la puerta de mi casa. Mi hermana me dijo girandose:
-Hermana, nos siguen unas chicas, ¿Por qué?- Víctor se giró pero no dijo nada, ellas habían corrido a esconderse y ya no se veían. Entramos y mi madre nos recibió con alegría diciendo:
-Es extraño que Emily traiga a chicos a casa, debes de ser muy inteligente o eso espero. ¿Tenéis hambre?- Mi hermana dijo que si, Víctor también y yo dije que no. Ya comería cuando mi estómago me lo permitiera, porque ahora no me lo permitía. Nos pusimos con los deberes de ese día. Solo hablamos de cosas de clase teniendo en cuenta de que mi madre nos había acoplado a mi hermana. Cuando se fue me dijo:
-Te veo mañana, perdona por decirte de venir hoy pero quería estar contigo esta tarde. Normalmente me aburro en casa o esas pesadas se me pegan como lapas y me molesta.- Le dije que no había sido nada y nos despedimos. La semana se me hizo larga, ese jueves no pasó nada del otro mundo Víctor volvió a ser el de siempre y su grupito de admiradoras también. María y Maya estaban muy contentas de que Víctor no fuera un ligón, como los rumores decían pero no les hacía mucha gracia que yo estuviera tan confundida. Ahora no sabía que pensar de Víctor, pero no quería hacerme ilusiones ni nada sobre todo porque siempre terminaba pensando en Daniel.
Ese viernes no quería pensar en Daniel pero el seguía en mi mente, además de que Víctor se fijaba en todo lo que hacía, eso me ponía de los nervios. Víctor me pidió repasar las ecuaciones de matemáticas para comparar los resultados ya que el día de la biblioteca se nos olvidó. Estaba mirándolas y al llegar a las 3 últimas me dijo:
-¿Quién te ha hecho estos números?- Sorprendida, me gire y mire, eran las que Daniel me había hecho. Con toda tranquilidad le dije:
-Daniel, el hermano de María, las tenía mal escritas y me las corrigió.- Víctor me miraba con cara rara, no sabía porque pero me devolvió la libreta y me dijo:
-Pues ve con cuidado no te lo vea el profesor haber si se piensa que te las han hecho.- Estaba enfadado y yo no sabía por que, en todas las clases de después no nos hablamos. Me centré en los deberes y cuando terminaba me dedicaba a hablar con Maya. En la hora del descanso Maya y María me preguntaron:
-¿Le has hecho algo a Víctor?, esta raro.- Sorprendida les dije que no, después les comente lo de la libreta. Entonces María dijo:
-¡AH! Las que te corrigió Daniel, ¿verdad?- Le dije que si y al ver la cara de Maya le explicamos, alucino en colores pero María le dijo:
-Bueno ahora esta de exámenes así que no sale de su cuarto o del estudio. Lo vemos para comer y cenar, pero nada más pero puedo buscar una fotografía.- Maya pareció conformarse pero me pidió que le hiciera memoria por si acaso no se acordaba.