Después del ataque del carroñero, la Estrella de Cuerno Corto se dirigió directamente al Juberly Hub sin hacer ninguna parada.
Luego de varios días, una enorme fortaleza que flotaba en el espacio apareció fuera de las ventanas de su nave. El Juberly Hub parecía salido de una película de ciencia ficción, con sus estructuras de acero futuristas destacando en el telón de fondo de innumerables estrellas lejanas. Parecía intimidante y misterioso al mismo tiempo.
Las naves espaciales llegaban y pasaban por sus muelles de manera incesante, y sus enormes motores dejaban tras de sí líneas de luz multicolor en el espacio. Miles de estas líneas rodeaban la estación espacial, y aunque no había sonido en el espacio, era como si se estuviera celebrando un magnífico espectáculo de fuegos artificiales.
Tal era la belleza de la civilización.