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La sala entera se llenó de silencio. Todo el mundo los miraba con incredulidad.
Melissa y Sheril no habían esperado en absoluto que Justin se desentendiera de todo y revelara su relación en una ocasión como ésta.
Para ser sinceros, los Anderson ya no eran comparables a los Hunt hace treinta años. Yvette había conseguido que todo el mundo se fijara en ella porque, sencillamente, era así de excepcional, hasta el punto de que los Hunt y los Smith consideraron un honor que se casara con la familia.
Pero los Anderson no eran más que una familia desahuciada en estos días. Además, la situación de hace un momento... Melissa y Sheril intercambiaron una mirada.
Sheril se inclinó hacia Melissa y le susurró: —Mamá, el señor Hunt va en serio con Nora.
¿Y no fue así?
Al fin y al cabo, era la madre de los dos niños.