[ NOMBRE — (Gray)
NIVEL — 18. (50%)
RAZA — Mortal/Humano
VIDA — 3,100
MANA — 2,500
AURA — 2,000
- ESTADÍSTICAS -
FUERZA — 100
DUREZA — 100
AGILIDAD — 100
VITALIDAD — 110
INTELIGENCIA — 29
CARISMA — 30
SUERTE — 25
(PUNTOS DE HABILIDAD — 20)
- HABILIDADES PASIVAS -
MENTE DEL JUGADOR. NVL. - MAX. (?)
VISTA DEL JUGADOR. NVL. MAX. (?)
COMBATE CUERPO A CUERPO. NVL. -9/100. (?)
COMBATE CON ARMAS (Espada). NVL. - 6/100. (?)
SEDUCCIÓN. NVL. -12/100. (?)
MANIPULACIÓN DE AURA. NVL. -2/100. (?)
MARCA DEL AMOR Y EL DESEO . NVL. - -/-. (?)
- HABILIDADES ACTIVAS -
DULCE TOQUE. NVL. - 30/100. (?)
VISIÓN DE RAYOS X. NVL. - 3/100. (?)
JUICIO PLATEADO. NVL. - 2/100. (?)
MODIFICACIÓN CORPORAL. NVL. - 2/100. (?)
- MISIONES -
(Ninguna)
- REPUTACIÓN -
(Summer Rose). AFECTO — 100/100.
(Yang Xiao Long). REPUTACIÓN — 95/100.
(Ruby Rose). REPUTACIÓN — 65/100 ]
Vaya. No recordaba que tenía veinte puntos de habilidad sin usar. Tendría que pensar en que los gastaría. Viendo mis estadísticas, lo más prudente sería repartirlos entre mi inteligencia, carisma y suerte, siendo que eran mis estadísticas más bajas.
También, mi reputación con Yang estaba cerca de llegar a cien. Tan solo cinco puntos y podré obtener otra habilidad... Aunque, ahora que lo pienso, tengo tantas habilidades que subir y realmente no estoy entrenando lo suficiente. Debería empezar a tomarme más enserio mi entrenamiento, principalmente la manipulación de aura y la modificación corporal.
"Oye, Yang...". Llamo suavemente a la rubia que actualmente se encuentra acostada junto a mí, mientras estaba acurrucada sobre mí, rodeándome con sus brazos y piernas. "Nunca te lo pregunté, pero, ¿Cuál es tu Semblanza?".
Ella me mira con ligera confusión. Quizás desconcertada por lo extraño de la pregunta, dada la situación en la que estábamos.
"Yo... Puedo absorber la energía cineteca del daño que recibo y potenciarme... También puedo liberar toda la energía acumulada en un golpe muy fuerte... Y mi aura es mucho más dura de lo normal...". Ella responde lentamente, pensando detenidamente en su respuesta. "¿Por qué lo preguntas?".
"Simplemente quería saber...". Contesté. "Las Semblanzas me parecen fascinantes y quería saber sobre la tuya".
Yang soltó una pequeña risa. "Pff... ¿Eres un nerd de las Semblanzas?". Preguntó.
"Pero las Semblanzas son algo genial. Son literalmente la manifestación del alma de cada uno en forma de un poder. ¿Me dirás que eso no es algo fascinante?". Pregunté entusiasmado.
Ella solo se rió nuevamente, como si estuviera viendo a un niño haciendo algo infantil. "Eres como Ruby con las armas". Ella me acaricia lentamente el torso mientras me mira. "Si estás así con las Semblanzas de los demás, ¿Como será cuando despiertes la tuya propia?".
Eso me hizo pensar algo. ¿Yo despertaré una Semblanza?. Es cierto que tenía el Aura desbloqueada, pero técnicamente yo no era de este mundo. O quizás, al ser mi cuerpo creado por la diosa para reencarnar en este mundo, automáticamente soy apto para tener una Semblanza. Y si lo soy, ¿Qué clase de Semblanza tendría?.
Espero que no sea algo sexual...
Sería un desperdicio. Considerando que ya tengo al sistema para éso. Sin embargo, por lo que había leído, las Semblanzas eran bastante variadas en cuanto al efecto que podrían tener. Bien podría tener el poder de simplemente analizar detenidamente mi entorno, dándome una comprensión más detallada de lo que me rodea. O podría tener el poder de explotar cosas con solo tocarlas.
No parecía haber ningún límite, o patrón para el efecto de una Semblanza. Lo único que parecía más o menos determinar el tipo de poder manifestado, era la personalidad del usuario. Aunque algunos decían que era al revés. Que las Semblanzas eran las que determinaban la personalidad del usuario.
Pero supongo que no tenía sentido pensar en eso ahora.
Ahora solo quería centrarme en la hermosa rubia recostada desnuda junto a mí. "Entonces, ¿Que quieres hacer ahora?". Pregunto.
Ella cierra los ojos pensativa. "No lo sé... Quizás solo... Quiero quedarme acostada contigo aquí".
