Me sentía devastado y sin comprender lo que acababa de pasar, nada tenía sentido acerca de las palabras que habían salido de su boca, aún con el corazón roto no podía creer nada de lo que me había dicho. Regresé a casa a pie y al hacerlo me encontré con Sehun en la puerta, tenía gesto impaciente y no parecía tener buenas noticias para mí a juzgar por su actuar nervioso. Lo invité a pasar y a tomar algo pero se negó diciendo que estaba de paso, una vez que nos sentamos en la sala comenzó con aquello que vino a decir.
— Chen, creo que esto debe ser lo que menos debes querer escuchar ahora mismo pero te lo diré de todos modos. Yo… tengo suficientes razones para conjeturar que no debes creer ni una palabra de lo que te dijo Jordana hace rato en aquel parque.
— ¿De qué estás hablando?, ¿Cómo sabes que hable con ella siquiera?
— Bueno es que yo… llevo un tiempo siguiéndola. No te enfades conmigo por favor, sé que no tenía derecho a hacerlo y menos si tú le estabas dando tu confianza pero por alguna razón yo no pude confiar, sentía que algo no estaba bien.
— Tienes razón, no tenías derecho a hacerlo bajo ninguna circunstancia, lo que pase entre nosotros no es asunto tuyo. Creo que será mejor que te vayas.
— Chen por favor, escúchame. Ella no está enamorada de Kris ni él de ella, conozco a mi hermano y sé que su corazón está en otra parte con otra chica, no sé qué se traen entre manos pero no es lo que parece, no es lo que ella te hizo creer y quizá no sepa qué sea tan malo como para que romper tu corazón sea la mejor opción pero estoy seguro de que no hay nada entre ellos. Sólo dame tiempo, yo investigaré más y…
— ¡Sehun, basta! ¡Basta por favor! Ya sé que no hay nada entre ellos, Jordana nunca ha sido muy buena mintiendo… — dije intentando sonar convincente aunque en realidad no estaba muy seguro de mis palabras — Pero eso no cambia nada, aquí el problema es que ella no confía lo suficientemente en mí y no hay nada que yo pueda hacer para cambiar eso cuando ya le he dado lo mejor de mí. La amo y creo que es justo por eso que debo dejarla irse si es lo que ella quiere hacer. Ahora por favor, sal de mi casa quiero estar solo.
— Bien, me iré entonces, te veo luego . Ah y... una última cosa Chen, creo que en el que no deberías confiar es en Baekhyun, algo me dice que tiene algo sino es que todo que ver con esto. — dijo antes de marcharse.
Pasó el fin de semana y Jordana nunca volvió a casa, no podía negar que la extrañaba con cada segundo que pasaba, extrañaba que llegara corriendo emocionada hasta mí y brincara para enredar sus piernas alrededor de mi cintura antes de robarme un beso, extrañaba su risa jovial que llenaba de vida mi departamento, sus bailes improvisados en la cocina mientras yo le hacía el desayuno después de una buena noche de sexo y hasta los corajes que hacía cuando dejaba mis calcetines regados por toda la habitación. Cada detalle, cada pequeño detalle en ella significaba para mí una razón más para amarla y me duele que por más que hubiera hecho todo por ser el mejor hombre para ella, jamás hubiera aprendido a hacer que se quedara a mi lado.
Me levanté temprano el lunes por la mañana a causa de una pesadilla, aunque ya me había acostumbrado a la presencia de Jordana, la soledad no se sentía tan mal puesto que no era la primera vez que nos separabamos. Una vez en el trabajo, intenté concentrarme mucho en todo lo que hacía para no pensar mucho en ella, sin embargo, me vi evidentemente derrotado cuando Kris entró por mi puerta por asuntos del trabajo.
— Hola Jongdae, Sehun me pidió que te entregara estos papeles para que los firmes. — dijo colocando un folder sobre mi escritorio con actuar inquieto, yo asentí con la cabeza y acto seguido comencé a firmar los papeles que estaban dentro; mientras lo hacía, él intentó charlar casualmente conmigo — Y... ¿Cómo has estado?
— ¿Hablas en serio? — pregunté indignado mientras levantaba la vista para fulminarlo con la mirada.
— Sí, ¿Hay algún problema?
— No lo sé, dime si me equivoco, pero creo que es bastante cínico de un hombre que pregunte a otro cómo se encuentra sabiendo que es la causa de sus desgracias. Ahórrate las amabilidades por favor, no necesito tu simpatía ni tu compasión. — repliqué bruscamente antes de concentrarme nuevamente en los papeles que tenía enfrente.
— Sí, te equivocas, dime tú si yo me equivoco pero creo que no he hecho nada para merecer tu desdén.
— ¿Entonces me vas a negar que has estado teniendo un amorío a mis espaldas con la mujer que amo?
— Lo siento Chen, pero no tengo idea de lo que me estás hablando, Jordana y yo somos como hermanos y lo sabes, no hay nada más entre nosotros.
— Ahora soy yo el que no te entiende, Jordana me dijo algo totalmente distinto.
— Será mejor que no me meta en sus problemas, pero te doy mi palabra cuando te digo que no hay absolutamente nada más allá de una amistad sincera entre ella y yo.
Entonces Sehun tenía razón... todo había sido mentira y realmente no había nada entre ellos. Sin embargo, como dije a mi amigo, eso no cambiaba nada entre ella y yo puesto que el verdadero problema es que he perdido su confianza sin siquiera saber por qué. Luego de la aclaración de Kris, le entregué el folder antes de pedirle que se retirara y mientras me disponía a concentrarme de nuevo en lo que estaba haciendo para no comenzar a divagar, llegó mi padre para preguntarme si sabía por qué Jordana había renunciado. Después de una larga discusión, se marchó furioso y más confundido que al principio.
Al dar las ocho en punto, decidí que ya era hora de irme y entonces salí de la oficina para dirigirme a un bar el cual frecuentaba seguido con mis amigos antes de irme a Estados Unidos. Me sentía triste, desolado, abrumado y tan confundido que sólo quería perderme un rato. Tomé un taxi y una vez en el bar, pedí un par de tragos antes de subir a cantar al pequeño escenario que sólo contaba con un micrófono, una guitarra empolvada que se encontraba recargada en la pared y un piano de cola que parecía no haber sido tocado en mucho tiempo. Sólo tenía una canción en la mente: "My Dear", una canción que yo había compuesto especialmente para ella la primera vez que nos separamos. Así que me dispuse a tocar aquella melodía en la guitarra seguido por el pianista de cajón mientras cantaba con devoción y sintiendo como cada palabra que salía de mis labios retumbaba en lo más profundo de mi alma haciéndome sentir peor. Mientras estaba cantando, al dirigir mi mirada hacia el pequeño público, crucé miradas con ella... lucía hermosa como siempre, llevaba puesto aquel conjunto de nuestra primera cita desde que llegó a Corea y tenía una sonrisa traviesa en el rostro mientras jugaba con un mechón de su cabello.
