Rodeado por la neblina rojiza, Lucien sintió sus extremidades derretirse y los nervios en su cabeza dilatarse y estirarse. Desde su perspectiva, Corella y Howson pasaban de seres humanos a ratas gigantes y viceversa continuamente.
—¿¡Es... ¿¡Una ilusión!? —Lucien estaba bastante seguro. Así, concentró y propagó su espíritu nuevamente, como si fuera una onda. Entonces, todo se estabilizó. No ocurrieron más cambios ni alteraciones.
Lucien vio a Corella y a Howson tirados en el suelo, con heridas por todo el cuerpo, moribundos.
«Esta es una trampa mágica bien diseñada... ¿Se originó la ilusión a partir de la sangre de las ratas, o de aquella peculiar planta?», pensó Lucien para sí. Finalmente entendió que desde el mero comienzo, cuando el grupo mató la primera rata, ya se encontraron atrapados en la ilusión. Lucien estaba protegido por el escudo de luz, y su poder espiritual era ligeramente mayor que el de la gente promedio, así que no se vio afectado por el engaño.
El «Golpe Sagrado» que salió disparado de la insignia no solamente evaporó el brazo y hombro derechos de Gary, sino que también parte del techo de piedra de la habitación. Había un hoyo amplio allí, desde el cual pedazos de piedra estaban cayendo como gotas de lluvia, dando la impresión de que el espacio iba a derrumbarse de un momento a otro.
Polvo y pequeños guijarros dispersaron la neblina rojiza. Lucien sintió su fuerza recuperándose gradualmente.
Ignorando lo que pasaría en el siguiente momento, su cerebro comenzó a funcionar ágilmente de nuevo: A excepción de dos hechizos de «Luz», no le quedaba nada útil por usar. Además, sus músculos aún se encontraban debilitados por el efecto paralizante de la neblina.
Entonces, la planta ubicada en una de las esquinas llamó su atención, la cual estaba temblando y tambaleándose debido a las piedras en descenso.
«¿Esa planta no tiene otra forma de protegerse más que crear una ilusión?», se preguntó Lucien. Él se esforzó por ponerse de pie nuevamente y luego movió el cuerpo en dirección a la planta. Se movía lentamente y casi tropezó múltiples veces. Piedras puntiagudas continuaban cayendo sobre él, causando dolorosas heridas por todo su cuerpo.
Lucien respiró hondo y continuó arrastrando los pies. Después de lo que había experimentado, tomó una actitud seria y decidida. Extendiendo el brazo derecho, agarró firmemente el tallo principal de la planta.
¡Podía notar un pulso parecido al de un animal! Lucien se sintió como si estuviera agarrando las venas de una criatura, dentro de las cuales se bombeaba sangre. Jaló el tallo con toda su fuerza.
Repentinamente, la planta se encogió y soltó un quejido extremadamente resentido y agudo.
Lucien no tuvo éxito al primer intento. Así, siguió torciendo el tallo con todo lo que tenía. De manera similar a un hombre moribundo luchando para sobrevivir, la planta soltó un alarido, estiró las bifurcaciones de su tallo y las enredó alrededor del brazo de Lucien.
La planta se sentía húmeda, viscosa, y fría, y sus extremidades tenían incontables espinas diminutas, las cuales se enterraron cada vez más y más en la piel de Lucien. Este, haciendo frente a su miedo, jaló con fuerza nuevamente.
«¡Crack!»
La planta paró de hacer ruido repentinamente. Líquido rojo salió a chorros y empapó completamente el pecho de Lucien, dejando un fuerte olor a sangre en el aire. Sintiéndose sin fuerzas, él se apoyó apresuradamente sobre la pared para mantener el equilibrio.
Luego de que la planta fuera partida por la mitad, la neblina rojiza se volvió mucho más densa y casi se convirtió en líquido. Tan pronto como alcanzó los tres libros sobre la mesa, estos empezaron a corroerse. Fue cuestión de solamente un par de segundos para destruir completamente todos los libros. Lucien no tuvo tiempo para leer nada.
«Debe ser otra trampa mágica», pensó. En caso de que la habitación fuera descubierta, aquellas notas de hechicería serían destruidas automáticamente cuando la neblina alcanzara cierta densidad.
—¡Argh! —Eso fue una completa pena para Lucien. Estaba esperando encontrar algunos poderosos hechizos en las anotaciones.
En ese preciso momento, él notó algo brillar en su biblioteca espiritual.
Por curiosidad, dejó a su espíritu ingresar a la biblioteca. Entonces, sus ojos se abrieron ampliamente debido a la gran sorpresa: ¡Una nueva estantería apareció! Y tenía una pequeña etiqueta que decía «Magia (Arcana)». Bajo la etiqueta había tres libros. Eran los mismos que fueron destruidos.