"Tarde o temprano tendremos que levantarnos para comer o bañarnos. Ambos estamos todo sudados y sucios".
"No me importa estar sucia de tí...". Ella dijo de forma coqueta. "...Aunque quizás si deberíamos bañarnos". Dijo finalmente.
"¿Quieres ir primero?". Pregunté.
Ella estaba por responder, cuando una idea parecía habérsele ocurrido. "¡Vamos a bañarnos juntos!". Dijo, levantándose de la cama para sentarse.
"¿Estás segura?... No creo que pueda solo bañarme, si estoy contigo, desnuda junto a mí". Admití. Plenamente consciente de lo que ella provocaba en mí.
Ella sonrió ampliamente. "¿Oh?. ¿No puedes resistirte a mis encantos?". Sonrió de forma coqueta.
Yo me levanté para estar junto a ella, sorprendiéndola con un pequeño pero intenso beso en los labios. "No...".
Sus labios tiemblan ligeramente mientras su sonrisa se hace más grande. "Entonces... ¿Que crees que pasaría si nos bañamos juntos?".
No necesitaba responder a éso con palabras. La simple idea de eso hizo que mi pene volviera a estar completamente erecto otra vez, presionando contra las sábanas sobre mi cintura y dándole a Yang la respuesta que necesitaba.
Ella tomó mi mano, guiándome fuera de su habitación. Al salir a la puerta, sentí cómo pisaba algo húmedo. Bajé la mirada, viendo un pequeño charco que se sentía ligeramente pegajoso. Pero antes de que pudiera preguntarme sobre éso, Yang tiró de mi brazo, llevándome hasta el baño.
.
.
.
Yang gimió débilmente mientras sentía la mano derecha de Gray acariciando sus caderas, pasando por su trasero, para acto seguido apretar su mano sobre su culo. Su otra mano subía por su abdomen, hasta llegar a sus senos, apretando suavemente sus suaves montículos, mientras ambos compartían un apasionado beso.
Yang simplemente no podía resistirse a las habilidades de Gray para hacerla sentir bien. La forma en que la tocaba, la forma en que la besaba, la forma en que le hablaba. Todo lo que hacía simplemente parecía estar medido de forma milimétrica para provocarle el mayor placer posible.
Ella era alguien que se consideraba una chica bastante dura. No le molestaba recibir golpes durante los combates y tampoco era alguien que huyera del dolor. Podía manejarlo perfectamente. Pero durante sus sesiones de amor, simplemente le encantaba ser tratada de forma delicada. Ella había visto cómo Gray y su madre tenían sexo y si bien sintió curiosidad por saber que se sentía hacerlo de forma tan brusca, no creía que disfrutara hacerlo de ésa forma, tanto como disfrutaba hacerlo de forma suave.
Las suaves caricias. Los apretones leves. Los sensuales susurros. Los tiernos pero apasionados besos, tanto en su boca como en el resto de su cuerpo. Simplemente la volvían loca.
Sin embargo, no quería decir que ella no hiciera su parte. Moviéndo sus propias manos, Yang tomó el duro y palpitante pene de Gray, acariciándolo desde la base hasta la punta. Deleitándose con la forma en la que el cuerpo de Gray reaccionaba ante su propia toque.
La sensación del agua cayendo por su cuerpo desde la regadera sobre su cabeza le hacía cosquillas debido a lo sensible que estaba su cuerpo en este momento. Lo cual, sumado al creciente calor en su pecho y parte baja, la hicieron desear meter ya el pene de Gray dentro suyo.
Ella se separó del beso entre ambos, jadeando débilmente para recuperar algo de aliento. "Mételo ya...".
Gray no perdió el tiempo, tomando uno de sus muslos con sus manos, lo alzó, mientras con la otra mano sostenía su pene justo frente a sus labios inferiores. Debido a que él era un poco más alto que ella, se tuvo que agachar un poco para poder acomodarlo correctamente. Yang no pudo evitar soltar un pequeño gemido al sentir como sus pliegues internos daban paso al miembro erecto de Gray. Ella se aferró a él, rodeándolo con ambos brazos apoyados sobre los hombros de él.
Cuando finalmente sintió cómo la virilidad de Gray chocaba contra la entrada de su útero, no pudo evitar quedar sin fuerzas, apenas pudiendo mantener el equilibrio para no caerse. Por suerte, Gray la sostenía firmemente, evitando que ella pudiera resbalarse y caerse.
Empujándola lentamente, Gray la hizo apoyar su espalda contra la pared del baño mientras tomaba su otro muslo para cargarla, antes de empezar a moverse lentamente.
"Mmnn~...". Yang tuvo que morder su labio inferior para evitar gemir involuntariamente. Sus piernas rodearon la cintura de Gray, aferrándose fuertemente mientras el placer empezaba a desbordar su cuerpo. "Aaaah~ tan rico...".
