Ruby rebotó en su cama luego de que uno de los Gray la lanzara suavemente en esta. Ambos la rodearon, parándose uno a cada lado de la cama, antes de subirse en la misma. Ruby se estremeció ligeramente al sentir como ellos empezaban a tocarla lentamente, acariciando sus pechos y piernas, mientras ella solo podía retorcerse ligeramente, incapaz de controlar el flujo de emociones que sentía en ese momento.
Su excitación no la dejaba pensar con claridad, aunque tampoco es que quisiera pensar demasiado esta situación. Ella solo se aferró a las sábanas, sintiendo el placer recorrer su piel a medida que las manos de ambos Gray recorrían todo su cuerpo. Uno de ellos acercó su rostro al de ella, besándola mientras apretaba suavemente uno de sus pechos. Ella rodeó sus brazos alrededor de su cuello, aceptando gratamente el intercambio cálido y suave en sus labios. Sin embargo, un jadeo escapó de su boca cuando sintió cómo el otro Gray usaba sus dedos para jugar con su feminidad.
Ella intentó moverse, sin embargo, el Gray encima suyo no se lo permitió. Reteniéndola contra la cama mientras continuaba besándola. Tanto su boca como sus zona íntima fueron inundados de placer, haciéndola jadear pesadamente mientras soltaba ocasionales gemidos, ahogados por el apasionado beso del Gray sobre ella.
Ruby podía sentir como su interior se estremecía con cada caricia en su feminidad. Las cuales seguían enviando corrientes de puro placer a todo su cuerpo, haciendo imposible que ella pudiera escapar. Aunque tampoco es que quisiera hacerlo. No cuando se sentía tan bien que su mente estaba casi completamente en blanco.
Los dedos del segundo Gray dejaron sus labios inferiores, antes de que el primero se separara de ella, dejándola deseosa de más. Por suerte para ella, eso era justo lo que ellos querían darle.
"¿Cómo quieres hacerlo, Ruby?". Preguntó el primero.
"¿Eh...?".
"¿Quieres ir primero con uno, luego el otro?, ó, ¿Quieres a ambos a la vez?". Preguntó el segundo.
Aún recostada sobre la cama, Ruby no pudo evitar juntar sus dedos índices mientras la vergüenza volvía. "Y-yo... No lo sé... Estoy bien con solo uno, pero...". Su indecisión provocó una pequeña risa de ambos Gray.
Ambos le tendieron la mano, ayudándola a levantarse para colocarse de rodillas junto con ellos. Ruby sintió una mezcla de cosquillas y placer cuando el segundo Gray, el que estaba detrás de ella la besó suavemente en el cuello. No pudo evitar retorcerse ligeramente al sentir los labios cálidos contra su piel increíblemente sensible.
El primer Gray no se quedó quieto, acariciando sus pechos mientras empezaba a lamerlos. Ruby no contuvo el gemido que escapó de sus labios cuando el placer empezó a aumentar. El calor y la inquietud en su cuerpo no hicieron más qué crecer. Ella cerró los ojos, rindiéndose al puro éxtasis que ambos Gray la estaban llevando. Sentía que se derretía bajo el toque de sus manos. Y le encantaba.
El segundo Gray pasó sus manos por su costado, bajando lentamente por su cintura, hasta llegar a sus caderas. El primero se separó de ella, cosa que le extrañó, por lo que abrió los ojos nuevamente para verlo, pero antes de que pudiera siquiera enfocar su vista, sintió cómo él segundo Gray la empujaba sobre la cama, haciéndola quedar sobre sus manos y rodillas frente al primer Gray.
Ahora, rodeada por delante y por detrás por ambos, se dió cuenta de que querían ellos. El enorme pene del primero palpitaba frente a su rostro, goteando líquido preseminal, el cuál emanaba un aroma embriagador que nubló aún más sus pensamientos. Sintió cómo él segundo manoseaba su trasero, antes de colocar su pene contra la entrada de su feminidad. Rozando la punta contra sus labios inferiores, haciéndola gotear sus jugos íntimos.
Ella no dudó en empezar a chupar el pene del primero, tomando con su boca la mitad de todo el diámetro de la virilidad de este. Un gemido ahogado escapó de su boca al sentir como el segundo Gray se abría paso con su pene a través de ella. El placer absoluto que sintió cuando su vagina abrazó todo el diámetro del segundo dentro de ella la hizo estremecerse con fuerza, apenas pudiendo mantener el equilibrio, a pesar de estar a cuatro patas. La entrada de su útero fué empujada, revolviendo su interior para poder dar cabida al enorme tamaño del pene dentro suyo.
Un mini orgasmo la hizo estremecerse nuevamente cuando la entrada de su útero se abrió, dando paso al pene del segundo Gray dentro suyo. Apretando con fuerza mientras corrientes de puro éxtasis recorrían todo su cuerpo.
Apenas podía mantenerse consciente. Y éso que apenas habían empezado.
Ambos Gray empezaron a moverse. Metiendo y sacando sus penes de dentro de ella lentamente. El primer Gray empujó su pene dentro de su boca, mientras sostenía su cabeza, forzándola a tragar toda la longitud de su virilidad. Pequeñas lágrimas se formaron en la comisura de sus ojos cuando su garganta apretó el miembro duro y caliente del primer Gray, sin embargo, lejos de sentirse incómoda, se sentía demasiado bien como para pensar en nada más.
El segundo Gray sostuvo sus caderas con firmeza, antes de empezar a penetrarla a un ritmo constante. Primero con movimientos cortos que apenas llegaban a la mitad de su diámetro, antes de empujar todo su pene dentro de ella. Para luego volver a hacer lo mismo otra vez. Provocando una sensación de ligero vacío en su interior que la impacientaba, solo para llenarlo de golpe, llevándola cerca del éxtasis en más de una ocasión.
Ruby se sentía en el cielo. Incluso si se le estaba dificultando un poco respirar. La sensación de ser llenadas por ambas pollas la hacía sentir plena. Cómo si nada en el mundo importara aparte de esto. Quería seguir así. Quería seguir sintiendo el incomparable placer de ser penetrada tanto por su vagina como por su boca. Por lo qué, en un acto puramente instintivo, se aferró a las caderas del primer Gray, sosteniendo su cintura con sus brazos para intentar profundizar aún más en la apoteósica sensación de este momento.
El sonido de las entrepiernas de ambos Gray contra su cuerpo se hizo más fuerte, mientras ambos la embestían con más fuerza que antes. Los tres podían sentir como se acercaban al clímax y trataron de apresurarlo lo más que pudieran.
