Al despertarse del Mundo de los sueños, Roland saltó de su cama. Incapaz de contener su emoción por más tiempo, se puso el abrigo sobre los hombros y se apresuró a su oficina. Sacó varios papeles en blanco y comenzó a escribir las partes faltantes de la tabla periódica de elementos y de Química Elemental de su memoria.
También concluyó algunas reglas de los dos viajes anteriores al Mundo de los Sueños. Primero, el tiempo pasaba a un ritmo diferente en ese mundo. Esto era fácil de entender, ya que incluso una siesta era suficiente para un sueño largo y vívido. Roland pensó que podría ser causado por la mayor velocidad de respuesta del cerebro. En un sueño, solo necesitaba sacar todas las entradas sensoriales de la memoria y las introducía en lo que estaba soñando, en lugar de cargar y procesar información de los cinco sentidos.