«¿¡La biblioteca también puede recopilar libros!? Espera, entonces, ¿qué pasa con el contenido? No tuve oportunidad de leerlos en absoluto.» Lucien estaba intentando comprender cómo funcionaba la biblioteca. «Como la corrosión sucedió verdaderamente rápido, los libros enteros fueron de igual manera destruidos, página tras página. Probablemente, la biblioteca puede copiar el contenido... Por lo que las proyecciones de los libros pueden ser guardadas aquí...»
Él solamente estaba haciendo suposiciones. Necesitaba más pruebas.
Mientras miraba fijamente los tres títulos, un sentimiento de inseguridad surgió en la mente de Lucien. ¿No sería muy peligroso aprender magia en un mundo en el que el poder divino dominaba todo y los hechiceros eran odiados por la gente?
Lucien era consciente de que no podía desperdiciar mucho tiempo aquí abajo. Lo más sorprendente fue que, luego de que la neblina se dispersara completamente, tanto Corella como Howson se retorcieron ligeramente. ¡Aún estaban vivos! Lucien supo que de verdad necesitaba apresurarse y sacarlos a todos de este terrible lugar.
...
Benjamin soltó un repentino quejido cuando sintió que Lucien activó«Golpe Sagrado». En aquel momento, sus espíritus se encontraban conectados de alguna manera. Estaba más que sorprendido.
—¿Lord Benjamin? —preguntó Paul, preocupado.
Bajo la luna plateada, el rostro de Benjamin no se veía bien. Este habló en un tono bajo.
—Algo inesperado ocurrió allí abajo. ¡Por Dios! Ella era solamente una aprendiz. Estos tipos son inútiles... Paul, tú espera aquí. Si yo no regreso en cinco minutos, pídele ayuda al obispo.
Ya que había un grabado espiritual en la insignia. Benjamin pudo sentirlo. De otra manera, no le habría prestado la insignia a un joven que acababa de conocer. Él no esperaba que su propio grabado pudiera ser activado por alguien más.
La mala fortuna siempre acompaña a la arrogancia y a los prejuicios.
Para Benjamin, los caballeros eran simplemente un montón de sujetos vulgares e ignorantes, que no sabían nada más que luchar haciendo uso solamente de su fuerza física. Así, sin pensar en si los guardias eran realmente más capaces, Benjamin le entregó directamente la insignia a Lucien, un joven cuyo espíritu era más fuerte que el de las personas normales.
La perspectiva de Benjamin nació de sus experiencias pasadas.
Rafati, la familia a la que pertenece, era una de las más poderosas en el Ducado de Orvarit. Era conocida por producir individuos con dotes divinos. Mientras que los caballeros tenían que aprender hechizos, la descendencia de los Rafati nacían con «Bendición» corriendo por su sangre.
Benjamin no se encontró ni remotamente cerca de ser el niño más talentoso en su familia. No obstante, luego de ingresar al monasterio, resaltó entre sus compañeros y en poco tiempo se convirtió en un pastor oficial y en un lanzador de milagros.
Pero en el presente, como un pastor oficial, estaba teniendo problemas al lidiar con una trampa dejada por una aprendiz de hechicero. Esto afectaría definitivamente su reputación y posición en la iglesia. Entonces, no tenía más opción que apresurarse hacia allí y resolver el problema por sí mismo.
Paul también estaba sorprendido.
—Ellos tenían la insignia... ¿Hay un hechicero de verdad presente allí?
...
Sonidos de pasos empezaron a oírse cuando Lucien estaba a punto de salir a rastras de la habitación para pedir ayuda. Él se puso ansioso, temiendo que fuera otra bruja o mago el que venía; en ese caso no sería capaz de escapar con vida nuevamente.
Sobre todo, se sentía preocupado, pues una habitación como aquella era uno de los mejores lugares para ejecutar a alguien, y así mantener su boca cerrada.
—¿Vid de sangre de Laponia? —Benjamin echó un vistazo a la esquina y especuló rápidamente lo que ocurrió. Observó a Lucien y a los tres guardias. —Afortunadamente, aún están vivos.
Benjamin se sorprendió un poco cuando vio a Lucien. Pensó, «parece que cuando activó mi grabado, su poder espiritual aumentó. Él ha alcanzado el nivel básico de un pastor en entrenamiento; es bastante afortunado.»
Sin embargo, todo ha cambiado. La iglesia, en el presente, no se encuentra en un estado de dominio absoluto como el que tenía hace 300 años. Hoy en día, el poder divino no puede ser adquirido solamente con talento. Ser un pastor oficial requiere aprendizaje sistemático a partir de una edad temprana.
«El Emperador de la Arcana Mágica»; fue él quien empezó la era dorada de casi 400 años caracterizada por el desarrollo del poder divino y la magia. Él cambió la regla que dictaba cómo convertirse en un Lanzador de Milagros.
Como miembro de la familia Rafati, a comparación de la mayoría de pastores, Benjamin sabía más sobre la situación del mundo. Es más, no era tan devoto a su propia fe. Para ser exactos, ser un aristócrata en realidad entraba en conflicto con su identidad como miembro de la iglesia.