La primera en correrse fué Ruby, sintiendo como sus jugos íntimos fluían desbordados, empapando la entrepierna del segundo Gray, mientras este aún la embestía vigorosamente. Ella gimió con fuerza, ahogándose en el placer del puro éxtasis mientras aún sentía los dos penes entrando y saliendo de dentro suyo.
El segundo en correrse fué el Gray detrás de Ruby, apretando sus caderas antes de dar un último empujón, descargando toda su caliente y espesa semilla directamente dentro del útero de Ruby, llevándola a un grado incluso mayor de éxtasis. Los gruesos chorros de esperma la llenaron completamente, aumentando el volumen de su abdomen por mucho, antes de que este se desbordara de su interior, cayendo como un manantial blanco y viscoso.
Finalmente el Gray delante de ella llegó también al clímax, empujando su polla profundamente en la garganta de ella. Disparando su semen por su garganta, fluyendo hasta su estómago. Ruby se atragantó intentando no dejar escapar nada, sin embargo, la cantidad era simplemente demasiado. Si no fuera porque el semen estaba literalmente siendo disparado directamente por su esófago, ella habría dejado escapar mucho.
Con un pesado jadeo por parte de ambos Gray, ellos finalmente terminaron de correrse. El primero en separarse de Ruby fué el que estaba frente a ella. Sacando su pene de dentro de su boca. Ruby jadeó pesadamente mientras recuperaba el aliento. Sintiéndose mareada y a la vez satisfecha. El segundo Gray sacó su polla de dentro de ella, haciéndola sentir un vacío en su interior, mientras el semen empezaba a fluir en mayor cantidad de su vagina.
Ella no pudo mantener el equilibrio luego de aquella experiencia tan intensa, por lo que terminó desplomada sobre el colchón. Jadeando por aire mientras su mente daba vueltas, incapaz de organizar sus pensamientos. Sin embargo, un deseo se mantenía en su mente. Quería estar junto a Gray.
Ella intentó extender su brazo hacia el Gray frente a ella, pero apenas tenía fuerzas para moverse. Por suerte, el primer Gray pareció entender su súplica silenciosa, por lo qué se recostó junto a ella. Abrazándola con una calidez que la hizo sentirse completa nuevamente. Aunque sea de una forma diferente.
Ella se acurrucó un poco más contra él. Deseando profundizar en aquella calidez.
Se sentía cansada, por lo que no pudo evitar cerrar sus párpados. Dejándose llevar por la comodidad de sus sueños.
.
.
.
Yang se acurrucó contra mí, mientras jadeaba pesadamente luego de nuestra sesión de amor. Mi clon salió de la habitación, yendo hacia la de Summer, ya que los clones junto a ella estaban a punto de desaparecer. Incluso con lo mejorada que estaba la habilidad en comparación a antes, el tiempo podía mantener los clones seguía siendo limitado. Y ella aún parecía querer una ronda.
Pero volviendo a la habitación donde me encontraba junto a Yang, ambos simplemente nos quedamos abrazados el uno junto al otro, el sudor y demás fluidos cubrían nuestros cuerpos, sin embargo, ninguno de los dos parecía incómodo con esto. En mi caso, era incluso todo lo contrario. Disfruté de la sensación de su cuerpo desnudo y húmedo contra el mío. La sensación de su suave piel bajo mis dedos, sumado al aroma de su cabello tan cerca de mi rostro era relajante y a la vez satisfactoria.
Sus músculos tonificados acentuaban aún más su atlética y sexy figura. Dándole un aspecto de una chica en forma, sin llegar a ser demasiado excesivo. No pude evitar que mis manos recorrieran sus caderas, llegando hasta su firme y suave trasero. Si bien es cierto que sus pechos eran agradables por lo grandes y suaves que eran, su trasero no se quedaba para nada atrás. Creo que incluso prefería más su trasero que sus pechos, aún cuando sabía que ella los consideraba su mayor atractivo.
Yang gimió débilmente al sentir mis caricias. Abriendo sus hermosos ojos violeta para mirarme. Sonreí de forma pícara, sin sentirme culpable en lo absoluto. No planeaba forzarla a continuar teniendo sexo, pero al menos podría disfrutar de la increíble sensación de su cuerpo.
"Gray...".
"¿Hm?...".
"Estaba pensando... Realmente nunca tuvimos esa cita".
"Es cierto... Supongo que ahora que conseguí un trabajo, puedo llevarte a algún lugar para tener esa cita".
"¿A dónde me llevarás?".
"Aún no lo sé... ¿Tienes algún lugar al que quieras ir?".
Ella adquirió una expresión pensativa por unos momentos. "Hmm... ¿Qué tal si me llevas al lugar donde trabajas?".
Parpadeo algo confundido. "¿Por qué?... Es solo una cafetería, estoy seguro que podemos ir a un lugar más especial".
"Créeme, será muy especial para mí...". Ella sonrió de forma críptica. No entendía por qué ella quería ir a ese lugar en específico, pero supongo que no importaba.
"Ok, entonces te llevaré allí el sábado".
Ella sonrió de forma soñadora, mientras acariciaba mi pecho con sus dedos. "Oye... ¿Cómo crees que será?... Cuando entremos a Beacon, quiero decir".
"No lo sé... Técnicamente sería mi primera experiencia en una escuela de cazadores. Tú deberías decirme que esperar".
"Jeje... Es cierto... Supongo que cuando pasemos el examen de admisión, nos pondrán en un equipo juntos y tendremos una habitación para nosotros y los otros dos compañeros que tengamos".
"Eso asumiendo que yo pase el examen".
"¡Por supuesto que pasarás el examen!. Yo misma me encargaré de terminar de entrenarte para que podamos estar juntos en Beacon".
"Jaja. Entonces supongo que estaré a tu cuidado".
"Así es...". Ella lleva su mano hasta mi mejilla. "Tu y yo iremos y pasaremos cualquier examen. Estaremos en el mismo equipo y tendremos una habitación... Solo para nosotros... Y entonces podremos...".
"Creo que será difícil hacer cualquier cosa con los otros dos miembros del equipo que mencionaste". La interrumpo de su fantasía.
"Cierto... Si son chicas, solo tienes que seducirlas y no habrá problemas. Podremos hacer lo que queramos, todas nosotras".
"¿Me estás pidiendo que lo haga con más mujeres?". No pude evitar preguntar.