››El sonido de tu voz llamándome
Puedo escucharlo a través de la grieta en la puerta abierta
Tus brazos cálidos y extendidos hacen que mi corazón palpite
Esta noche, incluso las estrellas fugaces
se quedan dormidas en silencio
Sacaremos a relucir nuestros recuerdos
Cierra los ojos
La luz brillante de la luna
ilumina su último baile
Incluso si me alejo de ti
Como si estuviera en un columpio
Incluso esa fragancia cálida
se vuelve débil esta noche
Me apoyaré en esos recuerdos que voy a extrañar
Cierra los ojos
La luz brillante de la luna
ilumina su último baile
Incluso si me alejo de ti
Como si estuviera en un columpio
Para ti, bajo la luz de la luna
Prometo convertirme en una estrella y brillar sólo para ti
La luz brillante de la luna
ilumina su último baile
Incluso si me alejo de ti
Como si estuviera en un columpio‹‹
My Dear- Chen
Una vez que terminé de cantar la canción, mientras todos me dedicaban aplausos, bajé del escenario y caminé torpemente hasta ella mientras esquivaba las mesas en mi camino como aquella primera vez que le hablé en aquella cafetería que ahora pertenece a nosotros. Una vez junto a ella, me dirigió una mirada traviesa antes de robarme un beso apasionado que me dejó sin aliento, sin embargo, unos minutos después, cuando me liberé de sus brazos, me di cuenta de que no era ella, ni siquiera se parecía; el alcohol me había jugado una mala broma. Entonces, luego de pedirle una disculpa, me alejé de ella con rapidez mientras me dirigía hacia la barra para pedir una par de tragos más. Unos minutos después, cuando ya había perdido la cuenta de los tragos que había bebido, alguien tomó asiento junto a mí y me saludó amablemente.
— Hola Chen, no sabía que te gusta tanto el tequila.
— ¿Qué quieres?
— Cuánta hostilidad, he venido a hablar contigo. — respondió mientras apartaba los caballitos frente a mí y le decía al bartender que ya no me diera más, sin embargo, yo lo mandé al demonio y pedí otra ronda. — Lo que te voy a decir no será fácil de asimilar, quizá sí necesites esa ronda después de todo.
— Por favor ve al grano Baekhyun, no estoy de humor para juegos. — respondí con indiferencia mientras sentía que todo me daba vueltas.
— Bien, si así lo quieres por mí está bien. Tu madre está viva y yo sé dónde puedes encontrarla.
— ¿Qué? — dije riéndome en forma de burla a causa de su revelación, no creía nada de lo que me había dicho.
— Hablo en serio, será mejor que quites todo rastro de burla de tu rostro porque no le veo la gracia.
— Por favor Baekhyun, no me quieras ver la cara de tonto, mi madre murió hace ya bastantes años y no sé qué te propones con venir aquí y decirme semejante estupidez, pero será mejor que te vayas. Largo.
— ¿Quieres pruebas?, aquí están. — dijo mientras ponía de mala gana un sobre frente a mí.
— ¿Qué es esto?
— Ábrelo. — ante su insistencia, lo obedecí y al hacerlo me encontré con un par de fotos de mi madre datadas con fecha de hace un par de años. Lucía tan hermosa como la última vez que la ví aunque era evidente que los años habían pasado sobre ella. Todo esto fue demasiado por asimilar y bebí un par de caballitos de tequila de la ronda que el barista había colocado frente a mí hace unos segundos.
— Bien, si tú no te irás entonces yo lo haré. — dije mientras me disponía a irme luego de pagar todo lo que había consumido pero él me detuvo por el brazo.
— ¿En serio no tienes ni un poco de curiosidad por saber qué ha sido de tu madre todos estos años?
— Mira, no sé cómo has podido alterar esas fotos para que se vea como mi madre ni con qué propósito pero será mejor que me dejes en paz. — repliqué furioso mientras reanudaba el paso.
— No mentiría sobre algo tan delicado como eso y menos a mi propio hermano.
— ¿Cómo me llamaste? — pregunté luego de detenerme súbitamente.
— Fue un decir. De todos modos, no creo que sea lo correcto dejarte ir en tal estado. Mírate, apenas y puedes detenerte en pie.
Intenté no darle mucho más importancia a lo que había dicho, me sentía demasiado mareado como para ir a casa por mi cuenta y entonces decidí dejar que él me llevara. Sin embargo, a pesar de que no estaba muy consciente, luego de unos minutos me di cuenta de que ese no era el camino hacia el edificio donde vivía. Tenía intenciones de preguntarle pero el sueño me venció y me quedé dormido antes de poder decir palabra. Para cuando Baekhyun me despertó para bajar de su auto, me di cuenta de que estábamos fuera de una mansión, aparentemente suya. Me ayudó a bajar y luego a subir las escaleras hasta el cuarto de huéspedes, una vez ahí, me sentó en la bañera y sin importar que aún tenía la ropa puesta me mojó con agua fría hasta que recuperé la cordura. Luego me dio ropa seca que tenía aspecto de ropa de dormir antes de dejarme solo para que pudiera cambiarme, más tarde regresó con una taza de café y me la entregó antes de marcharse para dejarme dormir.
Desperté a la mañana siguiente sin recordar mucho sobre la noche anterior y sin saber con certeza dónde me encontraba. Entonces, salí de la habitación y bajé hasta el comedor principal donde me encontré con Baekhyun el cuál me explicó qué estaba haciendo ahí antes de que la servidumbre me trajera el desayuno, era impresionante lo mimado que estaba aún en la casa de una de las personas a las que menos soportaba. Después del desayuno, me dirigió hasta la sala principal y me preguntó qué estaba haciendo tan ebrio en ese bar la noche anterior, así que le conté un poco de lo que había pasado los días anteriores entre Jordana y yo ignorando la advertencia de Sehun, después de todo nuestra principal enemistad había sido por ella y se había portado tan bien conmigo que no veía por qué no confiar en él.
Llegado el mediodía supe que era hora de irme, así que se lo notifiqué pero él me detuvo y me ofreció quedarme el tiempo que quisiera diciendo que no me preocupara por la ropa, él mandaría a un par de sirvientes a mi departamento para traer lo que yo les pidiera. Al no tener muchas ganas de regresar a casa ni al trabajo a causa de la repentina depresión a la que había sucumbido finalmente, acepté agradecido y entonces pasé el resto de la semana en aquella mansión, por lo cual apagué mi celular para descansar de todo unos días sin ser interrumpido. Así, con el pasar de los días, me volví más cercano a Baekhyun, hasta se podría decir que nos hicimos amigos lo cual era impresionante luego de todos los malentendidos que habíamos tenido en el pasado.
