Nunca se le cruzó por la mente de Yue Kai que Chu Yuan diría un elogio tan espléndido sobre Tang Xiu. Luego recordó todo lo que Tang Xiu mostró anteriormente y al final se dio cuenta de algo: la identidad de Tang Xiu probablemente era muy extraordinaria.
—Hermano Mayor Tang, tú eres... —Yue Kai abrió la boca, pero dudó en continuar.
Por dentro, Tang Xiu se sentía bastante impotente. Chu Yuan lo elogió tanto en frente de Yue Kai en una forma que era imposible para que retrocediera más. Después de dudar por un momento, tampoco quería esconderlo más y explicó: —Soy el propietario de la Corporación Magnífico Tang también como del Salón de Fiestas Eternas. Para ser honesto, el dinero que tengo probablemente es más que lo que la gente puede imaginar. Pero el dinero es nada sino meras posiciones mundanas en mis ojos. Independientemente de la identidad que cada uno de nosotros tenemos, somos hermanos de los mismos espíritus afines.