"Bueno, lo harás incluso si no quiero. Así que al menos puedo hacerme a la idea yá".
Tomé su mano en mi mejilla, apretándola suavemente. "Yang, no quiero que ésto sea solo ustedes resignándose por mí cuando quiera hacer algo con alguien. Si ustedes no están de acuerdo, entonces no voy a meterme con más mujeres. Incluso si la diosa se opone, no me importa. No podría soportar la idea de hacerlas infelices solo por un deseo egoísta mío".
Ella me mira sorprendida por unos segundos, antes de volver a sonreír. Su rostro se acerca más al mío, para darme un cálido y corto beso en los labios. "Te lo agradezco... Pero no creo que nosotras tres podamos soportar tu libido sin más ayuda. Así qué, por mí está bien si agregas algunas chicas más a tu harem".
"¿Harem...?". Pregunté, algo incómodo por aquella palabra.
"Bueno, éso es lo que es... Tienes un harem".
"Si, creo que sí...".
"Oye, deberías ser más consciente de tí mismo. Lo noté antes, pero creo que eres más inseguro de lo que pensé sobre tu propia apariencia".
"Es sólo... Qué no me gusta pensar mucho en mi atractivo".
"¿Por qué?. Eres increíblemente guapo. Fácilmente podrías avergonzar a supermodelos solo con tu apariencia".
"No lo sé... Simplemente aún no estoy del todo acostumbrado, supongo...".
"Bueno, será mejor que te acostumbres, chico grande. Porque cuando entremos a Beacon, serás el centro de atención de todas las chicas, sin ninguna duda". Ella afirmó, remarcando su punto mientras me daba pequeños golpecitos con su dedo índice.
Solté una pequeña risa ante esto. Aunque realmente estaba algo preocupado. Incluso si ya me había acostumbrado un poco a la atención que recibía, incluso aprovechando está misma mientras trabajaba, la verdad era que no me gustaba ser alguien que destaque demasiado. Me gustaba la tranquilidad. Aunque supongo que no tendré mucho de eso cuando entre a Beacon. Por lo que Yang tenía razón, debería acostumbrarme.
"¿Cómo crees que podría acostumbrarme a la atención?". Pregunté, sin esperar una respuesta real de ella.
"Hm... Quizás podrías crearte una cuenta en una red social y subir fotos tuyas... Así conseguirás muchas fans que te dirán lo guapo que eres".
"¿Subir fotos a internet?... No creo que éso sea lo mío".
"Vamos, Gray. Deja ese caparazón de timidez. Es una buena idea. Así te harás famoso y no tendrás problemas para lidiar con la atención".
"Ok. Está bien... ¿Cómo lo hago?".
"Dame tu Scroll".
Ambos nos sentamos en la cama, mientras yo tomaba mi Scroll y se lo pasaba a ella. Yang manipuló la pantalla táctil, descargando una aplicación que suponía era la red social de la que habló. No tuvimos que esperar mucho para que se instalara, sin perder tiempo, ella empezó a crear una cuenta, rellenando los datos y registrandome. Cuando terminó, ella me explicó de forma básica de qué trataba la aplicación y cómo usarla. Aunque yá tenía una idea vaga de como hacerlo, dejé que me explicara por si se me escapaba algún detalle.
Finalmente ella me entregó devuelta mi Scroll, diciéndome que tomara alguna foto yá mismo. Pero realmente no sabía qué tipo de fotos subir. Ella me sugirió subir una en ropa interior frente a un espejo. Por lo qué simplemente le hice caso.
Me coloqué mis boxers, parándome frente al espejo de su habitación, justo frente a su cama. Antes de tomarla le pregunté si no habría problemas con que ella saliera en la foto, pero ella descartó mis preocupaciones, cubriéndose con las sábanas y diciendo que solo tomara la foto y yá.
Resignado, finalmente tomé la foto. Conmigo en el centro, con la cabeza ligeramente inclinada, con una mano sobre mis boxers y la otra sujetando el Scroll, mientras Yang salía acostada en el fondo, arropada por las sábanas que cubrían su cuerpo desnudo. Sin embargo, sus curvas eran más que notables, dando una vista bastante sexy de ella acostada sobre la cama.
Volví a la cama, mostrándole la foto. Ella tomó mi Scroll, subiendo la foto inmediatamente.
"Ok... Creo que yá me estoy arrepintiendo de esto...".
"Ya cálmate, Gray. No tienes que preocuparte por algo como esto". Cuando ella terminó de hablar, el sonido distintivo de una notificación sonó. "Parece que ya hay chicas reaccionando a tu foto". Ella sonrió, abriendo la sección de comentarios.
"¿Éso no fué muy rápido?".
Me sorprendió ver qué ya había una cantidad considerable de gente comentando mi foto. No eran tantas, pero aún así, era demasiado para alguien como yo, que no estaba acostumbrado del todo a tener atención. Y más considerando lo rápido que habían sido las reacciones a la publicación.
"¿Ves?. No pasó nada malo. Y ahora ya tienes algunas fans, mira".
Leí algunos de los comentarios. La mayoría de mujeres, diciendo cosas sobre mi aspecto. O diciendo lo celosas que estaban de Yang por haberlo hecho conmigo. Y algún que otro chico diciendo que yo era un bastardo con suerte.
No sabía cómo sentirme en ese momento. Si bien era agradable ser halagado de esta forma. Aún sentía algo de incomodidad y vergüenza por el hecho de recibir toda esa atención. Sin embargo, creo que Yang tenía razón. Ya había usado mi apariencia para facilitarme el trabajo en la cafetería, bien podría usarla para conseguir algo de fama.
"Ok... Si, creo que no es tan malo". Sonreí de forma algo nerviosa. Incluso si no estaba acostumbrado del todo, no podía negar que la idea de ser un poco famoso era gratificante. Quizás por eso la gente de internet hacía tantas estupideces.
"¡Esa es la actitud!" Ella vitoreó, alzando los brazos. Haciendo que sus pechos rebotaran levemente. Lo que me hizo darme cuenta de algo que había estado ignorando por un rato. Ella seguía completamente desnuda.
Por lo que inevitablemente tuve otra erección. Sus ojos se agrandaron y el sonrojo en sus mejillas se extendió a medida que el bulto en mis boxers crecía más y más. Hasta que la tela de mi ropa interior estaba peligrosamente cerca de desgarrarse.
Ninguno de los dos dijo nada por unos segundos. Hasta que ella rompió el silencio con una pregunta.