Sin embargo, todo se vino abajo una vez más al llegar el sábado. A la hora del desayuno, como cada mañana, me reuní con mi amigo y mientras conversábamos le comenté que me marcharía el lunes ante lo cual él reaccionó con descontento intentado persuadirme para quedarme más días.
— Espero que hayas descansado lo suficiente esta semana, es una lástima que quieras marcharte tan pronto, ¿Seguro que no quieres quedarte más tiempo?
— Claro que me gustaría, pero creo que es hora de que vuelva al trabajo, aún así, muchas gracias por haberme hospedado estos días.
— No agradezcas, siempre he querido tener un hermano y tenerte aquí esta semana es lo más cerca que he estado de tener uno.
— Yo también, brindo por eso. — dije con una sonrisa amable antes de beber un sorbo de mi taza de café
— Bueno, una vez que veo que estás determinado a irte, creo que es hora de que continuemos aquella conversación del bar.
— Lo siento pero no sé de qué conversación hablas, no recuerdo mucho de esa noche.
— Claro, debí haberlo supuesto, ahora mismo tengo que ir a trabajar pero, ¿Qué te parece si nos reunimos por la tarde para hablar?
Luego del desayuno, él se marchó y yo pasé el resto del día leyendo un par de libros que me prestó. Dieron las seis de la tarde, me encontraba en el jardín principal tomando un poco de café mientras revisaba todas las llamadas perdidas que tenía cuando llegó una mucama a mi encuentro y me pidió que me reuniera con Baekhyun dentro de quince minutos en el salón de té. Ante esto, me demoré un par de minutos más para terminar de beber mi taza de café antes de entrar nuevamente a la mansión y solicitar a uno de los mayordomos que me indicara el camino hacia dicho salón.
Una vez ahí, el mayordomo se retiró. El lugar lucía tan hermoso e impecable como el resto de la casa, el cual contaba con un par sillones rústicos finos, una pequeña mesa de centro, un librero antiguo, una chimenea, un par de candelabros y amplios ventanales con vista hacia la cancha de tenis. Como había llegado más temprano de lo acordado, él aún no se encontraba ahí, así que me dejé llevar por la curiosidad y me dediqué a indagar un poco entre los libros contenidos en el librero. Reconocía algunos de ellos por ser los favoritos de mi madre pero la mayoría eran desconocidos para mí, mientras estaba indagando en uno de los últimos estantes me encontré con un par de álbumes familiares los cuales tomé para ojearlos un poco mientras esperaba a que llegara Baekhyun. La mayoría de fotos del primer álbum eran de su infancia y sus primeros cumpleaños además de varias fotos muy antiguas de sus antepasados, fue hasta que abrí el segundo álbum que encontré algo imposible que me dejó helado. Con el pasar de las páginas, él se veía evidentemente más grande, estaba comenzando a aburrirme cuando de repente encontré una foto del cumpleaños número quince de Baekhyun, en ella habían varias personas que asumí eran sus familiares pero entre todos esos rostros desconocidos pude reconocer el de mi propia madre. No podía creerlo, mis ojos se llenaron de lágrimas a causa de todos los sentimientos encontrados que tenía en ese momento. Entonces, comencé a pasar las páginas rápidamente y con desesperación encontrando a mi madre en muchas otras fotos hasta que mi hallazgo de pesadilla se vio interrumpido por la súbita llegada de Baekhyun.
— Hola Chen, lamento la tardanza yo… — se detuvo unos segundos al contemplar mi cara de angustia y mis ojos llenos de lágrimas — ¿Qué tienes ahí? — dijo mientras se acercaba rápidamente a mí antes de arrebatarme de las manos el álbum.
— ¡¿Qué significa esto?!, ¡¿Por qué está mi madre en todas esas fotos?! ¡Esto no tiene ningún sentido! — clamé bastante alterado.
— Yo… no sé por dónde comenzar.
— Sólo dime la verdad. — respondí mientras me acercaba a él de manera ansiosa.
— Bien… yo ah… tu madre… ella está viva.
— ¡Eso no puede ser posible! ¡Ella murió cuando yo tenía doce años! Yo mismo estuve presente en su funeral.
— Lo sé, no puedo decirte mucho más Chen, sólo sé que ella también es mi madre.
— ¡¿Qué?! No puede ser, entonces… eres mi… ¿Hermano…?
— Medio hermano, así es.
— ¡¿Desde hace cuánto tiempo lo sabes?!, ¡¿Cuándo planeabas decírmelo?! — dije entre lágrimas pero incrédulo aún y sin saber qué hacer.
— ¿Por qué no te calmas un poco y luego te digo todo lo que sé? Anda, toma asiento, pediré que te traigan una taza de té.
— ¡No!, ¡Sólo déjame en paz!, Nada de esto tiene sentido, no puede ser cierto. — respondí mientras salía de ahí y me dirigía a la salida.
— ¡Vamos hermano, espera! ¡No te vayas!, Hay que aclarar esto, sólo déjame explicarte.
— ¡No vuelvas a llamarme hermano!, Voy a probar que lo que me dijiste no es cierto, fue un maldito error confiar en ti, sólo aléjate de mí, no quiero volver a verte. — concluí mientras me marchaba a paso veloz, sabía que mis palabras lo habían herido pero no me importaba, yo sabía que mi madre estaba muerta y tenía que probarlo, así que llamé un taxi y cuando llegó le pedí que me llevara al edificio principal de el Grupo kim.
El tiempo de camino se hizo eterno debido a lo abrumado que me encontraba en ese momento, era evidente que había sido engañado por mi padre la mayor parte de mi vida al dejarme creer todos estos años que mi madre murió sin más, y hasta hace unos minutos estaba seguro de que quería hacerle frente y pedirle una explicación, pero ahora que lo pienso con más claridad no estoy seguro de que sea lo mejor. También es posible que Baekhyun sea el que me haya mentido y haya armado todo un escenario de alguna manera brillante y evidentemente bien preparada, creo que ambos merecían el beneficio de la duda. Tomando en cuenta esto último, tomé una decisión precipitada y pedí al taxista que cambiara de rumbo y se dirigiera hacia el cementerio de Seúl para poder descubrir de una buena vez quién me había mentido. Como si la situación no fuera suficientemente desfavorecedora, de camino al cementerio comenzó a caer un aguacero que parecía haber llegado para quedarse un buen rato. Al llegar, pagué el taxi y bajé mientras las memorias que había preferido guardar en el lugar más recóndito de mi mente para seguir con mi mente me invadieron inerme.
