—Lo siento. Ella siempre es así de simple, pero como dije, no tiene malicia. —Wendy se disculpó apresuradamente —. No tienes que tomar en serio sus palabras. Si te apartas del Sleeping Spell, tu situación será mucho más difícil que ahora...
Sin embargo, ninguna de las brujas podía decir una palabra, especialmente Azima, cuya expresión parecía excepcionalmente desagradable. La agitación de su pecho reveló que estaba en un estado mental muy intenso.
Si hubiera sido una burla habitual, ella podría haber sido capaz de reírse, o tal vez incluso haber protestado y argumentado en contra. Desafortunadamente, las palabras de Ruiseñor la dejaron completamente sin palabras. Aparte de la acusación de cobardía, las otras palabras eran como clavos que perforaron su corazón.