"¿Quieres hacerlo de nuevo?...".
"Si...". Exhalé pesadamente.
Sobra decir que después de éso lo hicimos una última vez.
.
.
.
Fin—.
Lo siento si la última parte pareció algo decepcionante. Siento que ya son muchas escenas Lemon y sería un poco redundante hacer otra escena con Yang, cuando sería muy similar a la escena con Ruby.
Siento que me cuesta más hacer las escenas con Yang, debido a las propias limitantes que puse, pero bueno, quizás eso dé para hacer escenas diferentes con ella luego.
En el siguiente capítulo volveré con la trama que tengo pendiente, con Ozpin y todo el tema de asistir a Beacon y éso. Además de que el prota conocerá a Glynda. Y luego seguiré con la trama pendiente con Raven.
Pero en fin. Lamento la tardanza y espero les haya gustado aunque sea un poco. Hasta el próximo capítulo.
:3
"Summer... Ésto es... Demasiado para procesar...". El hombre sentado detrás del escritorio frente a nosotros se frotó el puente de la nariz. Asimilando toda la información que Summer y yo le habíamos contado. Éste hombre no era otro que el director de Beacon. Ozpin. Un señor ya mayor, de pelo canoso y desordenado. Con unos lentes redondos bastante extraños. Sin embargo, creo que eso era lo de menos en este punto.
Junto a nosotros, se encontraba la que parecía ser su asistente, Glynda Goodwitch. Una hermosa mujer de mediana edad. Con el pelo rubio recogido en un modesto moño, vestida con una camisa blanca y una falda que llegaba hasta la mitad de sus muslos. Además de una extraña capa sobre sus hombros. También llevaba unas botas de tacón negras, las cuales, junto a las pantimedias que usaba, le daban una imagen de sensualidad y profesionalismo que no podía ignorar.
No ayudaba que ella fuera una mujer tan curvilínea. Además de que tenía una presencia bastante seductora. No sabía si ella era consciente de éso, pero estoy seguro que muchos de los estudiantes tienen las hormonas bastante alborotadas debido a ella.
Además de ella, estaba el tío de Yang y Ruby. Qrow. El cuál estaba parado junto a una pared con los brazos cruzados. Vistiendo una ropa muy parecida a la que llevaba la primera vez que lo ví. Él y Glynda tenían expresiones similares de desconcierto e incredulidad. Aunque bueno, no podía culparlos. Yo tampoco me creería si me dijeran todo lo que les acabamos de contar.
"Sé que suena bastante ridículo, pero es cierto". Dijo Summer, sentada a mi lado en uno de los asientos frente al escritorio del director.
"Te creo, Summer. Se que no me contarías algo así si no estuvieras segura de su veracidad. Sin embargo... Eso no lo hace más fácil de asimilar, por lo...".
"¿Ridículo que suena?". Comentó Qrow.
"No es la palabra que habría usado, pero la realidad es qué, sí... Suena bastante ridículo".
"Una diosa del sexo reencarnó a este chico a este mundo y él obtiene poder luego de tener sexo". Qrow repitió a su manera básicamente todo lo que habíamos dicho.
"Yo no dije diosa del... Éso. Dije una diosa del amor...". Corrigió Summer, algo avergonzada.
"El chico se hace más fuerte cuando folla, eso suena a algo que haría una diosa del sexo".
"¿Podemos por favor usar un lenguaje menos... Obsceno?". Glynda se quejó, luciendo incómoda por el tono de la conversación. "O mejor aún, hablar de otra cosa que no sea... Ésto".
"Pero, ¿No es ésto justamente de lo que deberíamos hablar?...". Preguntó Ozpin, cruzando sus manos sobre el escritorio. "El joven Gray fue reencarnado a nuestro mundo por una diosa desconocida, una diosa aparte de los dioses hermanos. Y además tiene el poder de aumentar su fuerza hasta un límite desconocido, si es que lo tiene... Y además, el joven Gray ha declarado su intención de ayudarnos. Me parece que no hay un tema más prioritario ahora mismo que este".
"Aún no me gusta la idea de que Gray peleé contra... Ella". Summer murmuró, sin embargo, todos en la habitación la escuchamos claramente.
Ozpin le dió una mirada comprensiva. Quizás entendiendo la razón detrás de esas palabras. "Summer... Sé que tu pérdida fué algo doloroso, sin embargo, el joven Gray podría ser nuestra mayor oportunidad de acabar por fin con esta lucha ".
Summer apretó los labios con una expresión complicada. Incluso si ella entendía el punto de Ozpin, aún así parecía tener sus pensamientos en contra. "Aún así...".
Ozpin resopló ligeramente mientras cerraba los ojos. "Bueno... Podemos hablar de eso luego si es un asunto incómodo. Por ahora, deberíamos pensar en cómo será la estadía del joven Gray cuando comience el próximo semestre". Dijo finalmente, mientras giraba su rostro para mirarme ahora a mí.
"Eso asumiendo que logre pasar su examen de admisión". No pude evitar comentar. No es que dude de mi fuerza, pero yo apenas había empezado a entrenar. No esperaba superar en capacidad a otros que posiblemente entrenaron durante gran parte de su vida.
"Me mal entiende, joven Gray...". Ozpin dijo, interrumpiendo mis pensamientos. "Usted ya tiene su lugar asegurado dentro de mi escuela. Puede tomar el examen si quiere, pero independientemente del resultado, le proporcionaré un espacio para usted aquí".
"¿No es eso demasiado...?". Pregunté.
"Para nada. Cómo dije, usted es nuestra mayor oportunidad hasta ahora para terminar con esta lucha contra Salem. Lo menos que puedo hacer es proporcionarle un lugar en donde pueda entrenar cómodamente para cuando llegue el momento. Me aseguraré de proporcionarle una habitación especial, apartada y amueblada para evitar que que alguien lo interrumpa mientras usted... Sigue aumentando su fuerza". Explicó el director.
"Ozpin...". Empezó Glynda, mirando al director con sorpresa. "¿Acaso estás pensando en prostituir a nuestras estudiantes?".
"Por supuesto que no". Aclaró él rápidamente. "Sin embargo, los jóvenes són como són. Y no podemos evitar que ellos, pues, exploren sus gustos en su tiempo libre".
"¿Así que dejarás que el chico folle con quién quiera?". Preguntó Qrow.
