Long nianxue dijo a Yu Tian con entusiasmo:
—Tian 'ge, el banquete comenzará pronto. Por favor, siéntate. Si sientes que este lugar es demasiado ruidoso, puedes ir a la habitación privada que está adentro. Iré a entretener a los otros invitados primero.
Yu Tian pensó que Long nianxue era una mujer bastante buena. Ella era generosa y decente al tratar con la gente. No era arrogante ni impaciente. Tenía una buena impresión de ella.
En ese momento, algunos hombres bien vestidos los rodearon y entregaron sus regalos a Long nianxue frente a Yu Tian.
Era normal dar regalos en cumpleaños.
Sin embargo, el hombre con cara de calzador en medio de la multitud dijo descaradamente:
—Nianxue, para tu cumpleaños, fui a la capital imperial a comprarte un regalo de cumpleaños. ¡Tienes que abrirlo y echar un vistazo!
Yu Tian se dio cuenta de que Long nianxue miraba a este hombre con vigilancia, incluso con un poco de disgusto y desdén.