—No me importa si trabajas con una decena de grandes empresas para acabar con GK, Pero, ¿por qué estás tomando medidas como estas, que nos dañan casi tanto como dañas a tu enemigo? ¿Sabes la cantidad de dinero que perdió la Corporación Huo? ¿Sabes cuánto del dinero que me pertenecía se evaporó en una noche? —gritó furiosa Jiang Hong con los ojos rojos.
Ella era una persona que valoraba las ganancias por sobre cualquier cosa. A lo largo de toda su vida, nunca le había importado otra cosa que el dinero, ni siquiera sus padres.
Huo Siqian se había percatado de eso mucho antes, así que respondió sin darle demasiada importancia: —El dinero que perdiste puede volver a ganarse, ¿cuál es el problema?
—¿Volver a ganarlo? ¡Qué sencillo es para ti decirlo! ¡Ese era mi dinero! ¿Realmente piensas que puedes tomar mi dinero y hacer lo que quieras con él sin consultarme? ¿Te crees muy importante ahora? ¡Aún necesitas mi ayuda!