La alarma se apagó en la mesita de luz. Shen Yi la apagó, pero no podía salir de la cama porque la pierna de su esposa estaba sobre la cintura de él y tenía el brazo aferrado a la camisa de dormir. El pelo de ella estaba extendido sobre las sábanas de colores claritos de él y sus pechos se movían de arriba abajo, mientras que ella respiraba.
Shen Yi miró el rostro dormido de ella y se rió bajito, cuando vio que empezaba a babear. Ella murmuró algo sobre el señor Cheesecake a quien debía ver más tarde. La sonrisa de él se esfumó y fulminó la cara de Lu Xinyi.
Incluso en los sueños, ¿ella todavía elegía a ese inferior Cheesecake por sobre él? Quizá debería prohibir el postre en la casa, pero, de nuevo, su esposa intentaría echarlo de la cama de nuevo. Mala idea, reflexionó Shen Yi.
Con la mano quiso correr la pierna de ella, que estaba sobre su cintura, pero terminó acariciándola. Lu Xinyi titubeó un poco y se movió dormida.