—No tienes que hacerlo —dijo Shen Yi, mientras que se apoyaba sobre la mesada y veía como la esposa le enseñaba a la pequeña Yuyan a hornear sus galletitas de chips de chocolate favoritas. Ya que iba a ir a la Silver Leaf pronto, una vez que pasara los exámenes, iba a tener pocas oportunidades de cocinarle y hornearle a la pequeña familia.
—Cariño, todo va a estar bien. Te preocupas demasiado —le contestó Lu Xinyi, antes de ayudar a la pequeña Yuyan a pararse en un fuerte y grande taburete, para poder llegar a la mesada— deberíamos medir cada ingrediente correctamente, ¿sí?
—De acuerdo mami —asintió la pequeña Yuyan, mientras que el hermano se sentaba al lado de Shen Yi y le tiraba del dobladillo de la camisa.
—Papi no puedo ver —se quejó Shen Zhichen.