Gray se empezó a mover, embistiendo su entrepierna contra la suya con movimientos cortos. Yang sentía como la punta del pene de Gray se frotaba contra la parte más profunda de su cuello uterino, amenazando con invadir su útero directamente. Las paredes internas de Yang apretaron con fuerza el eje de Gray con cada una de sus embestidas, enviando corrientes de placer por todo su cuerpo, haciéndola temblar por los constantes espasmos.
"Haa~... Nnhg~... S-si~... Aaahh~". Su mente se sentía casi en blanco. Apenas podía pensar en nada más que el chico junto a ella.
"Yang...". Gray gruñó su nombre, jadeando pesadamente. "Me estás apretando muy rico. ¿No estás demasiado exitada?. Puedo sentir tus jugos bajando por mi pene".
"Aaah~... Sí. No puedo evitarlo. Mmnh~... Se siente demasiado bien cuando la metes así~~".
Motivado por los gemidos de Yang, Gray apretó un poco más los muslos de Yang, empujando un poco más profundo su pene dentro de ella. Por un segundo, Yang sintió cómo su mente quedó completamente en blanco mientras su visión se distorsionaba ligeramente. Su cuerpo se sintió entumecido cuando la sensación de como la entrada de su útero era invadido la asaltó.
"¡Oooouhh~!".
Sus entrañas se estremecieron con fuerza, mientras sentía como el éxtasis la alcazaba, llevándola a tener un pequeño pero intenso orgasmo. Sus jugos empaparon la entrepierna de Gray, mezclándose con el agua que caía de la regadera.
Por suerte para ella, las embestidas de Gray se habían detenido momentáneamente, de lo contrario, no sabía si podía mantenerse consciente.
Cuando finalmente su pequeño orgasmo terminó, Gray continúo moviendo su cuerpo, asaltando su sensible vagina con aquella polla grande y gruesa.
"Aah~. Aaahh~. Nnhgh~. Mmmn~. Oooh~.".
"Haa... Yang... Apenas puedo contenerme... Estoy a punto de correrme...".
"Nnnguh~... H-hazlo... Correte dentro de mí~... Dame todo tu semen, Gray~... Haaa~".
Gray aumentó la fuerza de sus empujes, provocando que Yang tenga que sostenerse con más fuerza de él. Sus dedos arañaron la espalda de Gray, mientras sus piernas se sujetaron con fuerza de su cintura. El sonido de sus cuerpos chocando uno contra el otro hizo eco contra las paredes del baño, mezclándose con el sonido de sus voces gimiendo debido al placer.
Trás unos segundos, Yang sintió cómo el pene de Gray palpitaba con fuerza, antes de que este empezara a disparar su carga directamente en su interior. Gruesos chorros de semen mancharon sus paredes internas, llenando su útero con el caliente líquido blanquecino. Al mismo tiempo, Yang sintió cómo su interior se estremecía con fuerza, llevándola nuevamente a un orgasmo. Sus jugos de amor brotaron, manchando nuevamente las piernas de Gray.
Pronto, la cantidad de semen era demasiada para que su interior la contuviera, por lo que terminó desbordándose, cayendo en el suelo de losa debajo de ellos, mezclándose con los propios fluidos íntimos de Yang mientras eran arrastrados por el constante flujo de agua.
Trás aquel éxtasis, ambos permanecieron en la misma posición, jadeando pesadamente mientras se recuperaban. Gray llevo sus labios contra los de Yang, besando a la rubia apasionadamente. Ella no se resistió, al contrario, aceptó plenamente la acción de Gray, dejando que él usará su lengua para invadir su boca.
Así permanecieron un buen rato. Inconscientes de lo que cierta chica de pelo corto y negro seguía haciendo mientras los escuchaba a ambos.
.
.
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Fin—.
Capítulo corto, porque me quedé con las ganas de una escena más larga de Yang. No sé si a otros autores de fanfics les pasa, pero yo también disfruto leyendo la historia que yo mismo hago como si fuera otro lector más. Solo que yo si puedo cambiar cosas.
Pero en fin. Gracias por leer. Hasta el siguiente capítulo. :3
Summer suspiró, sentada en su cama mientras miraba al vacío. No sabía cuántas veces lo había hecho yá, pero no podía hacer nada más en éste momento. No cuando no sabía qué pensar sobre el hecho de que su pequeña hija estuviera en una cita con Gray hoy. Pero no era la cita en sí, lo que la preocupaba, era lo que podría implicar la cita. Ella era consciente de que Ruby ya no era aquella niña inocente, su pequeña estaba creciendo y con éso venía el descubrir su sexualidad. Ruby se había estado interesando por Gray, no sólo de forma romántica, también de forma sexual.
Y si bien, lo fácil sería culpar a Gray por éso, sabía que no sería justo con él. Él simplemente había llegado a sus vidas en un momento justo para que Ruby descubriera lo que era el sexo. Y con un chico tan apuesto viviendo en su misma casa, durmiendo prácticamente al lado de su habitación, solo era cuestión de tiempo hasta que algo pase.
De hecho, ahora que lo pensaba, era una sorpresa que no haya llegado a más hasta ahora. O de que incluso tuvieran una cita antes de que ocurriera algo más íntimo entre ellos.