Recuerdo el día de su funeral como si lo tuviera tatuado en la mente, en ese entonces Baekhyun y yo éramos buenos amigos, él se fue de Seúl luego de la muerte de mi madre y aquél día no pudimos despedirnos, aquel día el ataúd se encontraba cerrado, mi padre dijo que era mejor para mí no verla y yo preferí dejarlo así sin saber que quizá aquella caja de madera lúgubre se encontraba vacía. Ese fue el segundo peor día de mi vida, siendo el primero aquel en el que recibí la noticia de su muerte; estaba destrozado, incluso me tuvieron que sedar por miedo a que me hiciera algún daño. No podía creer que ella estuviera viva porque de ser así, ¿Por qué no me buscó en todos estos años? ¿Por qué estaba con Baekhyun? ¿Acaso él es verdaderamente mi hermano?, todo tipo de preguntas invadieron mi mente y sin darme cuenta comenzaron a brotar lágrimas de mis ojos apagados.
No sé cuánto tiempo estuve arrodillado frente a su lápida bebiendo una botella de Whisky que me había detenido a comprar en el camino y llorando desconsoladamente, pero fue hasta que la lluvia comenzó a dispersarse un poco que decidí que era hora de saber la verdad, así que me levante con la intención de ir por una orden para poder exhumar el cuerpo de mi madre, estaba desesperado por tener respuestas pero no me metería en líos por profanar su tumba. Entonces, luego de limpiar torpemente de mi rostro las lágrimas que había derramado anteriormente, di dos pasos hacia la salida pero al hacerlo vi algo que me hizo detenerme al reconocer una silueta familiar entre la penumbra a pesar de que la lluvia no me permitía ver con claridad. Unos segundos después, mientras decidía para dónde correr, como si se tratara de un sueño, ahí estaba ella, tan hermosa como la recordaba aunque había preocupación en su rostro, cosa que cambio al verme. No supe descifrar cuál era exactamente su reacción pero estaba ahí frente a mí, no podía moverme, estaba atónito, ¿De verdad era ella?
Recuperé la movilidad al cabo de un minuto y me acerque a ella muy lentamente, temía que fuera una alucinación causada por el alcohol o mi estado de shock y que desapareciera en cuanto me acercara. Cuando estuve a un paso de ella, estiré mi mano para tocar su mejilla, cuando murió yo era más pequeño que ella y ahora era ella quien con dificultad me llegaba al hombro, cuando mi mano estuvo por tocarla, ella la tomó y recargó su rostro en mi palma. Su tacto me tomó tan desprevenido que di un pequeño salto mientras sentía un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, entonces, tallé mis ojos con mi mano libre esperando que al abrirlos ella ya no se encontrara ahí, sin embargo, al mirar mi gesto tomó mis manos y las besó gentilmente con sus labios fríos. En ese momento lo supe, ella era real, estaba viva.
Lo siguiente que hice fue abrazarla con fervor mientras rompía en llanto nuevamente, ella solo correspondió mi gesto y reforzó aquel abrazo al me presionarme con fuerza, pude sentir como también comenzó a llorar y entonces tomo mis hombros separándome con ello un poco, sólo lo suficiente para poder ver mi rostro y limpiar con su suéter mis lágrimas ignorando las suyas. Luego de ello, me observó con ternura y me dedicó una sonrisa tan amplia y jovial, la cual había olvidado por completo, que me devolvió a la vida y me hizo sentir como en casa una vez más.
— Has crecido mucho, mi pequeño Chennie. — dijo aún sonriente mientras revolvía ligeramente mi cabello húmedo, yo sólo me limité a reír por lo bajo de manera divertida al no poder encontrar mi voz aún — Ven cariño, tienes que cambiarte o te enfermarás.
Me limité a asentir y seguirla hasta un auto negro, aún tenía muchas preguntas que hacerle pero en ese momento me conformé con tenerla y saber que estaba viva. Al subir, sólo me dediqué a observarla sin importarme mucho a donde nos estuviéramos dirigiendo, como si en el preciso momento en el que la perdiera de vista ella fuera a desaparecer, creo que se dio cuenta de lo que pensaba porque volvió su vista hacia mi y me acarició la mejilla antes de decir: "Estoy aquí cariño, no iré a ningún lado." y sólo eso bastó para que me relajara y disfrutara plenamente de su compañía. Al cabo de unos minutos el auto se detuvo frente una casa que me pareció familiar, luego de unos segundos caí en la cuenta de que se trataba de la misma residencia en la que me había estado hospedando hasta hace un par horas, la mansión Byun. Fruncí el seño en señal de desconcierto, aunque con el hecho que mi madre me trajera directo con Baekhyun puedo presentir que él decía la verdad acerca de nuestro parentesco.
Mi madre fue la primera en bajar y yo tomé un gran suspiro antes de seguirla, al entrar me lleve una gran sorpresa al ver que al parecer Baekhyun no se encontraba solo siendo su acompañante la persona a la que menos esperaba encontrar ahí.
»Narra Tatsu (Kang Hye)«
Finalmente había llegado el día de mi boda, me encontraba sumamente nerviosa pero más por la incertidumbre que sentía al saber que pasaría el resto de mi vida al lado de un hombre al que no amaba que por no saber si lucía lo suficientemente perfecta para la ocasión. Debajo de aquel vestido blanco de encaje, largo y hermoso, me resultaba sencillo esconder todo el recelo y desdén que sentía hacia todo aquel que había estado a favor de este matrimonio arreglado; lo cual incluía a mi propio prometido.
Había pasado toda mi juventud desde los quince hasta los veinte años enamorada de Byun Jung, un hombre correcto, honesto y respetuoso que había logrado cautivarme desde la primera vez que lo ví siendo el único hombre al que tenía deseos de desposar al cumplir los diecinueve años. Sin embargo, al ser evidente que ambos proveníamos de mundos completamente diferentes, clases sociales dispares y estatus social desigual, mis padres se negaron a mi decisión y me prohibieron verlo más. Ante esto, enfurecí e intenté huir de casa en repetidas ocasiones siendo detenida cada una de esas veces a causa de la indiscreción de la leal servidumbre. Un mes después de mi último intento por escapar, mi familia fue introducida con la familia Kim por un par de amigos de la familia.
Desde el primer momento fueron ostensibles para mí las intenciones de dicha familia, establecer un arreglo matrimonial del cual pudieran sacar ventaja ambas estirpes siendo el joven Kim Dae-hyun y yo los medios para lograr el tan anhelado vínculo. Dae-hyun era un hombre completamente distinto a mi amado Jung, se trataba de un hombre exigente en cuanto a sus gustos, caprichoso y ambicioso en todo sentido siendo su galantía y porte lo único que compartía en común con Byun Jung. Mis temerarias predicciones se vieron confirmadas al ser anunciado nuestro compromiso en la exclusiva cena de año nuevo donde sólo se reunían las familias con más caché de Seúl. Puse de manifiesto mi descontento inmediatamente al anunciar de manera sínica que ni el joven Kim ni yo habíamos sido advertidos con anterioridad de semejante noticia con lo cual buscaba que la familia de mi prometido se retractara al considerar vulgares tales indiscreciones, sin embargo, para mi sorpresa, reaccionaron con total prudencia pidiendo una disculpa directa para su hijo y yo, concluyendo que aquel argumento que les había dado para cancelar el compromiso no era suficiente y prometiendo a las demás familias que pronto les harían saber la fecha en la que se llevaría a cabo el matrimonio.
