Un mes después...
Shen Yi puso la taza de nuevo sobre el platillo, mientras que tragaba lo que quedaba de té. La suave briza de la tarde le movía el pelo a él y se lo corría de la cara. Nunca quiso llevar el trabajo a casa, pero la repentina visita del señor Lian en la casa, había arruinado los planes que tenían él y Lu Xinyi para ese día.
La expresión fría no le impidió al potencial compañero de negocios hablar de tonterías sobre cosas insignificantes. Shen Yi juntó las manos sobre el regazo para intentar desesperadamente no gritarle a ese hombre.
No ayudaba que la nueva esposa del señor Lian le daba dolor de cabeza a él porque le sonreía y hablaba coquetamente. Según lo que le había contado el señor Lian, esa mujer antes era modelo en un país extranjero.
Shen Yi resopló por dentro, cuando la mujer se inclinó hacia adelante e intentó mostrarle el pechugón pecho, mientras que se reía y le guiñaba un ojo descaradamente.