Ella había hablado con su pequeña Ruby, le había explicado sobre el sexo y lo que conlleva todo sobre el. Sin embargo, sabía que Ruby querría experimentar las cosas por ella misma. Y no podía culparla por éso. Incluso si quisiera que su pequeña rosa la escuchara y le hiciera caso, sabía que como una adolescente, Ruby pasaría por alguna fase rebelde, ignorando cualquier consejo que pudiera darle.
"Quizás no sea tan malo...". Se dijo a sí misma. "Al menos si hace cualquier cosa, será con Gray. Él nunca le haría algo que ella no quiera...". Sonrío al pensar en éso. Incluso ahora, Gray seguía siendo un buen chico.
Sin embargo, no pudo evitar suspirar otra vez al pensar en cómo, muy seguramente, la inocencia de Ruby se iría por completo hoy.
"Supongo que tarde o temprano tenía que pasar... Es normal que los niños crezcan...". Aunque se dijo esas palabras a sí misma, realmente no estaba tan convencida.
Se levantó de su cama para hacer algo más productivo que estar sentada; preocupada por cosas fuera de su control. Sin embargo, no podía simplemente ignorar lo que estaba sucediendo con una de sus hijas. Sabía que era algo natural, ¡Por todos los cielos!, ella misma había pasado ya por eso. Pero sus instintos de madre le impedían simplemente ignorarlo.
Summer se detuvo brevemente delante de la habitación de su hija mayor. Normalmente, ella evitaba entrometerse en la privacidad de Yang, siendo ella la mayor, estaba en esa edad en la que una chica apreciaba pasar tiempo a solas o con gente de su edad. Además, con el papel casi de una segunda madre que ella había asumido luego de la muerte de Tai; Summer creía que Yang se había ganado un poco de soltura para hacer lo que quiera. Sin embargo, ahora mismo, con sus pensamientos alborotados a este punto, Summer sintió la necesidad de hablar con Yang.
Ella se acercó a la puerta, tocando un par de veces antes de girar la perilla y asomar la cabeza.
"Yang, ¿Puedo pasar?...". Summer preguntó, mirando dentro de la habitación de Yang. La vió, sentada en la cama con su Scroll en una mano y un cuaderno en la otra. Parecía que ella estaba estudiando o algo similar.
"Si, pasa... ¿Qué ocurre?".
Summer caminó hasta la cama de Yang, sentándose en el borde mientras organizaba sus ideas.
"Yang... ¿Creés que soy una buena madre?".
Yang parpadeó confundida, soltando el Scroll y el cuaderno para dejarlos sobre el colchón. "Por supuesto. Eres la mejor mamá que alguien podría tener... ¿Por qué lo preguntas?".
"... Es que... No puedo dejar de pensar que quizás... Nuestra situación con Gray se nos ha salido de las manos...".
Yang tardó unos segundos en procesar el significado de esas palabras. "... Ah... Lo dices por Ruby". Yang no necesitaba una confirmación, pero aún así, Summer asintió.
"Es solo que pienso... Pienso que quizás aún es muy pronto para que Ruby experimente estas cosas...".
"Bueno... Ella ya está entrenando para matar Grimm's, lo cual me parece peor... Y no es como que podamos prohibirle hacer nada, o encerrarla en su habitación para que no conozca chicos".
"Lo sé... Lo sé muy bien, pero, la veo y aún veo a la pequeña niña que no podía hablar con nadie por qué era demasiado tímida para hacerlo...".
Yang resopló ligeramente, esbozando una pequeña sonrisa. "Sí. A veces yo también la veo así... Pero creo que tarde o temprano la pequeña Ruby se tendría que volver una mujer".
"... Si... Supongo que sí...".
"Pero mira el lado positivo...". Empezó Yang. "Ahora ya no hay necesidad de ocultar el hecho de que todas lo hicimos con Gray".
"¡Y-Yang...!".
"Es la verdad. Tu eres la que más ha aprovechado el tiempo con Gray. Ruby y yo tenemos que ir a la escuela y cuando volvemos no podemos tener tiempo a solas con él". La rubia se cruzó de brazos mientras hablaba con ligera frustración.
"N-no tienen por qué solo tener sexo con él..."
"Lo sé... Pero no puedes negar que el sexo con él es simplemente extraordinario".
Summer volteó la vista. Avergonzada de estar teniendo esta clase de conversación con su hija. Pero aún con éso, no negó las palabras de Yang. Era imposible hacerlo cuando había experimentado tantas veces el placer apoteósico que le daba tener sexo con Gray. Parecía irreal... Y de hecho, lo era.
Recordó que de hecho, Gray venía de otro mundo y una diosa literal, lo había enviado aquí, con ellas. Ni Ruby ni Yang lo sabían, pero ella no quería decirles aún, creía que eso le correspondía a Gray. Cuando él estuviera listo, les contaría a ellas dos.
"Oye, mamá...". Summer escuchó a Yang llamarla. Su expresión parecía avergonzada, muy diferente a su expresión anterior. Ella abrazó sus rodillas mientras desviaba la mirada a otro lado.
