¡Hua!
La multitud explotó. ¡¿Cómo podía tener tanta suerte?! Incontables fanáticos de Tyranny estaban llenos de dolor.
La suerte era suerte, pero no podía ignorarse. Y en este momento, su importancia fue exhibida frente a todos. Se había movido al azar hasta un lugar tan bueno. Si no era suerte, ¿Qué era?
El lado perdedor era el más frustrado e indispuesto a que la vida o la muerte se decidiera por suerte. No era una sorpresa que los fanáticos de Tyranny no estuvieran contentos.
—¡Que sorprendente! ¡Pensar que Mo Fan haría una apuesta! ¿Quién lo hubiera pensado? —exclamó también Pan Lin. La impresión más profunda que tenían de Mo Fan era su paciencia y quizás su excesiva cautela. Pero esta clase de jugador escogió un método sobre el que no tenía un control completo, apostarle a la suerte para tener éxito. Realmente fue inesperado.
¿Pero realmente fue ese el caso?