—El que aprieta el gatillo lo escucha. Tal vez se acercó a ti a propósito.
Huo Yunting la apartó y sus ojos fríos se posaron en Lu Bai. —Fue el primer error que cometí.
Lu Zhaoyang podía oler débilmente el esterilizador en el cuerpo de Huo Yunting. De repente extendió la mano y rodeó su cintura con sus brazos.
—¿Ya comiste?
—Me alegra que te preocupes tanto por mí, pero ahora no es el momento.
Pensando que su acción hacia él era solo por el bien de un hombre al que apenas había visto unas pocas, su paciencia llegó al límite.
—Huo Yunting, él no hizo nada. ¿No puedes ser más razonable?
—Vosotros dos simplemente compartís el apellido Lu, pero no tenéis el más mínimo parentesco. —Huo Yunting la miró a los ojos—. ¿Sabes por qué Huo Chen estuvo en coma durante tanto tiempo? Fue la organización terrorista de Lu Bai; él es el hijo del líder. ¿Estás segura de que quieres hacerte amiga de un elemento tan peligroso?