La forma en que tomaba sus bocados y comía era como la de un noble. Cada acción era encantadora.
Sin darse cuenta, Nian Xiaomu lo estaba mirando comer y se olvidó de beber su sopa.
Mientras lo miraba, casi no pudo resistir el impulso de tocar su cara...
Cuando Yu Yuehan se giró para mirarla, ella se sorprendió. Señaló el cerdo guisado rojo y dijo: —El cerdo de hoy está muy bueno. Es mucho mejor que el que se vende en la cafetería.
Yu Yuehan miró el cerdo guisado que ella estaba señalando y en efecto se veía muy apetecible.
Por su mente pasó la escena cuando ella le había arrebatado su plato de carne cuando acababa de entrar en la Corporación Yu.
Él pensó en ello y extendió sus palillos para recoger la carne. Sostuvo la carne junto a su boca.
—¿Quieres comerla?
—…