Zhu Lingling jamás hubiera pensado que le ocurriría un accidente así en un día tan importante, por no mencionar que estaba junto a Gao Ran.
—¿Qué sucede? —la ansiedad lo estaba matando, y el silencio de Zhu Lingling no ayudaba en lo absoluto.
Ella lo miró y se ruborizó. Abrió la boca y dijo lentamente: —Me... ha venido el período.
Gao Ran abrió la boca, pero la cerró abruptamente. No tenía nada que decir mientras miraba la tristeza en el rostro de Zhu Lingling.
—Uhuh... —tartamudeó Gao Ran. ¿Había algo más aterrador que una mujer a la que le venía el período?—. Entonces, ¿ahora qué? —preguntó silenciosamente Gao Ran.
Zhu Lingling estaba demasiado avergonzada como para pensar correctamente. No debía haber tenido su período hasta el 5 de enero, pero, de alguna forma, había llegado antes para una visita sorpresa.