Las acciones de Nora despertaron a Justin. Su voz era clara cuando preguntó: —¿Qué pasa?
No parecía estar dormido.
A Nora no le importaba eso. Se levantó y corrió a la sala de estudio. Entonces, se puso los auriculares. Las últimas palabras de su madre comenzaron a sonar de vuelta.
Sacó un bolígrafo y un papel y escuchó con atención. Después de un rato, de repente miró a Justin y le preguntó: —¿Tienes buen oído?
Justin dudó antes de responder: —Bastante.
—¡Entonces hazlo tú! —exclamó. Se levantó e hizo que Justin ocupara su lugar en el asiento. Le entregó los dos auriculares—: Escucha atentamente el ruido de fondo. Hay un metrónomo. Ayúdame a descifrar la diferencia entre los tiempos.
Justin no entendía lo que quería hacer, pero hizo lo que ella le pedía. Frunció el ceño y escuchó atentamente la grabación. Después de escuchar durante unos segundos, se dio cuenta de algo.