"¿Sí?".
"... ¿Has pensado... Quizás... Tener un... Trío?".
Ahora fué el turno de Summer de parpadear confundida. "¿Un trío...?, ¿Te refieres a...?".
"Bueno... Ya sabes... No tenemos muchas oportunidades de pasar tiempo con él... Y pensé que... Quizás podríamos hacerlo... Juntas...".
"¡Yang!... P-pero... Somos familia...".
"Bueno... Técnicamente...". La expresión de Yang decayó ligeramente. "Haa... Sabes que te amo como la madre que nunca tuve, pero... Ya sabes... No compartimos la misma sangre, así que realmente no eres mi verdadera madre...".
La expresión de Summer decayó al igual que la de Yang. Incluso si sabía que las palabras de la rubia eran verdad, no pudo evitar sentirse algo dolida. "Si... Es cierto...".
"Por favor no me mal entiendas. No quiero saber nada de Raven. Te agradezco por contarme sobre ella hace tanto tiempo y realmente lo digo enserio cuando digo que eres la mejor mamá que cualquiera pudiera querer... Pero... Técnicamente hablando, eres mi madrastra".
Aquellas palabras sirvieron para que Summer se sintiera un poco mejor, lo suficiente para empezar a sentirse avergonzada cuando una realización llegó a su mente. "T-tu... ¿Me vés... De ésa manera...? Cómo... Cómo una...".
"B-bueno... Eres una mujer hermosa... Te ves mucho más joven de lo que eres y tienes un cuerpo que muchas mujeres envidiarían... Y yo, bueno... Te he mirado a veces... Y siento... Cosas...".
El sonrojo de ambas había crecido hasta el punto de que prácticamente parecían tomates por lo rojo que estaban sus rostros.
"Ya-... Ya veo...".
Bueno. Al menos Summer ya no estaba preocupada por Ruby. Porque desgraciadamente estaba demasiado ocupada procesando las palabras de Yang.
En otro momento, estaba segura que habría regañado a Yang, antes de explicarle que ésto estaba mal. Pero ahora, con su estado mental tal como estaba y habiendo pasado por todo lo que pasó con Gray... Bueno. Le avergonzaba admitir que realmente consideró aquella idea...
.
.
.
"¡Vamos Gray!". Ruby me arrastró por las calles, emocionada de mostrarme todos los lugares que se le ocurrieran. Antes de empezar con esta cita realmente no estaba muy emocionado. No es que no quiera pasar tiempo con Ruby. Me encantaba pasar tiempo con ella, pero, viendo como se desarrollaban las relaciones que había tenido con las únicas otras dos mujeres que conocía, temía que las cosas con Ruby escalaran demasiado rápido.
No me disgustaba la idea de que Ruby sea mi pareja también. De hecho, creo que era por lo mucho que me agradaba que me sentía culpable. No quería herir sus sentimientos luego. Cuando muy seguramente la cantidad de mujeres a mi alrededor aumente, complicando la relación con todas. Quería que Ruby tuviera un noviazgo normal, pero eso era algo que no podía darle por mi mismo.
Por eso me sentía culpable. Ruby era una chica muy buena. Amable y alegre, aunque algo tímida. Y no quería que se sintiera con el corazón roto cuando inevitablemente se dé cuenta de que ella no era la única que recibiría mi atención.
Aunque... Considerando que ella y Yang parecían estar de acuerdo compartiendome, quizás...
"¿Gray...?". Ruby se paró frente a mí, mirándome con ligera preocupación. "¿Estás bien?".
"Si... Solo estaba pensando en cosas innecesarias". Despejé sus preocupaciones con una pequeña sonrisa, provocando otra en ella. Ella continuó guiándome por las calles del pueblo, hablándome de cada sitio por el que pasábamos.
Sin embargo, me era difícil concentrarme en sus palabras cuando ella lucía bastante linda con la ropa que llevaba puesta. Una especie de vestido negro de manga larga, adornado con pequeños volantes de color rosa en la parte inferior, con los hombros y parte de la espalda descubiertos, complementado por un cinturón sujetado a sus caderas. La parte del escote no dejaba ver mucho, sin embargo, la parte de la falda era peligrosamente corta. Con cada movimiento ligeramente brusco que ella realizaba, parecía que sus piernas quedaban expuestas. Además, llevaba lo que estaba seguro eran pantimedias, lo que serviría para mantener su parte íntima protegida de la vista de cualquiera, sin embargo, creo que yo tenía alguna clase de fetiche con esa prenda en específico, porque verlas solo provocó que sea aún más complicado apartar la vista de sus piernas.
Realmente estaba considerando dejar de lado cualquier apariencia de consideración y prudencia y llevarla a un lugar apartado para poder acariciar ese lindo trasero, o restregar mi cara en el, pero me contuve. No podía hacerle eso a ella. Por más que quisiera o incluso por más que ella lo llegue a disfrutar.
'Honestamente... No sé por qué sigues dudando sobre ésto...'.
