—¿Estás herida? —preguntó Timothy.
Samantha parpadeó. Se sentía escéptica… ¿Había dicho Timothy las palabras equivocadas o ella lo había oído mal…?
Viendo que ella no le respondía, Timothy pareció perder la paciencia y directamente le quitó la ropa a Samantha, queriendo revisarla él mismo.
—Espera… Un momento… —Samantha finalmente encontró las palabras y agarró la mano del hombre—. Estoy bien, ¡no estoy herida!
Los labios de Timothy se retorcieron y señaló con su barbilla el brazo de Samantha. Su brazo estaba rasguñado y la sangre se había secado. —¿Y eso qué es?
Samantha miró su brazo y finalmente recordó lo que sucedió. Cuando estaba peleando con Nate y su pandilla, también recibió unos golpes y accidentalmente se golpeó con algo mientras los esquivaba.
No obstante, había estado tan ocupada que había ignorado sus heridas. Además, no esperaba que Timothy las notara…
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