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¡Dos grandes MT actuando para derribar a un individuo!
¿Qué clase de escenario era ese?
¡Ni hablar de Zi, ni siquiera los jefes, Cráneo y Zeus, habían sido testigos de tal situación antes!
Para que ella aguantara hasta ahora, Zi había confiado indudablemente en ese terreno naturalmente ventajoso, para exhibir un terror sin igual nunca antes visto. Si no fuera por ese terreno, aunque todos sus equipos fueran de color verde, sería imposible desafiar el terrible poder de dos partes combinadas.
Solo que, para un MT con excelentes defensas, el escenario que menos temían era también una batalla tan estrecha.
Su vocación innata era absorber los daños. No tenían necesidad de temer sus valientes ofensas. Mientras pudieran empujar hacia su frente, ella tendría que huir de ese estrecho pasaje que sin duda les llevaría a su eventual victoria.