La diosa comentó, distrayendo mi atención de Ruby y mi entorno. Habían pasado varios días desde la última vez que la escuché, por lo que casi me olvido de la sensación de tener una voz en mi cabeza.
'No te vas a librar de mí tan fácilmente. Simplemente no ví necesidad de interrumpir tu tiempo con la rubia y la mujer, pero ésto es diferente, estás considerando no hacer tuya a esta chica'.
'Por supuesto que lo estoy considerando... Ruby debería tener la oportunidad de tener un novio normal'.
'La normalidad está sobrevalorada. Creí que ya habíamos superado ésto. Deja de reprimirte a tí mismo con esa moralidad barata. Toma a esta chica para tí, obviamente la deseas'.
Solté un suspiro. Realmente no quería tener está conversación con ella hoy. Ésto no se trataba de lo que yo quería. Se trataba de que Ruby se merecía algo mejor que ésto.
'No puede ser... Enserio que eres un mortal tan-... Ugh. Bien, no me dejas otra opción'.
[ NUEVA MISIÓN
- Haz que (Ruby Rose) se corra una vez.
RECOMPENSAS:
+ 1 NIVEL.
+ 1 HABILIDAD ACTIVA.
+ 10 PUNTOS DE HABILIDAD.
+ 50 REPUTACIÓN CON (Ruby Rose).
TIEMPO RESTANTE:
(0-D/23-H/59-M) ]
Vale... Ya esperaba ésto. Incluso con el tiempo límite, no me importaba. Había tomado una decisión, no cambiaría simplemente porque la diosa lo quería. Nome importa qué consecuencias haya, ésto era definitivo.
[ RECOMPENSAS ACTUALIZADAS:
+ 1 NIVEL.
+ 1 HABILIDAD ACTIVA ESPECIAL (CLONACIÓN).
+ 20 PUNTOS DE HABILIDAD.
+ 50 REPUTACIÓN CON (Ruby Rose). ]
...
Vaya...
Supongo que debería hablar con Ruby al respecto antes de tomar alguna decisión. Por mucho que quiera que ella tenga un noviazgo normal, al final, era decisión de ella.
'Cielos, eres tan fácil de convencer... ¿Dónde quedó toda la determinación que mostraste cuando me desafiaste?'.
'Simplememte ahora puedo ver que ésto puede ser beneficioso para Ruby. Después de todo, su felicidad es mi prioridad ahora'.
'Claro que sí, mi pequeño mortal. Por supuesto'.
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"Dí, aaah...". Ruby sonrió felizmente mientras, con una cuchara, le daba de comer a Gray una porción de helado que habían comprado. Se sintió complacida cuando Gray abrió la boca, tomando la porción de helado y disfrutando del dulce postre.
Luego de caminar por el pueblo, ellos habían terminado en una heladería, decidiendo detenerse para descansar un rato. Durante su caminata, Ruby no pudo evitar sentirse nerviosa, después de todo, esta era su primera cita y realmente no tenía idea de que hacer. Le había pedido consejos a Yang, pero aparte de algunas sugerencias, su hermana simplemente le había dicho que fuera a dónde quisiera.
Y eso había intentado. No lo había llevado a cada lugar que quería, porque, por muy emocionada que estuviera, sabía que podía ser algo abrumador para Gray. Así que optó por mostrarle solo algunos lugares a los que solía visitar; como el mercado en el centro del pueblo. También había decidido llevarlo a la sala de recreativas, pero eso sería después de descansar y terminar este helado.
Ella tomó un bocado del helado, disfrutando el dulce sabor del chocolate en su boca, antes de tomar otra cucharada y dársela a Gray. La felicidad del momento casi la hace olvidar los planes que ella había reservado para después. Casi.
Porque, por mucho que ella estuviera disfrutando de éste momento, no podía evitar recordar su conversación con su hermana mayor. Luego de pedirle consejos, ella le había preguntado sobre lo que se sentía tener sexo. Y a pesar de la vergüenza de ambas, Yang le había contado todo. Sobre el dolor de ser penetrada por primera vez y lo aterrador que podía ser al principio, pero también sobre lo increíblemente grandioso que era cuando el dolor pasaba. Sobre lo bien que se sentía ser besada por él, mientras asaltaba tu interior con su ridículamente grande miembro. Y sobre el éxtasis absoluto que se sentía cuando él descargaba toda su espesa y caliente semilla dentro.
La sola imagen mental de eso provocó un calor inmenso en su zona más íntima, haciendo que sus mejillas se sonrojen visiblemente. Por suerte para ella, Gray no le había preguntado sobre éso.
Ruby tuvo que forzarse a sí misma a seguir disfrutando de éste momento y no llevarlo al lugar que Yang le había contado para por fin averigüar cómo se sentía al tener relaciones.
Ella había fantaseado mucho con éso luego de haber descubierto lo que era. Y había fantaseado mucho más luego de ver a su hermana y Gray hacerlo justo frente a ella. Había perdido la cuenta de la cantidad de veces que se tocó ayer luego de éso, pero incluso con lo bien que se sentía tocarse a si misma, no podía evitar pensar que; el sexo real debía sentirse mucho mejor.
