—¿Has encontrado algo?
Un subordinado ascendido, se acercó a Hackzord ni bien éste se reveló desde la Puerta de Distorsión.
—No... —dijo Hackzord mientras estudiaba atentamente sus manos —. Probablemente el guardia del Demonio Ocular cometió un error.
—Ocurre de vez en cuando. Puede descansar en el estanque de niebla roja, señor. Le avisaré si surge algo. —El subordinado se detuvo por un segundo antes de continuar —. Sir Valkries siempre se baña en este estanque. Creo que... también podría relajar sus músculos allí de vez en cuando.
Esta fue una buena idea, Hackzord quería disfrutar de un placer tan mundano y explorar la belleza del Reino de la Mente. Sin embargo, el rey no culparía a Pesadilla si algo saliera mal con el plan para el Frente Occidental. En cambio, Hackzord era el que llevaría todas las consecuencias.