"Nunca dije éso. Pero si alguna de las estudiantes está interesada en asistir al joven Gray, siempre que ella esté completamente de acuerdo, no puedo evitar que ella disfrute de su juventud como le plazca...". Explicó Ozpin de forma uniforme. Con un tono demasiado calmado para estar hablando de dejarme tener sexo en su escuela. "Aunque debo recordarle, joven Gray, que espero que si hace algo de esta índole, sea con responsabilidad. ¿Entiende?".
Asentí ante su pregunta. No planeaba hacer nada que pudiera dañar la impresión que él tenía de mí, no cuando estaba recibiendo un trato tan bueno para entrar aquí.
Qrow silbó impresionado. "Nada mal chico. Tienes un lugar en la mejor escuela de cazadores del planeta y todo lo que tienes que hacer es follar para volverte fuerte...". Él se rió de su propio comentario, para disgusto de Glynda. Sin embargo, él pareció pensar en algo, ya que su expresión cambió. "Aunque ahora que lo pienso, ¿Como es que ya eres tan fuerte?. ¿Con quién lo has estado haciendo?".
Su pregunta hace que mi cuerpo se tensara por las implicaciones de la respuesta. No tuve que girar mi cabeza para saber que Summer estaba igual que yo. Su nerviosismo era casi palpable, haciendo que los otros tres adultos en la habitación adquieran expresiones de incredulidad al percatarse de la razón de ésto. Glynda abrió los ojos completamente, incapaz de pronunciar una palabra debido al desconcierto. Ozpin parecía sorprendido, pero no demasiado, como si él ya lo hubiera sospechado y la reacción de Summer simplemente confirmara sus sospechas.
Pero Qrow, él fué el más expresivo en su reacción. Riéndose de incredulidad al principio, como si quisiera creer que sus sospechas eran solo una broma. Para luego adquirir una expresión completamente seria. "... ¿Es una broma... Cierto?... Summer, dime qué no hiciste lo que creo que hiciste...".
"Y-yo...". Summer era incapaz de mirarlo a los ojos debido a la vergüenza.
"Sum... Es solo un chico, ¿Cómo tú... ". Él se frotó la cabeza con frustración. "Tu enserio... ¡¿En qué diablos estabas pensando?!".
"Qrow, cálmate". Ozpin intentó mediar la situación. Fracasando cuando Qrow volvió a gritar.
"¡¿Que me calme?!. ¡¿Cómo quieres que esté calmado cuando ella-...".
"Lo que Summer haya hecho en su privacidad es asunto suyo y sólo suyo. No está en nosotros juzgarla por tener... Gusto por los jóvenes".
"Tú, enserio... ". Qrow volvió a rascar su cabeza con frustración, antes de gruñir con molestia, decidiendo irse del lugar. Sus fuertes pisadas resonaron en la habitación mientras él se marchaba. Subiendo al ascensor sin detenerse a mirar atrás.
Cuando finalmente él se fué, la oficina quedó completamente en silencio. Ninguno de los presentes fué capaz de decir nada. Summer, debido a su vergüenza y Glynda y Ozpin por lo incómodo del momento. Por lo que decidí ser yo quién rompa este momento tan tenso.
"Realmente no es culpa de Summer... Al menos no todo. Cuando la diosa me trajo a este mundo, me dió una habilidad. Puedo generar placer en las mujeres con solo tocarlas. Así que puede que al principio ella se viera influenciada por éso".
Ozpin obtuvo una expresión pensativa por unos segundos. "Ya veo... Ésta habilidad tuya, ¿Tiene algún límite?. ¿Una condición de activación o algo que nos sea relevante saber?".
"Límite, creo que no. Se que puedo provocar el orgasmo a una mujer solo tocando su piel con mis manos...". No pude evitar sonreír levemente de ésto. Un poco orgulloso de poder hacer algo así, aunque sea solo por el poder de una diosa pervertida. "Y sobre alguna condición para activar, solo debo tener la intención de usarla para que funcione".
"Entiendo...". Contesta él, adquiriendo nuevamente una expresión pensativa. "Quisiera fiarme completamente de su palabra, pero sería bueno comprobar los efectos de esta habilidad, para saber si puede haber algún inconveniente...". Él giró su mirada lentamente hacia su asistente. La cuál no pareció entender el porqué en un principio. Hasta que la respuesta pareció llegar finalmente a su mente.
"No... ¡No!. ¡De ninguna manera-...!".
"Cálmate, Glynda. Debemos comprobar si está habilidad puede representar un riesgo para las demás estudiantes que también cursarán con el joven Gray. No quisiéramos que hubiera algún incidente, ¿Verdad?. Estoy seguro que una mujer como tú podrá sobreponerse a cualquier sensación que esta habilidad pueda producir".
Glynda cerró los ojos, suspirando de frustración mientras parecía aceptar la extraña lógica detrás de las palabras del director. Soltando un largo suspiro antes de finalmente decir. "Bien... ". Ella caminó hasta mi lado, extendiendo su mano hacía mí. "Si veo que haces algo extraño, no dudaré en mandarte volando por la ventana, ¿Entiendes?".
Asentí ante su amenaza sin dudar por un segundo de sus palabras.
Extendí mi mano lentamente hacia la suya, asegurándome de no hacer ningún movimiento extraño que se pueda malinterpretar. Cuando finalmente nuestras manos se tocaron, activé mi habilidad, tratando de no usarla con demasiada intensidad. Sin embargo, a pesar de éso, pude notar como ella se estremeció por un segundo, antes de volver a su porte profesional nuevamente. Ella soltó su mano, mirándola durante unos segundos.
"¿Y bien?". Preguntó Ozpin.
"La habilidad es real... Y es... Ejem... Bastante notable. No creo que una estudiante normal pueda sentirla y pasarla por alto". Ella explicó, aclarando su garganta entre medio.
"Ya veo... Bueno, joven Gray, espero que entienda que no debe utilizar esta habilidad en ninguna de las estudiantes sin su previo consentimiento".
"Por supuesto". Asentí, sin ganas de enfadar a la mujer rubia a mi lado que seguía mirándome con sospecha.
"Entonces, supongo que esto es todo por ahora. Luego discutiremos sobre los planes que podemos llevar a cabo a partir de ahora. Pero por ahora, nos tenemos que despedir". Él se puso de pie, caminando hasta nosotros, antes de extender su mano para un saludo final. "Fué un placer conocerlo, joven Gray".
"Sí. Igualmente...". Correspondí a su apretón de manos, aún sin créer que me había saltado todo el proceso de admisión en la escuela de cazadores más prestigiosa del mundo.
