Sei siempre supo que las habilidades de Zaki para tratar con los negocios no estaban nada mal. De hecho, Zaki era el que se encargaba cuando Sei tenía que ir a supervisar algo o cuando pasaba tiempo con su familia. Él era, después de todo, su mano derecha desde que comenzó el Imperio Rojo. Pero Zaki siempre encontró el trabajo aburrido. No le gustaba sentarse allí lidiando con el trabajo de oficina todo el día, ya que lo encontraba parecido a ser torturado. Sei lo sabía, así que no lo forzó ni le dio un puesto en su empresa. Bueno, Zaki incluso lo dijo él mismo que estaba bien ser el respaldo de Sei por el resto de su vida y hacerse cargo de vez en cuando si lo necesitaba. Pero ahora, las cosas han cambiado.