Considerando el estatus del Gran Maestro Gu, jamás reconocería a una actriz.
Él sólo se dirigió a Xia Ling: —Pequeña, el Abuelo Gu vino hoy para traer a la buena para nada de mi nieta a disculparse contigo.
Xia Ling pestañeó. ¿Nieta buena para nada? Finalmente se dio cuenta de que la persona a un lado del Gran Maestro Gu que lo ayudaba en realidad era Gu Lin, con quien había tenido un problema durante la fiesta de recepción de Imperial Entertainment hace un tiempo.
Antes, la pequeña Gu Lin estaba llena de arrogancia, pero, hoy, de pie al lado del Gran Maestro Gu, era tan mansa como una oveja.
Xia Ling se rio en voz baja y dijo: —Este asunto está en el pasado. No me lo tomé a pecho.