"Summer. Fué un placer volver a verte aquí, incluso bajo estas circunstancias tan extrañas".
Summer asintió de forma distraída. Aún sintiéndose avergonzada por todo lo revelado hace rato. Ozpin solo pudo darle una pequeña sonrisa compasiva. Él no parecía querer juzgarla por eso, pero Qrow y Glynda eran diferentes. Incluso ahora, Glynda parecía mirarla con cierta desaprobación. Y Qrow, bueno...
Con todo eso resuelto, ella y yo salimos finalmente de la oficina, tomando el ascensor para irnos.
.
.
.
"¡Aaahh!. ¡Me quiero morir!...". Summer se quejó mientras ambos entrábamos a la casa. Luego de aquella reunión, ella había estado particularmente callada. Perdida en sus propios pensamientos mientras lo ocurrido seguía volviendo a su mente. O eso supuse.
Realmente no tenía problemas con que alguien se enterara de lo nuestro, pero entendía que ella pudiera estar mortificada por lo que los demás pudieran decir de ella.
Summer se desplomó boca abajo en el sofá. Murmurando incoherencias que no pude entender. Y tampoco necesitaba hacerlo.
"Ya, Summer. No es para tanto...". Intenté consolarla, aunque realmente no sabía que decir en éste momento. Me arrodille para estar junto a ella, mientras colocaba mi mano derecha en su hombro en un intento de mejorar su ánimo, aunque sea un poco. "Tarde o temprano alguien se tendría que enterar. Y es como dijo Yang, no estás haciendo nada malo. Simplemente estás disfrutando de tu intimidad. Incluso Ozpin parecía de acuerdo".
"Ozpin dirá lo que todos quieren oír. Estoy segura que solo dijo eso para no quedar mal contigo". Ella responde, con una mueca de disgusto en su rostro.
"Puede que sea así, pero eso no quita que sea verdad. No le debes explicaciones a nadie. Eres una mujer adulta, disfrutando de su sexualidad. No hay nada de malo en éso".
Ella me mira por unos segundos, procesando mis palabras lentamente. Hasta que una expresión resuelta se forma en su rostro. "... Tienes razón... No le debo explicaciones, no a Ozpin, ni a Glynda, ni a Qrow. Es más, me da igual lo que cualquiera tenga que decir, ¡Haré lo que quiera con mi vida!". Ella se levantó, con el puño en alto, mientras exclamaba con resolución aquellas palabras.
No pude evitar soltar una pequeña risa ante esto. No sabía cómo lo hacía, pero Summer podía ser muy adorable cuando se lo proponía.
Sin embargo, nuestro momento a solas se vió interrumpido cuando justo en medio de la sala en dónde nos encontrábamos, apareció un vórtice rojizo. La realización sobre de qué se trataba llegó justo a tiempo para esquivar un corte que salió dirigido a mí. Summer y yo saltamos a tiempo para evitar un segundo corte, el cuál rebanó el sofá en el que Summer estaba antes.
Mi corazón latía rápidamente ante el peligro. No necesitaba decir quién era la persona frente a nosotros. Aquella mujer que ya me había atacado antes había vuelto.
"Raven...". Summer pronunció el nombre de la mujer con frustración y enojo.
Raven solo le dedicó un segundo a mirar a Summer, antes de enfocar su atención en mí. La espada en su mano derecha descansó en su hombro, mientras ella me dirigía una mirada que parecía aburrida, pero que escondía un matiz de molestia y rabia pura. Ella me apuntó con su espada, obligándome a estar completamente alerta ante cualquier movimiento.
"Nos volvemos a ver... Maldito mocoso". Sus palabras salieron sin un ápice de buena intención hacía mí. Estaba claro que ella quería terminar lo que no pudo antes.
"¡Raven!. ¡¿Qué creés que haces en mí casa?!". Summer preguntó con molestia, dispuesta a enfrentar a la invasora. Sin embargo, tuvo que quedarse en dónde estaba cuando Raven le apuntó a ella con su espada.
"No te entrometas, Summer. Tengo asuntos pendientes con este maldito bastardo que decidiste adoptar".
"T-tú... Tú no puedes venir aquí y amenazar a alguien de mi familia. ¡Lárgate!".
"Je... Ya te encariñaste con él a ese nivel. Realmente te sedujo completamente... Pobre de tí. Pero no te preocupes, vengo a ponerle fin a ésto. Voy a matarlo y terminaré con cualquier magia extraña que haya usado contigo".
"¡¿De qué estás hablando?!. ¡Estúpida loca!". Summer quería seguir, intentar cualquier cosa para detener a la mujer peli negro, pero la espada que esta llevaba le impedía acercarse demasiado. Quizás su Aura pueda protegerla en gran parte, pero Summer estaba desarmada y en una sería desventaja.
Por lo tanto, era mi obligación actuar.
[ MODIFICACIÓN CORPORAL. (Activada).
-200. MANA.
-200. MANA. ]
Mi transformación no había terminado por completo cuando me lancé contra Raven. Mis músculos crecieron, hinchándose enormemente, rasgando mi ropa. Protuberancias óseas cubrieron mis nudillos y uñas, reemplazando estas por algo más similar a garras. Mientras, yo lancé un puñetazo hacía la mujer frente a mí, intentando golpearla y dejarla fuera de combate lo más rápido posible.
Sin embargo, ella demostró ser tan capaz para el combate como sospechaba. Usando su espada para bloquear mi puño, aunque esforzándose visiblemente en ello.
Un segundo puñetazo viajó hasta ella, el cuál ella esquivó, sin embargo, eso era algo que esperaba. Moviendo mi cuerpo con rapidez, logré tomarla del rostro, para completa sorpresa de ella. Sin esperar ni un segundo, la lancé a través de la ventana, sacándola de la casa.
"¡Busca tu arma!". Le dije a Summer, mientras corría detrás de Raven, sin intención de darle oportunidad de entrar nuevamente.
Cuando salí de la casa, la ví a varios metros, poniéndose de pie nuevamente, mientras su expresión se tornaba en una mueca aún más molesta. Ella apretó su espada en su mano, mientras se giraba lentamente para mirarme. Ni siquiera se molestó en limpiar la suciedad en su ropa. Todo lo que hizo fué ponerse en guardia contra mí.
"Éso te va a costar, mocoso...".