Pasaron los días y yo intenté poner cientos de excusas y razones bien fundamentadas a mis padres de por qué dicho matrimonio no debía llevarse a cabo, sin embargo, hicieron oídos sordos por lo cual me decidí a intentarlo por otros medios. Considerando esto último, me dirigí a casa de la familia Kim un miércoles por la mañana y una vez ahí solicité hablar con Dae-hyun. Ellos me recibieron con los brazos abiertos y dieron cabida a mis exigencias al hacerme pasar al salón de té prometiendo que el aludido me atendería con la mayor prontitud posible. Una vez que llegó a mi encuentro, me llevé una vana sorpresa al escuchar su opinión del asunto.
— Buenos días Kim Dae-hyun, debo admitir que me estaba quedando sin ideas para la cancelación de nuestro compromiso. Pero esta mañana tuve una idea reveladora que me cuesta creer no haber pensado antes.
— Te escucho, pero… — dijo sin esperar ser interrumpido por mí.
— La solución es que usted exprese su desacuerdo a ambas familias, estoy segura de que a usted sí van a escucharle y con suerte no les quedará de otra que respetar su decisión. Sólo es cosa de que usted exprese su descontento diciendo que yo soy demasiado para usted o que ya hay alguien más en su corazón.
— Debo admitir que no suena como una mala idea, y no tendría ningún problema en seguirle la pista si no fuera porque no hay desacuerdo alguno de mi parte.
— ¿Disculpe? Creo que no le he entendido muy bien.
— Sí, no veo por qué insiste en que yo haga algo al respecto si no veo ningún problema en desposarla. Usted es tenaz, inteligente, hermosa y de buena familia, sería un tonto si la dejara ir.
— No lo entiendo, usted y yo ni siquiera nos conocemos tan bien como para que pueda haber identificado ya tales cualidades en mí. Además, mi corazón y mente están con otra persona, sería muy cínico de mi parte no advertírselo.
— Con más razón entonces debo estar a favor del compromiso. Es sabido que Byun Jung y su familia no están a la altura de las nuestras, ¿No cree usted que una de las responsabilidades de un hombre es mejorar la estirpe de una familia? Por ello, sería muy cruel de mi parte dejar que aquel hombre la desposara.
— Es usted un sinvergüenza, no estoy de acuerdo con nada de lo que me ha dicho y tenga por seguro que en ningún momento, bajo ninguna circunstancia, cambiaré de opinión respecto a que esto no es más que un grave error. Además, me permito agregar que usted es el último hombre en la tierra con el que yo pensaría siquiera en casarme por voluntad propia. — dije muy segura y acto seguido, al ver que no recibiría respuesta alguna de su parte, me dispuse a irme luego de despedirme con las palabras siguientes — Tenga un buen día joven Kim.
Mis palabras habían sido completamente ciertas, aunque no tenía intenciones de alterar sus nervios o minimizar sus sentimientos, podía deducir que su único propósito era enaltecer su propio ego y también podía asegurar que me liberaría de sus garras en cuanto encontrara algo más con lo que divertirse. Qué equivocada estaba, hoy en día me es evidente que las palabras que salieron de mi boca sólo lo motivaron a verme como un nuevo reto que debía demostrarse a sí mismo que podía superar. Así, una vez a solas, yo fui a casa sin saber que había cabado mi propia tumba mientras él se dirigía a casa de su nuevo rival al mismo tiempo que pensaba: "Si ella no es capaz de alejarse, entonces probaremos la resistencia de Byun Jung".
Pasaron los días y con ellos se fueron mis esperanzas de la disolución del compromiso, a nadie parecía importarle lo que yo quería y por ello quizá fuera mejor comenzar a hacerme a la idea de que nada los detendría hasta ver a Dae-hyun desposarme. No estaba equivocada, ya que el propio Kim se había encargado de amenazar a Jung para que no interviniera y nos dejara en paz, sin embargo, mi amado no era ningún cobarde y no iba a rendirse tan fácil.
Al llegar el día de mi boda, no hubo nada que pudiera impedirlo y al final del día ya todos me conocían como la señora Kim. Había imaginado mi vida como un infierno al lado de ese hombre, sin embargo, lo que no esperaba, era que ahora que ya me tenía por segura iba a tratar de ganarse mi cariño por todos los medios para hacer de nuestra vida juntos algo un poco más soportable para mí. El lunes por la mañana, mientras él se fue a trabajar a la empresa de su padre, mandó a un equipo de sirvientes a mi casa para que me ayudara a mudar mis cosas a la mansión Kim. Una vez ahí, aunque yo estaba segura de que la servidumbre había recibido órdenes de acomodar mis cosas en la habitación principal donde ambos dormiríamos por el resto de nuestras vidas, me informaron que más bien había dispuesto que yo durmiera sola en la recámara principal hasta que tuviera deseos de dormir juntos. Esto último me pareció más ridículo que considerado de su parte y por ello fue que me hice a la idea de que pasaría el resto de mi estadía en aquella casa durmiendo sola.
Todo lo que Dae-hyun hizo a partir de ese día fue invitarme a cenar a los lugares más exclusivos, darme los regalos más costosos y tratar de impresionarme contándome lo mucho que podría darme si permanecía con él. Sin embargo, a mí nada de eso me impresionaba ni mucho menos me hacía cambiar de opinión respecto a él, realmente no lo conocía nada y, a juzgar por su comportamiento, no me daban ganas de hacerlo. Fue hasta un viernes por la tarde que pude sincerarme con él. Yo me encontraba leyendo un libro tranquilamente en la terraza que se hallaba fuera de mi cuarto, salió temprano del trabajo y entonces llegó a mi encuentro con la intención de llevarme a cenar a algún lugar caro de nuevo.
— Aunque agradezco la intención joven Kim, me encuentro muy cómoda en mi mundo textual. Creo que esta vez optaré por declinar. — respondí casi sin despegar la vista de mi libro.
— Bien, te veré luego entonces. — dijo cabizbajo y con el brillo en sus ojos repentinamente apagado — ¿Te puedo hacer una pregunta?
— Adelante.
— ¿Por qué me odias tanto?
— ¿Di-disculpe?, ¿De qué está hablando? — cuestioné con mi atención repentinamente enfocada en él.
— No quieras negarlo por favor, es altamente plausible que no soy de tu agrado, hasta la servidumbre se entretiene hablando sobre lo mucho que me desprecias.
— No sé qué lo ha llevado a sacar tan apresuradas conclusiones pero déjeme decirle que no son certeras. Yo no tengo nada en contra suya, simplemente no me es posible verlo con ojos de admiración. Lo respeto y ya.
