Entrada la noche, el Hotel Pescado Asado estaba tan viejo y abandonado como antes. Parecía inalterado, pero Fernando no tuvo el valor para acercarse. Tras dejar una marca en el área acordada, él se adentró en los barrios bajos no muy lejos de allí y se ocultó en la copa de un árbol, observando las casas destartaladas debajo suyo.
Cuando la luna se elevó en lo más alto del cielo, una persona se acercó a las casas derruidas pisando ell resplandor dorado del suelo.
Luego de confirmar que nadie siguió al sujeto, Fernando se deslizó para bajar del árbol y habló en voz baja:
—¡Anciano, aún no estás muerto!
—¡Seguiré vivo después de que tú mueras! —El recién llegado era precisamente el Viejo Green.
Siguiendo las órdenes del presidente Arnold, él se quedó en el Hotel Pescado Asado y se mantuvo en contacto con Sharp, la «Gracia Azul», pero dejó de estar involucrado en la transmisión de información y comunicación de los hechiceros pertenecientes a la Unión.