Más aún, después de «la Conferencia de la Teología Suprema» hace más de 300 años, la iglesia fue dividida en dos: una al sur, y otra al norte. Cada una criticaba a la otra por no ser más que un chisme. Sin embargo, ninguna de las dos fue interrumpida o impedida de obtener continuamente más poder divino, lo que hizo que muchos obispos y cardenales dudar de la existencia de Dios, o de si todo aquello era una prueba para sus seguidores.
Esta clase de actitud afectó directamente a las generaciones siguientes, como la de Benjamin, por cientos de años.
Por otro lado, para encajar en esta era de rápido desarrollo, varios Papas habían introducido parte del conocimiento adquirido mediante la exploración del mundo realizada por grandes Arcanistas, con la finalidad de modificar el fundamento de la teología.
Este ajuste garantizó el veloz progreso de la divinidad y la aparición de innumerables grandes hechiceros. Así, en general la Iglesia del Sur pudo preservar su posición predominante y seguir creciendo aun estando rodeada de muchos enemigos poderosos como herejes, hechiceros malvados, criaturas oscuras, entre otros. Pero al mismo tiempo este comportamiento dio lugar a más conflictos al interior de la propia Iglesia del Sur.
La mente de Benjamin volvió a la realidad. Él dejó caer un polvo blanco desde una mano y pronunció un encantamiento extraño. Un viento fuerte se llevó consigo la neblina rojiza.
Luego, apuntó un dedo hacia Gary. Una luz blanca descendió sobre su herida. Esta empezó a curarse y pronto recobró su color original.
Después de tratar a Corella, Howson y Lucien uno por uno, confirmó con ellos lo que pasó. Benjamin revisó la mesa para asegurarse de que no quedaba nada allí.
—Trasporten todo esto a la iglesia, incluyendo los cuerpos de las ratas.
Él puso la insignia, la cual ya había sido retornada por Lucien, de vuelta en su cuello, y habló.
—Dios te ha perdonado. Ve y descansa. Que Dios te bendiga.
Inicialmente, Benjamin quería recompensar a Lucien con algo de dinero, o incluso esperar a ver si el muchacho poseía el potencial para ser posteriormente entrenado si las cosas iban bien. Pero después de todo aquello, lo único que quería Benjamin era que Lucien se vaya lo más pronto posible. Tenía otro problema con el que lidiar: el brazo derecho de Gary. No había dominado el hechizo de regeneración de extremidades.
Obteniendo la oportunidad para irse, Lucien caminó apresuradamente hacia la salida. Para el momento en que dejó la recámara, escuchó a Corella hablarle a Howson en voz baja.
—Gary perdió su mano derecha. Probablemente ya no pueda seguir siendo un guardia...
Lucien caminó fuera de las tuberías invadido por sentimientos mezclados y complicados. La multitud lo rodeó instantáneamente, llena de preocupaciones.
—Pequeño Evans, ¿ya desapareció el fantasma? —preguntó estruendosamente la tía Alisa desde la lejanía.
Lucien asintió.
—Sí. El lugar ha sido purificado por el pastor y los guardias.
La atmósfera se aligeró luego de que la multitud obtuvo la respuesta segura de Lucien. La gente empezó a mostrarse más curiosa por lo que pasó allí abajo.
—Lucien, ¿cómo se veía el fantasma? ¿Aterrorizante?
—¡Sabía que Lord Benjamín podía manejarlo!
—¡Lucien está bendecido por Dios! ¡Él tuvo la oportunidad de usar la insignia!
—¡Qué pena! Lucien ya no es un niño, ya que de serlo podría ser capaz de asistir al monasterio y convertirse en un pastor real. ¡Piénsenlo! ¡Un pastor de Aderon!
A Lucien le irritaron los comentarios.
—¿Ya soy muy mayor para ser un pastor?
A pesar de nunca haber pensado en convertirse en pastor debido a su identidad, seguía resultando bastante deprimente saber que no había esperanza para él, después de presenciar un poder así de increíble.
—Mi pobre y pequeño Evans. Mira nada más tu rostro. Debes estar muy cansado —afirmó la tía Alisa.
De verdad necesitaba algo de tiempo solo. Él asintió y caminó directamente hacia su pequeña cabaña. Cerró la puerta y se sentó sobre la cama. Podía escuchar a la multitud dispersándose gradualmente luego de que Benjamin y los guardias se fueran.
Lucien extrañaba a sus padres y amigos, pero no había nada que podía hacer. Empezó a pensar nuevamente en su propio futuro.
«El verdadero Lucien no recibió ninguna clase de entrenamiento anteriormente. Entonces, yo no podría convertirme ni en un pastor ni en un caballero.»
Si quiero deshacerme de este estilo de vida y convertirme en alguien, entonces necesito aprender magia.
Pero entonces sería un enemigo de la iglesia y de todas las personas, incluida la tía Alisa.
¿Tengo otras opciones?»
Finalmente, Lucien decidió dar un vistazo primero a las anotaciones en su biblioteca mental.
Un momento después, habló para sí mismo en voz baja, sintiéndose torpe:
—¿No puedo leer...?