—¿Quién eres? ¿Qué te da derecho a golpearme? —aulló el hombre, amenazante.
A Qin Chu le importó un comino y continuó golpeándolo hasta masacrarlo. Gao Ran oyó los gritos de dolor del hombre e irrumpió la sala de detención con Huo Mian. Él sacó a Qin Chu afuera. Era la primera vez que Huo Mian veía a Qin Chu tan belicoso; la golpiza que le dio a ese hombre fue brutal.
El hombre no tuvo manera de defenderse. Qin Chu era el heredero de un imperio de negocios y había estudiado artes marciales desde que era joven. Sabía distintos estilos de pelea: Taekwondo, Muay Thai, Wing Chung, Sanda, etc. Con el don de Qin Chu, sus habilidades estaban al nivel de un profesional, y no era algo que este hombre pudiese manejar.
Luego de que el hombre haya sido golpeado, quedó en el suelo, incapaz de pararse. Su cabeza parecía la de un cerdo por todos los golpes. Gao Ran estaba asombrado, ya que nunca vio a Qin Chu desatar esa furia en todos estos años.