Nadie anticipó un ataque tan mortal y furtivo.
A pesar de que el sentido perceptivo de Sheyan era sustancial, no pudo prever nada ya que los rifles no le estaban apuntando en absoluto.
Después de una serie de disparos, tres marines parados junto a un carruaje se volvieron repentinamente muy lentos.
Un punto rojo floreció entre sus cejas.
Mientras que otros estaban todavía desconcertados, las cabezas de esos marines explotaron repentinamente con un "¡boom!"
Esa ofensiva furtiva fue salvajemente brutal. Su principio consistía en penetrar en la defensa del oponente con un objeto físicamente afilado, antes de desencadenar una violenta explosión en el cuerpo del mismo.
El único defecto era que esas balas tenían un alcance efectivo solo ligeramente superior al de los rifles ordinarios, y eran totalmente incapaces de competir con un auténtico rifle de francotirador.