Resoplé ante su amenaza. "Eso debería decirlo yo. Vienes aquí otra vez, intentando matarme... No sé qué pretendes, pero no voy a quedarme mirando, esperando a que me mates. Y mucho menos que amenaces a Summer".
Yo también me preparé para atacar. Summer aún no había aparecido, por lo que debía hacer tiempo hasta que llegara. Podía hacerlo, ya había peleado con ella antes. Y aunque no destaqué tanto, tenía una idea de cómo peleaba está mujer. Podía retenerla lo suficiente.
Ambos nos miramos, expectantes de cualquier movimiento que el otro pudiera realizar. La tensión era prácticamente palpable en el aire. Pero contrario a lo que cualquiera de los dos hubiera esperado. La tensión se rompió cuando ambos vimos a Summer saliendo de la casa, desarmada, mientras caminaba de forma lenta pero decidida hacía Summer.
"Summer... ¿Qué haces?". Ella ignoró mi pregunta, siguiendo su camino.
Raven la miró confundida, confusión que pasó a nerviosismo cuando vió que Summer se estaba acercando peligrosamente a ella. Ignorando el hecho de que Raven seguía armada y le estaba apuntando con dica espada.
Summer se cruzó de brazos cuando estuvo frente a Raven. Ella se tomó unos segundos para mirar fijamente a la mujer frente a ella. Hasta que finalmente hizo una pregunta. "¿Por qué, Raven?".
Raven pareció desconcertada por aquella pregunta. Y no podía culparla, yo tampoco entendía bien esta situación.
No tenía idea de que estaba planeando Summer con ésto, pero debía estar preparado para lo peor. Si Raven hacía algún movimiento extraño, atacaría. Y solo por si acaso, invoqué uno de mis clones, para que fuera rápidamente a buscar mi arma. Incluso si no tenía munición, serviría para pelear contra ella.
Sin embargo, parecía que este no sería el caso. En lugar de atacar, Raven miró entre Summer y yo, pareciendo completamente perdida. "¿Qué estás-...?".
"Quiero saber el motivo por el que te fuiste. Que te llevó a abandonar todo, con tal de volver a esa tribu de bandidos. Quiero saber la razón por la que simplemente te fuiste sin decir nada, Raven". Su exigencia fué clara. Su tono no parecía dejar margen a ninguna excusa. No era una súplica como la vez anterior, Summer parecía estar decidida a conseguir respuestas ésta vez.
Raven la miró con una mezcla de sorpresa y confusión. Para luego soltar un suspiro de hartazgo. "¿Enserio sigues con éso?. ¿Qué importa el motivo?. Aunque te lo contara, ninguno de ustedes me habría hecho caso... Están demasiado embobados con las mentiras de Ozpin".
"¿Ozpin?...". Pregunta Summer con incredulidad. "La razón por la que te fuiste, ¿Fué por Ozpin?".
"Ya te lo dije, no tiene sentido contarte...".
"¡Por supuesto que lo tiene!. ¡Nos abandonaste, Raven!. Al menos dame un motivo por el que lo hiciste. Al menos así no pensaré que simplemente nunca te importamos". La voz de Summer parecía ligeramente quebrada al final. Quizás por miedo a que aquella posibilidad sea real.
La expresión de Raven se volvió complicada, una mezcla de culpa, ira y arrepentimiento. " ... No tiene sentido...".
"¡Claro que lo tiene!".
"No, estoy que la causa por la que Ozpin dice luchar, no tiene sentido...".
Ahora fue el punto de Summer y yo sé estar confundidos. "... ¿A qué te refieres?".
Raven soltó un resoplido desdeñoso mezclado con una risa. Cómo si estuviera explicando algo básico que escapaba de nosotros. "Salem no puede morir...". Raven guardó su espada, mirando a Summer fijamente sin un apice de el nerviosismo que tenía antes. "Es imposible matarla, Summer... Por éso me fuí. Ozpin nos mintió, nos engañó con sus discursos sobre salvar a la humanidad, pero la verdad es que no podemos hacer nada contra Salem".
Summer se quedó en shock por unos segundos. Asimilando las palabras de Raven. Ésto hubiera sido sorprendente para mí también, de nos ser por un detalle. La diosa me había asegurado que si era posible matarla. Mientras yo pueda seguir haciéndome más fuerte, podré llegar a matarla.
Está misma conclusión pareció llegar a Summer, ya que ella volteó a mirarme. Su expresión paso de preocupación a confianza, posiblemente recordando que la diosa también le había asegurado lo mismo. Ella volteó hacía Raven, la cuál parecía extrañada por el cambio tan rápido de actitud de Summer.
"¿Quién te dijo que era imposible?".
Cómo si se sintiera ofendida por la pregunta, Raven contestó con enojo. "La reliquia del conocimiento... ¿Te suena de algo?".
"¿La reliquia...?, ¿Cómo pudiste entrar en la bóveda?. Solo las doncellas pueden abrir las puertas".
"¿Qué importa cómo entré?. Lo que importa es que Ozpin nos mintió. A tí, a mí, al idiota de mi hermano... A Tai. Y éso le costó la vida...".
"¿Ahora te preocupas por él...?". La pregunta de Summer descolocó a Raven. "Lo abandonaste mucho antes de esa misión. No tienes derecho a culpar a nadie por su muerte".
"¡¿Acaso me estás escuchando?!. Todo lo que Ozpin dijo-...".
"Sí. Te escuché la primera vez. Sin embargo, que importa. Incluso si la reliquia dijo que no podemos matarla, hay alguien que puede".
"¿Qué...?". En éste punto Raven parecía completamente perdida con las palabras de Summer. La cuál no se molestó en responder la pregunta, en su lugar ella simplemente me miró. Raven siguió su línea de visión, dándose cuenta de lo que implicaba. "¿Él...?".
"Gray fué traído aquí por una diosa aparte de los dioses hermanos. Él puede hacerse más fuerte, tanto que eventualmente podrá derrotar a Salem, de una vez y para siempre".
"¿Una diosa...?". Raven repitió aquellas palabras, sin terminar de procesar lo que escuchaba. "P-pero... No es posible...".
"Lo creas o no, esa es la verdad. Gray no es un sirviente de Salem. Es de hecho su mayor enemigo. Y si lo que dices es verdad, el único que puede matarla".
El cuerpo de Raven parecía temblar ligeramente. Su expresión, de completa incredulidad. Era como si una gran verdad le fuera revelada. O más bien, como si una gran mentira en la que ella misma se había convencido de creer, fuera destrozada. Ella cayó de rodillas, incapaz de sostenerse sobre sí misma.