Con una sonrisa, Ruby volvió a tomar otra cucharada de helado para dársela a Gray, el cuál comió sin ser consciente de los pensamientos de ella.
'Come, Gray. Necesitarás toda la energía que puedas reunir para lo que te espera...'.
No sabía de dónde había venido ese pensamiento, pero le gustó.
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.
.
"¡Wow, esa chica es increíble!".
"Le está dando una paliza a ese tipo".
"Es muy linda... ¿Tendrá novio?".
"Quizás es el sujeto que está con ella".
"Maldito suertudo, tener una novia tan linda".
Intenté no prestar atención a las voces de la pequeña multitud que se había formado a nuestro alrededor, pero era complicado cuando hablaban tan fuerte.
Luego de nuestra pequeña parada para disfrutar de un helado, Ruby y yo terminamos yendo a una especie de sala llena de máquinas de videojuegos. El lugar parecía bastante movido, con personas yendo de un lugar a otro mientras probaban todas las enormes consolas que tenían prácticamente cualquier tipo de juego que pudiera imaginar.
No era muy conocedor, ya que no tenía recuerdos. Los únicos juegos que conocía, eran los que Yang y Ruby me habían mostrado. Los cuales eran solo dos. Uno de peleas bastante sangriento llamado Lethal Fight y otro de disparos con un estilo muy militar que no recordaba bien, creo que se llamaba Atlas Force.
El caso, es qué obviamente Ruby sería mejor que yo a la hora de jugar cualquiera de estos juegos, por lo que era normal que yo fuera completamente humillado cuando jugaba contra ella. Honestamente, no me molestaba perder contra ella, es decir, ya perdía contra ella cuando jugábamos en casa, pero ser humillado públicamente me dejó una sensación extraña.
Hablando de ser humillado, Ruby controló a su personaje de tal forma que hizo lo que parecía el combo más complicado de hacer, solo para rematar a mi personaje, al cuál literalmente solo le quedaba un uno porciento de vida. Por lo que la pantalla de victoria de ella lo celebró con un enorme letrero para que todo el mundo vea lo superior que era ella sobre mí.
"¡Increíble!".
"Oye, ¿Quieres jugar conmigo?".
"Ni hablar, yo soy el próximo".
"No les hagas caso. Juega conmigo ahora".
Ruby adquirió una expresión nerviosa al ser rodeada de varios de los chicos que estaban viendo. Parecía que quería decirles que se alejaran, pero su timidez y nerviosismo no la dejaban hablar de forma normal, por lo que solo soltó balbuceos. "Yo-... Yo estoy... Es decir... G-Gray... Ayúdame".
Ella no necesitaba decírmelo dos veces. Antes de que las cosas se salieran de control, me acerqué a ella, apartando al pequeño grupo que la había rodeado. La tomé de la mano, guiándola lejos de todos ellos.
Cuando ya estuvimos lo suficientemente lejos, le pregunté. "¿Estás bien?".
"S-si... Solo, me puse algo nerviosa... No me gusta ser el centro de atención...". Ella respondió, mientras veía fijamente nuestras manos entrelazadas. Parecía que quería ignorarlo, pero su sonrisa tonta y la forma en la que su mirada volvía siempre a su mano junto a la mía me dijo lo agusto que ella estaba con ésto.
Resoplo ligeramente. "¿Qué quieres hacer ahora?".
"¿No quieres seguir jugando?".
"No es que no quiera, es que soy malo en ésto y tú eres demasiado buena. No es muy divertido cuando alguien solo te patea el trasero sin parar".
"Entonces juguemos otra cosa... Cómo... ¡Ése!".
Ruby señaló a la distancia, a un juego que parecía una pista de baile en miniatura. Había una enorme pantalla, junto con una plataforma con varias flechas de colores en el suelo.
Sin ver ninguna razón para negarme, me dejé llevar por ella hasta allá. Ruby encendió la máquina luego de colocar el dinero en ella. La pantalla se encendió, mostrando un menú con varias canciones. Luego de elegir una y tras una cuenta regresiva, las flechas aparecieron en la pantalla, bajando lentamente.
Al principio no fué complicado. Las flechas caían con suficiente lentitud para que un novato como yo pueda seguir el ritmo. Pero a medida que la velocidad aumentaba, se hacía más difícil. Aunque, al ver a Ruby divirtiéndose tanto a mi lado, no pude evitar sonreír junto con ella.
Así pasamos un rato, bailando sobre la plataforma y riendo cada vez que yo fallaba en alguna nota. Pronto, volvimos a llamar la atención de otra pequeña multitud, aunque está vez nos animaban a ambos mientras pasábamos nivel tras nivel.
Al final, Ruby había obtenido una puntuación prácticamente perfecta. Yo en cambio, apenas pude obtener una puntuación aceptable. Sin embargo, a diferencia de perder en los otros juegos, en éste pude divertirme genuinamente junto a ella.