— Entonces expliqueme por favor el por qué de esa mañana suya de no estar contenta con nada de lo que hago. Le he dado los regalos más ostentosos, la he llevado a los lugares más exclusivos de la ciudad, he intentado cumplir sus caprichos y…
— Eso no me interesa ni mucho menos me impresiona, — lo interrumpí descortesmente — ¿Cree usted que puede comprar mi amor de esa manera? Si es así, le pido una disculpa por haberle dado esa impresión de mí. Sin embargo, debo aclarar que para mí el amor va más allá de los bienes materiales, se basa en la confianza, el tiempo y atención que inviertes en alguien; la paciencia y el respeto por las decisiones de el otro.
— ¿Y entonces por qué no puedes amarme? — preguntó mientras me tomaba bruscamente de los hombros en un intento de abrazo.
— ¿Es que acaso no escucha?, ¡Todo lo que mencioné no son cualidades que usted posea! — respondí un tanto asustada por su gesto exaltado y sin saber medir mis palabras — No apoyó ni mucho menos respetó mi deseo de cancelar nuestro compromiso, ha intentado comprar mi respeto y aprecio con regalos ostentosos; y jamás me consulta o me toma cuenta al tomar decisiones que nos involucran a ambos. Es claro que usted sólo me ve como su propiedad de la que, espero que pronto, se aburrirá eventualmente de tener y yo sólo lo veo como el hombre que me arrebató mi felicidad…
Una vez que terminé de hablar, él sólo me miró con extraña gentileza y me liberó lentamente de su agarre mientras se acercaba a mí en un intento por robar un beso de mis labios. Sin embargo, yo lo esquivé aprentando los labios y cerrando los ojos con el deseo de que no intentara nada más. Poco a poco sentí como sus dedos se relajaban nuevamente alrededor de mis hombros, acto seguido me soltó y finalmente se fué entre sollozos que, supuse, él creyó que yo no escuché.
— Bienvenido de vuelta Chen, ¿Ya encontraste las pruebas que buscabas? — dijo Baekhyun con tono sarcástico, sin embargo, se quedó de piedra al ver a mi madre entrar detrás de mí unos segundos después. Jordana sólo guardó silencio y nos dedicó una amplia sonrisa al vernos — ¿Mamá?, ¿Qué estás haciendo aquí?, no estaba en mis planes que te aparecieras tan pronto.
— También me da gusto verte hijo. — respondió mi madre con descontento evidente antes de tomar asiento e invitarme a hacer lo mismo. Una vez que me acomodé a su lado, Baekhyun tomó la palabra de nuevo.
— Bueno, me da gusto que estemos reunidos los cuatro como una familia feliz. Pero ahora que Chen ya sabe que somos hermanos, creo que es conveniente establecer un acuerdo para que tanto mi madre como Jordana puedan disfrutarnos a ambos. — expuso alegremente mientras rodeaba por los hombros a Jordana con su brazo izquierdo.
— ¿Disculpa? Creo que no te oí bien, ¿Disfrutarnos a ambos?
— Así es, ¿Qué te parece si mamá está contigo de lunes a viernes y conmigo los fines de semana; te quedas con Jordana los fines de semana y yo de lunes a viernes? Es justo para ambos y todos salimos ganando.
— Estoy de acuerdo. — lo apoyó Jordana.
— Yo también. — replicó mi madre y luego todos voltearon a mirarme esperando mi respuesta.
— No puedo creer que ustedes estén de acuerdo con esto, ¿Acaso "éste" les lavó el cerebro? — dije de manera despectiva refiriéndome a Baekhyun.
— No le hables así a tu hermano, — intervino mi madre — simplemente creo que como hermanos deben compartir todo, incluidas nosotras.
— Ustedes están enfermos, no me quedaré a ver cómo él destruye sus vidas lentamente. — dije mientras me disponía a irme sin predecir en absoluto el impacto de mis palabras.
— ¡Espera! — rogaron ambas al unísono mientras parecían entrar en razón, como si hubieran estado en un trance y ahora recuperaran la cordura.
— No intenten detenerlo, ¡Si no está dispuesto a compartir entonces no tendrá a ninguna! — exclamó de manera retadora y acto seguido las tomó a ambas por el cuello.
Ante esto, me dispuse a intervenir sólo para darme cuenta de que me encontraba repentinamente amarrado de pies y manos. Comencé entonces a suplicarle que las soltara mientras ellas lo arañaban y daban gritos ahogados en un intento por salvar su vida. Pero él hizo caso omiso a mis plegarias y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, comenzaron a perder las fuerzas de luchar al mismo tiempo que la piel de su rostro se tornaba morada culminando con un crujido seco que retumbó por la habitación un segundo antes de que las liberara de su agarre y cayeran inertes al piso. Aquel crujido había sido el de su cuello y su caída se repetía en cámara lenta a través de mi mente una y otra vez aún cuando mis ojos se encontraban cerrados. Lágrimas de desesperación y horror comenzaron a brotar de mis ojos y por más que intentaba gritar no lograba emitir ningún sonido, voltee a mirarlo una vez más esperando que se desvaneciera como un mal sueño pero en su lugar se dibujó una sonrisa siniestra en su rostro en un acto que definitivamente jamás iba a olvidar.
Un segundo después desperté llorando muy agitado, desorientado al no tener idea de dónde me encontraba y sin comprender si aquello había sido un sueño o me había desmayado al presenciar aquella horrible escena y alguien me había traído hasta aquí, lo primero que pude divisar mientras trataba de asimilar lo que había pasado fue a Jordana. Ella yacía a mi lado sobre la cama (que poco a poco reconocí como la cama del cuarto de huéspedes de Baekhyun), se encontraba profundamente dormida y dentro de su mano derecha sostenía un termómetro de vidrio lo cual me confundió aún más.
Fue unos instantes después cuando caí en la cuenta de la realidad, ¡Jordana estaba viva!, parpadeé repetidamente unos segundos para comprobar si era real y luego intenté incorporarme para ir a buscar a mi mamá; al hacerlo, una compresa que ni siquiera había notado que tenía cayó hasta el suelo desde mi frente. Este gesto despertó a Jordana y tomó mi brazo para detenerme antes de que pudiera levantarme.
— Espera, sé que no te debe encantar estar conmigo en estos momentos pero lamento decirte que no estás en condiciones para irte.
— ¿Cómo puedes decir eso?, ¡Me da tanto gusto verte y escuchar tu voz! — respondí emocionado antes de acercarme a abrazarla.
Aún cuando la tomé por sorpresa, se acurrucó en mi hombro y soltó un suspiro. Estaba apunto de decidirme a darle un beso hasta que los recuerdos vagos de nuestra ruptura pasaron por mi mente, había estado tan alterado por aquel sueño que olvidé lo mal que se encontraban las cosas entre nosotros. Al tener conciencia de esto, la solté rápidamente y me aparté de ella con brusquedad; acto seguido me levanté de la cama ignorando mi mareo interno y me dispuse a irme. Sin embargo, ella me pidió que no lo hiciera con las palabras siguientes.
