Tan pronto como abrieron la puerta, vieron a tres hombres parados tras ella. Llevaban ropa casual, pero todos tenían caras serias cuando los miraron.
Bo Xiao y Rong Anna de repente se volvieron hostiles, y sus manos estaban fuertemente unidas.
Uno de los tres hombres sacó la tarjeta de identificación de oficial de policía y fue metódico en su discurso:
—Soy Zhou Minxia del escuadrón XX de la Unidad de Delitos, y ahora tenemos evidencia suficiente para demostrar que son sospechosos de transacciones ilegales, incluidos el contrabando y el tráfico de drogas, así que vengan con nosotros.
Al ver eso, Bo Xiao sonrió suavemente y habló a una velocidad adecuada:
—Oficial, soy un buen hombre. Entonces, ¿no le está hablando a la persona equivocada?
—Bo Xiao y Rong Anna, están arrestados. ¡Vamos!