Así pasamos el resto de la tarde. Tomando descansos para comer o tomar algo. Hasta que finalmente se hizo tarde. El sol empezaba a ocultarse en el horizonte, haciendo oscurecer el cielo lentamente.
Ruby y yo salimos del lugar, riendo luego de habernos divertido lo suficiente. Ella volvió a tomar mi mano, negándose a soltarme mientras caminábamos de regreso a casa.
"¿Te divertiste hoy?". Ella preguntó.
"Bastante. No puedo esperar para hacerlo de nuevo".
Ella sonrió satisfecha con mi respuesta, asintiendo para si misma mientras miraba al frente. Hasta que un sonrojo empezó a formarse en sus mejillas. Su expresión pareció vacilar, mientras parecía en conflicto consigo misma.
"Bien... Porque quiero ir a un último lugar...".
Con esas palabras, Ruby me guío por las calles unas cuantas cuadras, hasta que llegamos a un edificio de varios pisos, que no destacaría por nada en particular, salvo por el letrero que había sobre la puerta de enfrente. Era un motel.
Mientras entrabamos en el lugar, no pude evitar entrar en conflicto conmigo mismo. Más aún viendo que Ruby se dirigió al que parecía el gerente del lugar, pagando para que el hombre le diera una llave con una numeración escrita. No hubo preguntas, solo una mirada curiosa a ambos antes de desearnos una agradable noche.
Mientras estábamos en el ascensor rumbo a nuestra habitación, no pude contenerme más y pregunté. "Ruby... ¿Sabes que lugar es éste?".
Ante mi pregunta, ella solo asintió. Sin embargo, aún no podía evitar estar en conflicto.
"¿Y sabes lo que la gente suele hacer en este sitio?...".
"L-lo sé...".
"Ruby...". Me paré frente a ella, sosteniendo sus hombros mientras la miraba fijamente. Ella se sobresaltó por mis acciones, pero no podía evitarlo. Necesitaba estar seguro de ésto. "¿Estás segura sobre esto?... Tu... ¿Quieres hacer... Éso, conmigo?".
Trás unos segundos, ella vuelve a asentir antes de responder. "... Sí... Yo... Quiero saber que se siente... Quiero hacerlo... Contigo".
Podía sentir mi autocontrol siendo superado por mis ganas de besarla en ése mismo momento, sin embargo, me detuve a mi mismo. Incluso con esas palabras, necesitaba estar totalmente seguro.
"¿Sabes que sí lo hacemos no hay vuelta atrás?. ¿No quieres tener un novio normal?. Tu ya viste que entre Yang y yo hay algo... Y tú mamá también está involucrada en esto... ¿Estás segura que quieres -...".
Ella me interrumpió con un beso antes de que pudiera terminar. La calidez y suavidad de sus labios invadió mi mente, haciéndome olvidar lo que estaba diciendo. Solo pude dejarme llevar por sus pequeñas manos, mientras Ruby me atraía hacía ella. Mis manos bajaron de sus hombros lentamente, pasando por sus caderas hasta llegar hasta debajo de su pequeña falda.
Ella se sobresaltó cuando sintió mis manos sobre su trasero, soltando un pequeño y adorable grito. Aproveché ese momento para aclarar un poco mi mente.
"Ruby...". Mi respiración era ligeramente pesada debido a mi exitacion. Mi mente se sentía nublada, por lo que apenas pude formular los pensamientos correctos para hablar. "Si hacemos ésto... No podré contenerme... Voy a hacerte mía... Hasta que lo único que puedas pensar sea en mí... ¿En verdad quieres hacer ésto?".
"Gray... Deja de hablar tanto. ¿Quieres?... Solo, hazme lo mismo que le hiciste a Yang".
No sabía de dónde ella había sacado esa confianza. Pero siendo honesto, no me importaba en este momento. Si ella decía que quería hacer esto, entonces, ¿Quién era yo para negarme en éste punto?.
.
.
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Fin—.
Bueno, tardó más de lo que quería, pero al fin está aquí el capítulo. Tuve que reescribirlo como cuatro veces porque no me convencía, pero finalmente me quedé con éste. Estoy seguro que podría mejorar algunas cosas, pero bueno, si sigo agregando cosas, no acabaré nunca.
Con suerte el siguiente capítulo tardará menos en salir. Ya que el romance se me da regular, pero el erotismo se me es más cómodo.
Y sí, será puro lemon el siguiente capítulo, lo siento si alguien quería que con Ruby fuera algo más ligero en cuanto a éso, pero honestamente, creo que simplemente seguiré con el fic como lo tenía planeado.
Otra cosa aparte, estoy pensando en modificar un poco todos los capítulos, para en lugar de usar ésto ( "...". ), usar ésto ( —...—.). Se me hace más cómodo de ver así. Fué algo que mi hermano me enseñó hace poco y me gustó, pero me da pereza cambiar todos los capítulos. Entonces, ¿Cambio las comillas, o las continúo usando?.
Pero en fin, espero les haya gustado y será hasta el próximo capítulo. Qué yá está en proceso. :3
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