— Espera, ¿Qué fue todo eso?
— Sólo un error impulsivo, será mejor que me vaya y finjamos que esto nunca sucedió. — dije con seguridad después de detenerme y pude apreciar por el rabillo del ojo cómo su rostro pasaba de ser de confusión a dolor al oír mis palabras.
— Como sea — vaciló por unos segundos antes de continuar — te encuentras muy enfermo en este momento y necesitas descansar. Si el problema soy yo puedo irme y pedirle a tu madre que venga a cuidarte en mi lugar.
Dicho esto se levantó y se dirigió a la salida con gesto abrumado, lo cual me retorció el corazón y me hizo desear abrazarla para reconfortarla mientras le susurraba al oído que todo estaría bien como siempre que teníamos una discusión en el pasado. Aunque no cumplí mi deseo, sí la detuve cambiando de tema rápidamente.
— Quédate por favor, creo que ya somos bastante mayorcitos para superar esto con madurez, no es necesario que te vayas. Pero, ¿Podrías decirme qué estoy haciendo aquí? Tuve un terrible sueño y quiero saber qué tanto de lo que recuerdo es verdad.
Al escuchar mis palabras, se detuvo cabizbaja, asintió con la cabeza y luego caminó hacia mí para ayudarme a recostarme de nuevo. Mientras me arropaba entre las sábanas, hubo un momento en el que quedamos frente a frente y muy cerca el uno del otro, esto me provocó una oleada de sentimientos encontrados que se intensificó al tacto de su mano con mi mejilla. Aún cuando mi corazón latía tan rápido que casi podía oírlo, tomé valor y acerqué mi mano lentamente a ella intentando acariciar su mejilla también; me di cuenta tarde de que más que un gesto romántico me estaba tomando la temperatura.
— Dios mío, ¡Estás hirviendo! — exclamó alterada antes de que pudiera llegar a rozar su piel — Quédate aquí, iré por otra compresa fría y te traeré un poco de agua fresca. Si no baja tu temperatura de ese modo me temo que tendré que meterte a bañar.
— ¿Y por qué no recurrimos al baño directamente? — pregunté intentando esbozar una sonrisa pícara pero sintiéndome demasiado débil para hacerlo.
— Ja-ja muy gracioso, no tardo.
— ¡Espera!, ¡No me has dicho aún cómo llegué aquí! — exclamé débilmente y sin ser escuchado por ella.
Me quedé dormido sin darme cuenta mientras intentaba recordar cómo llegué ahí y desperté de golpe cuando Jordana colocó cuidadosamente la compresa fría sobre mi frente. Me pidió disculpas por haberme despertado y luego me ayudó a sentarme para poder beber el agua junto con la pastilla que ella me había traído. Mientras daba un par de sorbos y me tragaba la pastilla, tomé valor para preguntarle nuevamente la razón por la que tanto ella como yo estábamos ahí. Unos segundos después, bajé el vaso hasta mis piernas y le hice la pregunta, su respuesta me dejó bastante desconcertado.
— Bueno, tú… llevabas una semana perdido, todos estábamos muy preocupados. Hace unas horas tu madre fue a nuestro, — se sonrojó incómoda al mencionar la última palabra y corrigió el error inmediatamente — a tu departamento a buscarte y me encontró ahí en tu lugar. Yo le expliqué que no sabía nada de ti, estaba ahí sólo para llevarme mis cosas, así que luego de una larga discusión me preguntó si yo sabía dónde podías estar. Fuimos a varios lugares y finalmente llegamos aquí a ver a Baekhyun como último recurso, él nos explicó todo lo que pasó entre ustedes y nos acompañó hasta el panteón ya que tenía una corazonada de que estabas ahí. Te buscamos juntos hasta llegar al lugar donde tu madre estaba supuestamente enterrada y ahí estabas tú, pero en cuanto nos viste te desmayaste. Notamos que llevabas un rato bebiendo a juzgar por la botella que tenías en la mano y estaba lloviendo muy fuerte, al levantarte nos dimos cuenta de que tenías fiebre además de que lucías muy mal; así que te trajimos aquí para poder cuidarte hasta que mejores. Esa es toda la historia, el doctor vendrá mañana temprano a verte y si quieres irte yo te llevaré personalmente hasta tu departamento.
Entonces todo lo que recordaba sobre el encuentro con mi madre en el panteón y la horrible tragedia en manos de Baekhyun que había presenciado sí habían sido parte de un sueño, un raro y terrible sueño que jamás olvidaría causado por la fiebre. Una vez que Jordana terminó de hablar, le di las gracias por darme una explicación y luego terminé de beber mi agua. Aunque aún tenía muchas preguntas, me sentía demasiado cansado tanto física como emocionalmente así que me recosté nuevamente esperando que ella se fuera a dormir también pero a otra habitación, sin embargo y contra todo pronóstico, se metió bajo las sábanas y se acostó a mi lado. Ante esto, la miré sorprendido y, antes de que pudiera objetar cualquier cosa, comenzó a acariciar mi cabello lo cual me relajó y unos minutos después por fin me quedé dormido.
A la mañana siguiente, luego de abrir los ojos y despertar a causa de la luz del sol que entraba chocante por la ventana, sentí una extraña sensación hormigueante en mi hombro y me percaté de que la cabeza de Jordana se encontraba recostada en este. Me detuve a contemplarla por un par de minutos, aún cuando había ojeras bajo sus ojos evidenciando que no había dormido muy bien, lucía sumamente hermosa como siempre. Sentí un impulso desquiciante por sentir su piel y acerqué mi mano a su mejilla con la intención de tocarla; sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, ella despertó y me miró con curiosidad por lo que tuve que retirar mi mano inmediatamente antes de incorporarme para irme diciendo que ya era hora de desayunar. Estaba caminando hacia la puerta pero ella me detuvo por el brazo antes de que pudiera salir, su toque disparó una corriente de emociones que se sintieron como electricidad recorriendo mi cuerpo justo como en los viejos tiempos, ante esto volteé a mirarla y casi pude percibir por el brillo en sus ojos cómo ella estaba siendo afectada por la misma corriente de electricidad imaginaria.
Ambos nos miramos con incertidumbre e intriga por unos segundos hasta que ella rompió el vínculo al soltar mi brazo y alejarse ordenando que volviera a la cama así como ofreciendo traerme el desayuno hasta aquí. Antes de que pudiera dar dos pasos tomé su brazo y la atraje nuevamente hacia mí, esbocé una sonrisa pícara que le provocó un escalofrío y coloqué mi mano libre detrás de su nunca con la intención de besarla después. Sin embargo, fui interrumpido por mi madre antes de poder hacerlo.
