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La luz de la luna brilló ante el quirófano, y sobre las dos solitarias figuras.
No había forma de encontrar a Huo Li, e hizo que el mayordomo enviara la cena.
Huo Yunting sostuvo el pequeño cazo, y le dijo a Lu Zhaoyang: —Abre la boca.
—No quiero comer... —Enterró su cara entre sus manos—, Xuxu todavía está allí; no tengo apetito.
—Si no comes, en el momento en el que Xuxu salga de cirugía, te verá en este estado y se preocupará. De verdad quieres que él sufra más? —Lo dijo mientras sostenía la cuchara, recogiendo pacientemente una cucharada de sopa—. Yangyang, come un poco.
Al oírlo llamarla "Yangyang", ella sintió que Xuxu la estaba llamando.
Lentamente levantó la vista hacia los ojos de este último, y recordó que acababa de soltarle el hecho de que Xuxu era su hijo.
Pero él parecía estar bastante indiferente al respecto, ni siquiera mostraba signos de felicidad.
¿Ni siquiera estaba molesto en lo absoluto?