Ya no había ningún indicio de aquella confianza que exudaba antes. Ahora parecía una mujer frágil, completamente perdida, sin saber que hacer. Casi sentía lástima por ella... Casi.
Independientemente de cómo luzca ahora, no quitó el hecho de que ella ya intentó matarme dos veces.
Mi clon llegó, habiéndose tomado su tiempo, ya que ambos queríamos saber cómo se desarrollaba está conversación entre ella. Pero ahora, no había ningún motivo para seguir sin hacer nada. Mi clon corrió hacía Raven, con el arma en su forma de hacha, dispuesto a acabar con esta mujer de una vez.
Cosa que ambas notaron. Sin embargo, para sorpresa de todos, fué Summer la que se interpuso en el camino. Impidiendo que mi clon pueda atacar.
"¡Espera!... No la mates".
"Intentó matarme dos veces, Summer. Te atacó. Ésta mujer es una amenaza". Dije, caminando hacía ella. Incluso ahora, mi clon se mantuvo en guardia, observando cualquier movimiento que Raven pudiera hacer.
"Lo sé, pero... No puedes matarla. Sé que ella puede cambiar".
Miré a Summer con incredulidad ante sus palabras. Sabía que ella estaba apegada a Raven por ser su compañera en la escuela, pero claramente esta mujer ya no era la misma que conoció. Lo que es más, era miembro de un grupo de bandidos. ¿Que garantía había de que ella no vendría luego con refuerzos a matarme finalmente?.
"Summer, ella no está interesada en cambiar. Si lo estuviera no habría desaparecido por tantos años...". Intenté argumentar, pero la expresión decidida de Summer me dijo que eso no funcionaría. Solté un suspiro. "... Summer, sé que aún le guardas aprecio, pero ella no lo merece. Déjame acabar con ella".
Mis palabras parecen horrorizar a Summer. Ella procede a darme una bofetada que nos sorprende nuevamente a todos. Por unos segundos, no sabía qué pensar sobre esto. Realmente no dolió, pero el impacto del gesto en sí me sorprendió lo suficiente.
"Gray... Tú no eres así. No puedes decir algo como éso. Incluso con todo lo que ella hizo, sigue siendo una persona. No puedes simplemente matarla".
Sus palabras dan vueltas en mi mente por unos segundos, hasta que me doy cuenta de algo. Estoy demasiado calmado. 'La mente del jugador'. Pienso. Por eso estoy actuando de forma tan fría sobre la vida de Raven. Ni siquiera me había dado cuenta de cómo está habilidad me estaba afectando hasta que recibí la bofetada de Summer.
Suelto otro suspiro, dejando que la habilidad se desactive. "Perdón... Tienes razón. No debería hablar de esa manera sobre matar a alguien... Pero aún así, ella intentó matarme y a tí también. No podemos dejarla libre".
Eso pareció ser mejor para hacer entrar en razón a Summer. Ahora ella miró a Raven con una mirada compasiva. Quizás entendiendo que lo que yo decía era verdad.
"Deja que tú mocoso me mate...". Las palabras de Raven nos sorprendieron a ambos. Se veía derrotada. Podría haber escapado en cualquier momento de nuestra conversación, pero no parecía tener la voluntad de hacerlo. "¿Qué caso tiene?... Todo lo que hice... Todo... Fué un error... Deja que acabe conmigo...".
Summer se giró hacía Raven, cruzándose de brazos mientras la veía fijamente. "¿Vas a rendirte?. ¿Así como así?. Esa no es la Raven que yo conocí. La Raven que conocí no se hubiera rendido solo por algo como esto".
Raven pareció enojarse con las palabras de Summer. O más bien, frustrarse. "¿No trates de hacerte mi amiga otra vez?. ¿No lo entiendes?. Todo por lo que peleé, todo lo que abandoné, todo... Fué por eso... Jinn me dijo que nadie podía derrotar a Salem, así que simplemente... Huí... Abandoné todo por intentar sobrevivir de algo que pensé era inevitable y ahora aparece este chico y dices que puede matar a Salem... Entonces, ¿Qué caso tiene?... Ya no tengo nada. Mátame o deja que él lo haga".
En lugar de hablar, Summer se acercó a Raven, arrodillándose junto a ella. Para acto seguido colocar una mano sobre uno de sus hombros. "No voy a matarte, Raven... Vivirás con ese error y tratas de repararlo como puedas... Y yo estaré ahí para ayudarte".
"... ¡¿Por qué...?!". Preguntó. Casi como una súplica. "¿Por qué estás tan apegada a mí... Los abandoné, tú misma lo dijiste... Abandoné a todos...".
"Sí... Lo hiciste. Pero aún así, te ayudaré... Porque eres como la hermana que nunca tuve... Y como una buena hermana, es mi deber ayudarte a encontrar el camino correcto otra vez". Summer le sonrió. Tan radiante que casi provoca que Raven empiece a llorar, incapaz de controlar las emociones que estaba sintiendo.
Suspiré. Incluso si lo me gustaba, debía dejar que Summer haga lo que considere correcto. No era mi lugar decidir. Así que simplemente me crucé de brazos, girándome hacia el lado opuesto. Dando por resuelta ésta situación.
Solo para ver a Yang y Ruby llegando a la casa.
La rubia miró la escena frente a ella con completa incredulidad. La mochila sobre sus hombros cayó al suelo. Mientras ella era incapaz de pronunciar ninguna palabra. Summer y Raven notaron la llegada de ambas y no hizo falta decir que en ese momento nadie sabía que decir.
Hasta qué, para sorpresa de todos. Yang caminó hasta donde estaba mi clon, tomando el arma en sus manos. "Mamá, apártate de esa mujer...".
Y la situación volvió a complicarse otra vez...
.
.
.
Fin—.
Hmm… realmente no se que decir está vez. El capítulo estaba listo hace dos días, pero hay partes que no me terminaron de convencer, incluso ahora. Pero estoy muy enfermo para ponerme a reescribir algo.
Así que bueno, se quedará así.
Espero les haya gustado y si no, escucho sugerencias. Aprecio más los comentarios que las piedritas.
En fin. Hasta el siguiente capítulo.
:'3
Comentário de parágrafo
O comentário de parágrafo agora está disponível na Web! Passe o mouse sobre qualquer parágrafo e clique no ícone para adicionar seu comentário.
Além disso, você sempre pode desativá-lo/ativá-lo em Configurações.
Entendi