— Hola Chennie, buenos días. Yo — hizo una pausa y se detuvo sorprendida al ver la cercanía comprometedora en la que nos encontrábamos Jordana y yo, luego nos examinó de pies a cabeza cuando nos alejamos uno del otro antes de continuar hablando — vine a traerte el desayuno, el doctor llegará en una hora a verte. Pero si interrumpo algo puedo volver luego.
— De ninguna manera, yo iré a bañarte, es decir, a bañarme mientras desayunas. Te veo luego. — dijo Jordana con evidente nerviosismo antes de salir rápidamente, casi corriendo de la habitación.
— Claro, te veré luego entonces. — respondí algo incómodo.
Una vez que Jordana se fue, mi madre me miró con curiosidad al ver mi ceño fruncido y se acercó con miedo hasta a mí intentando tocar mi mejilla luego de depositar la charola con mi desayuno en una mesita que se encontraba junto a la puerta. Yo esquivé su gesto, fui por la charola y me senté en la cama para comenzar a desayunar.
Al principio había querido culpar a mi padre o incluso a Baekhyun por fingir la muerte de mi madre y ocultarme todo este tiempo que estaba viva. Sin embargo, ahora que la veía, entendía que la única culpable aquí era ella, ya que fue quién me abandonó dejándome creer cruelmente que había fallecido. Estaba tan enojado con ella que ni siquiera quería verla a los ojos ni mucho menos hablar con ella, no estaba seguro de poder perdonaría algún día.
— Chen, tenemos que hablar sobre...
— No. — la interrumpí sin siquiera mirarla.
— ¿No?, ¿Acaso no quieres saber por qué me fui fingiendo mi muerte?
— No me interesa saber nada de usted, no sé quién sea pero no significa nada en mi vida. Kim Hye (mi madre) está muerta para mí y lo seguirá estando. Ahora, si me disculpa, me gustaría terminar mi desayuno en paz así que por favor retírese.
— Déjame explicarte por favor, si después de eso no te convenzo prometo que me iré de tu vida para siempre. — dije poniéndose de rodillas mientras tomaba mi mano para besarla.
— ¿Crees que no sabía que estás viva? Me enteré hace mucho tiempo — dije mintiendo para deshacerme de ella — y si me hubiera interesado hablar contigo te hubiera buscado antes. Sin embargo no me interesaba ni en ese entonces ni ahora, para mí moriste el día que fingiste tu muerte, ahora sal de aquí o llamaré a la policía.
Una vez que terminé de hablar, me soltó, se puso de pie y se marchó intentando contener el llanto. Sabía que había sido muy duro con ella pero realmente no tenía ningún interés en hablar con ella, al menos no por ahora. En cuando salió terminé de desayunar, luego me metí a bañar y al salir encontré ropa seca en mi cama, seguramente McClane había ido a mi departamento por ropa limpia para ambos luego de bañarse. Me vestí con rapidez, tendí la cama y me disponía a salir cuando el doctor entró por la puerta junto con Jordana y Baekhyun.
— Hola, tú debes ser Chen. — apuntó con seguridad el doctor en cuanto me vio.
— Así es, usted debe ser el doctor. — respondí estrechando su mano.
Luego de charlar un poco por cortesía, el doctor me examinó unos minutos antes de dar su diagnóstico: aunque ya no tenía fiebre, aún estaba bastante mal, así que me recetó un par de medicamentos y me ordenó que reposara en cama un par de días más. Una vez que el doctor se fue, Jordana se ofreció a llevarme hasta mi departamento en su auto, yo acepté agradecido y entonces por fin nos fuimos de la mansión Byun luego de darle las gracias a Baekhyun por su hospitalidad. En el camino a casa ella bajó por mis medicamentos en una farmacia, me parecía tierno lo mucho que se preocupaba por mí aún estando en malos términos pero también me confundía su trato hacia mí luego de rechazarme y terminar conmigo de la manera cruel en la que lo hizo.
Llegamos a mi departamento quince minutos después y la invité a pasar ofreciéndole algo de tomar como gesto de agradecimiento antes de que se marchara, lo cual ella aceptó casi de inmediato. Platicamos un rato sobre cualquier cosa para evadir el tema sobre nuestra relación y una vez que terminó de beber su té dijo que era hora de irse, yo la dejé ir de mala gana sin saber cómo detenerla y la acompañé hasta la puerta; ella sólo agitó la mano para despedirse y se alejó. Sin embargo, luego de observarla con nostalgia unos segundos mientras se alejaba, miré hacía dentro de mi departamento y me percaté de que había olvidado su cartera en el sillón, así que la tomé y corrí tras ella para dársela. La alcancé por fin mientras llamaba el elevador, grité su nombre antes de que se subiera a él y logré detenerla. Caminé los dos metros restantes hasta ella y una vez frente a frente le entregué su cartera.
— Gracias, — dijo antes de mirarme como esperando a que yo dijera algo más para detenerla, sin embargo, al ver que yo no hablaba se despidió — me iré ahora entonces.
— Espera, — dije tomando su muñeca y atrayendo su cuerpo hacia mí como hace rato, la miré unos segundos sintiendo como la corriente eléctrica regresaba a mí con intensidad mientras colocaba mi mano derecha en su nuca y mi mano izquierda en su cintura para besarla finalmente de manera apasionada; beso que ella correspondió mientras enredaba sus brazos alrededor de mi cuello — no te vayas.
— ¿Por qué? — preguntó mientras intentaba recuperar el aliento.
— Porque aún te amo. — hice una pausa de unos segundos antes de continuar y comencé a soltarla — Pero si quieres irte lo entenderé.
— No me sueltes Kim Jongdae, no me iré a ningún lado. — concluyó saltando para enredar sus piernas alrededor de mi cintura antes de volver a besarme. Yo correspondí su beso, entré al elevador sin soltarla y presioné el botón que servía para bloquear las puertas.
— Creo que este elevador estará fuera de servicio un buen rato.
¡Hola lectores! Antes que nada les pido una disculpa por estar ausente, he estado un poco ocupada en este tiempo de cuarentena pero les dejo este capítulo que en lo personal me gustó mucho, espero que les guste tanto como a mí. No suelo ser muy optimista pero en este momento es lo único que nos mantiene cuerdos.
Cuídense mucho, no salgan de casa y les mando mis mejores deseos.
ความคิดเห็นย่อย
คุณลักษณะความคิดเห็นย่อหน้าอยู่ในขณะนี้บนเว็บ! เลื่อนเมาส์ไปที่ย่อหน้าใดก็ได้แล้วคลิกไอคอนเพื่อเพิ่มความคิดเห็นของคุณ
นอกจากนี้คุณสามารถปิด / เปิดได้ตลอดเวลาในการตั้งค่า
เข้าใจแล้ว