Becca había vuelto al apartamento y Neal la esperaba con una mirada llena de preocupación. Era evidente que algo no iba bien y Becca sabía que había algo que Neal estaba ocultando. Se habían prometido sinceridad, y ahora estaba ansiosa por obtener respuestas.
—¿Vas a empezar a contarme la verdad sobre lo que está pasando? Nos prometimos mutuamente que nunca ocultaríamos secretos —dijo Becca en tono suave, mirándolo fijamente.
Neal desvió la mirada y jugueteó nerviosamente con las manos, como si estuviera buscando las palabras adecuadas.
—No es tan sencillo, Becca. No estoy tratando de ocultarte nada. James vino a verme recientemente y me preguntó si debía hacer algo para protegerte. Eso es lo que estoy haciendo.
Becca no podía evitar sentirse molesta. ¿Por qué James le había pedido a Neal que la protegiera y no le había dicho nada a ella?
—¿Él te pidió que me protegieras y no pensaste que era algo que necesitaba saber?
Neal parecía culpable mientras suspiraba profundamente.