—Como un hombre joven y guapo en esta industria, debería saber qué debería estar haciendo. No quiero que ninguno de nosotros se avergüence en el futuro. —La cara de Emma Adams estaba llena de disgusto. Ya estaba insatisfecha con las habilidades de Adam Collins en la cama, pero ahora él estaba jodiendo la conferencia de prensa. Si no fuera por la transmisión en vivo, ¡hace tiempo que se habría enfrentado a él!—No... Sra. Adams, yo... yo tengo piel sensible, y siempre he usado cosméticos hechos a medida. Este... —Adam Collins frunció el ceño. Si algo sucediera, Emma Adams no sería la única en problemas. También sería un gran golpe para su reputación.—Esta es una gran mascarilla facial de hierbas. Apúrate y deja de hablar tonterías. —¡Si puedo gastar 10 millones para contratarte como respaldo, y puedo gastar 100 millones para arruinar tu reputación!—Emma Adams dijo con una actitud firme: