Leylin siguió a Dylan hasta una carpa enorme de color blanco.
El olor a incienso impregnaba el aire y disimulaba el olor a sucio de los esclavos y el hedor de los excrementos. Aun así, la atmósfera allí era mucho mejor que la de afuera. Los esclavos allí vestían ropa de una tela fina que de alguna manera cubría sus partes íntimas.
Dylan le mostró a Leylin unos jóvenes extremadamente musculosos.
—Todos fueron criados y educados por caballeros. ¿Qué tal se ven? Me atrevo a decir que definitivamente cumplen tus requisitos.
Leylin asintió y caminó hacia un joven gigante y pelado.
—Chip de I.A., escanea sus estadísticas.
[Biip. Fuerza del objetivo: 3.1; Agilidad: 2.8; Vitalidad: 2.9; Fuerza espiritual: 1.5. Se practicó la radiestesia con neurotoxinas.]
Los números entre los esclavos con nivel de caballeros eran bastante similares. Leylin observó que sus pupilas se habían ensanchado y se veían desanimadas.