—¿Eh? ¿Beso f-f-francés? De qué estas.. Espera... ¿estás ebria?
—¡No estoy ebria! ¡Solo haz lo que te digo!
—¿Eh? Sabes que yo no... —Davi no pudo continuar hablando porque Hinari ya había terminado la llamada.
¡Ahh! ¡Esta chica!
Davi se dio cuenta de que Hinari seguramente estaba ebria. Sabía el hábito que tenía de negar cuando lo estaba y si se encontraba sobria siempre responder: sí, estoy ebria. Por lo que encogió los hombros y decidió llamarla después.
Además, sabía que su mejor amiga nunca le daría un consejo arriesgado y sin pensar.
Pero antes de que pudiera soltar el teléfono, éste sonó de nuevo. Lo miró y vio que era un correo de Hinari.
Luego de abrirlo, se atoró y tosió una vez más.
—¿Pasos d-detallados de cómo dar un beso francés? —dijo, leyendo el asunto del correo. Lo escaneó completo y se sorprendió.
Tomándose un momento, Davi se sentó en la cama y comenzó a leerlo todo.